06. Me encontró de nuevo (parte 2)

33 8 0
                                    




Jimin

Soltando un grito ahogado, mis ojos se abrieron y se mantuvieron fijos en un cielo de madera oscura encima de mí. Mi visión latía alrededor de los bordes.

Era un sueño. Solo era un sueño...

Mi sensación pasajera de paz se evaporó rápidamente mientras miraba fijamente el techo extraño, me puse rígido cuando me di cuenta de que no reconocía mi entorno. La habitación era oscura y olía diferente de todo lo que había conocido.

¿Quizá a cuero y aceite de alguna clase?

Mirando a la derecha, a penas abriendo mis párpados, vi a un hombre parado en una mesa larga. Tenía cabello oscuro y estaba tomando instrumentos o pastillas de una bolsa negra. Me daba la espalda y había una imagen en la parte posterior de su chaqueta de cuero. Por varios segundos me esforcé por entender la imagen, pero entonces mi estómago cayó con un golpe de reconocimiento...

¡Satán!

Dominé mi respiración, esforzándome por mantener la calma, tratando de enfocar mi mente confusa. Agradecido por las pequeñas indulgencias, me alegré de que no se hubiera dado cuenta de que estaba despierto. Pero entonces él se volvió hacia mí y su rostro apareció a la vista.

¿Un discípulo?

Mi mente era un desastre borroso mientras trataba de recordar porqué estaba en tan extraño lugar. Tenía que ser el día de mi vigésimo segundo cumpleaños... el día de mi boda con el Profeta Bang Si Hyuk... pero... pero... algo sucedió para hacerme huir. Mi corazón bombea rápidamente la sangre dentro de mi pecho, las corrientes queman debajo de mi piel.

¿Qué era eso? ¿Qué vi...? Una puerta... un cuerpo... mi... ¡No!

¡Taemin!

Taemin en esa celda... muriendo en esa celda... golpeado, ensangrentado... abandonado. Él me había dicho que corriera mientras tomaba su último aliento. No podía salvarlo. Corrí... pero... pero... no podía recordar el resto.

Mi respiración se produjo en jadeos cortos y agudos e intenté mover mi mano, pero algo estaba pinchando mi piel. Mis dedos comenzaron golpeteando nerviosamente. No podía recordar lo que había pasado, lo que me llevó a esta cama, inconsciente, pero sabía que tenía que irme, huir de este lugar.

Empecé contando. Uno... dos... tres... cuatro... cinco... y moví mis dedos lentamente hacia las sábanas envolviendo mi cuerpo. Llevaba alguna clase de túnica. Seis... siete... ocho... nueve... respiré profundamente.

Finalmente alcanzando el diez, levanté mi cuerpo poco a poco, mis extremidades sintiéndose demasiado pesadas. Llevando mis piernas a un lado de la cama, tiré de la túnica ajustada alrededor de mi cintura para proteger mi cuerpo y aterricé en mis pies temblorosos, un dolor agudo rasgando mi pantorrilla izquierda.

Repentinamente, el hombre extraño se dió la vuelta, mi movimiento brusco naturalmente lo asustó. Él soltó lo que sea que tenía en las manos y avanzó poco a poco, con las manos hacia afuera, con evidente sorpresa en la cara. Mis ojos se movían rápidamente alrededor de la habitación: un conjunto de grandes cajones de madera, una sola silla de cuero negro, paredes pintadas de negro.

Sintiendo un pinchazo, miré hacia abajo y me di cuenta de que había algo en el dorso de mi mano, un cable conectado a una bolsa transparente extraña colgando del pilar de la cama. Agachándome, arranqué la aguja, gritando fuerte por el dolor y el flujo de sangre que escurría por mi brazo.

Hades ‣Kookmin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora