Continuación.
Estaba jodidamente duro, pero jodidamente enojado.
Entrando al bar, la mayoría de los chicos se habían ido a acosar a la policía por datos o alguna otra mierda. Si eso no fuera suficiente, la jodida Hyuna estaba sirviendo bebidas.
Dirigiéndome directamente a su pelo negro y su cuerpo en un diminuto vestido negro, di un golpe encima de la barra.
Ella se tambaleó hacia atrás, sintiendo mi furia.
–Yo... vine a ver a Jennie y Lisa -dijo, bajando la mirada en un acto de sumisión pura –Escuché lo que pasó hoy y todos vinimos a ayudar. Pensamos que los chicos nos necesitarían para sacar de su mente todo lo sucedido. Pensamos que podrían utilizar a alguien a quien estaban acostumbrados.
Eso respondió mi pregunta de dónde estaba todo el mundo: follando en sus habitaciones. La caballería de culos había llegado y Cristo sabe que un hermano no quería nada más que servir a su pene después de que acabaran de sobrevivir a una tormenta de mierda de balas volando hacia sus órganos vitales.
Maldita zorra manipuladora. Hyuna, la chica que tomó mi virginidad a los trece años. Mierda, ella solo debe haber tenido unos quince años en ese momento, ahora que lo pienso. Una fugitiva menor de edad que encontró un hogar en una cueva fuera de la ley. La drogadicta de cabello negro que usaba a los hermanos por las metanfetaminas hasta que alimentó de esa mierda a una novata con algo de potencial real. La otra tuvo una sobredosis en el suelo del recinto. Hyuna fue expulsada después de eso por mi padre y advertida de nunca regresar. Por supuesto, sus espectáculos de sexo de salón eran extrañados por los hermanos pero nadie la quería para más que algo de sexo oral.
Extendí mi mano y agarré su muñeca jalándola hacia adelante, apuntando la puerta de salida. Su labio inferior empezó a temblar y las lágrimas corrieron por sus mejillas.
–¿Qué demonios estás haciendo tú aquí?
Me di media vuelta hacia el agudo chillido, sólo para ver a Seokjin dirigiéndose hecho una furia hacia mí y Hyuna. Hyuna palideció, como debe ser. Seokjin podía parecer un muñeco lindo y amable, pero él era como un puto Rottweiler en el cuerpo de un terrier. Hyuna había tratado de seducir a Nam una vez y sólo una vez; y Seokjin no apreció el movimiento agresivo en su territorio. Hyuna usó gafas de sol durante dos semanas, ocultando los ojos negros que Seokjin le había dejado.
Hyuna barrió sus ojos entre Seokjin y yo jugueteando con sus manos, sacudiendo la cabeza a la espera de un rescate. Luego fijó sus ojos rojos en mí y la razón por la que estaba devuelta tuvo un completo sentido. Estaba desesperada por su próxima dosis, con la esperanza de que algún hermano le deslizara algo de dinero para la metanfetamina.
–Vine a ver a Jennie y Lisa -Hyuna respondió de forma poco convincente moviendo los ojos, tratando de evitar nuestras miradas.
–¡Me importa una mierda! ¡Vete de aquí! ¡Nadie quiere ver tu mugriento show de sexo! -Seokjin se situó casi nariz con nariz con Hyuna, la tensión construyéndose muy alta para mi gusto.
–Seokjin -dije en señas, tratando de calmar su mierda.
Él metió una palma en mi cara, la otra mano agarró mis dedos, silenciando mi voz.
–¡No lo hagas, Jeon! ¡No dejes que la tentación de joder su culo rancio de nuevo te haga cambiar de opinión! Piensa en Jimin. Deshazte de ella ahora.

ESTÁS LEYENDO
Hades ‣Kookmin.
Fiksi PenggemarPecar nunca fue algo tan bueno... Un encuentro fortuito. Un encuentro que no debió haber ocurrido. Hace años, dos niños de mundos completamente diferentes forjan una conexión, una conexión fatídica, un vínculo inquebrantable que cambiaría sus vidas...