JiminUn chico de pie en la cerca, se presionó contra los enlaces, agitando desesperadamente sus manos. Yo no sabía lo que estaba haciendo. Acercándome al chico, lo miré mientras lo intentaba de nuevo. Suspirando, cerró sus ojos, y respiró profundamente.
–¿Q-quién e-eres? -él no podía hablar correctamente. Las palabras luchaban por salir de su boca.
Incliné mi cabeza, viéndolo en silencio. ¿Quién eres? Me preguntó el chico. ¿Quién soy? Pensé con aire cansado. Soy Jimin, nacido tentador, un Maldecido. Acababa de ser introducido a mi deber, mi servicio a la causa. Me mostraron cómo ayudar a los ancianos a acercarse a Dios, para liberarme de mi pecado nato. Pero tenía que alejarme por un tiempo... ellos me habían lastimado.
No hablé con el chico del otro lado de la cerca. Tenía prohibido hablar, así que sólo lo miré fijamente, bloqueando los eventos de ese mismo día. No sabía cómo nos encontró, por qué incluso estaba ahí. Pero en ese momento, no me importaba.
El chico vestía extrañamente: ropa totalmente negra, extrañas pulseras de metal en sus muñecas. Él era peligroso, con cabello negro y grandes ojos del mismo color, los más hermosos ojos que había visto.
–¿Q-qué es... e-este lugar? ¿T-tú... vives a-aquí? -el chico preguntó en voz baja.
Mis ojos se deslizaron para analizar sus labios, pero no hablé. Nadie debía saber de La Orden, por nuestra protección. No tenía permitido hablar. Estaba prohibido, un pecado, y él era un extraño, uno de ellos.
–P-por favor... ¿c-cuál es t-tu n-nombre?
–Mi nombre es pecado. Todos somos pecado...
Di un grito ahogado en voz alta. ¿Jeon era ese chico? No...
Barrí mis ojos sobre sus extrañas ropas negras y abajo en sus pulseras de plata que estaban en sus muñecas, las pulseras de metal grabadas en relieve con el mismo emblema extraño. Me acordaba de ese día como si hubiese sido ayer. Él se había preocupado por mí, quería saber mi nombre... me besó. Después de eso nunca lo volví a ver. Visité la misma parte de la cerca muchas veces con la esperanza de verlo una vez más... especialmente después de aquellos días, pero nunca regresó. Nunca había sido besado antes o desde entonces. Él era mi único secreto... mi pecado más grande. Él se había convertido en casi un sueño para mí.
Levantando mi mano temblorosa, la coloqué suavemente en su mejilla. Jeon contuvo el aliento mientras sus ojos se encontraban con los míos. Arrastré los pies todavía más cerca, sólo para asegurarme de que de verdad era él.
Ahogando un sollozo, mis ojos se ampliaron y titubearon hacia atrás, el reconocimiento se estrelló en mi consciencia. Mi reacción a quien él era realmente me estaba tomando. Desde lo más profundo de mí, se removieron sentimientos que nunca había conocido.
Es él. Me encontró de nuevo...
Jeon agarró mis brazos, simplemente mirando y mirando.
–¿Conoces a Jeon? -preguntó Taehyung, todavía junto a mí.
Los dedos de Jeon apretaron mis brazos, incitándome a hablar. Bajé mi mano, jugando con mis dedos, y asentí una vez. Jeon cerró sus ojos, liberándome de su agarre.

ESTÁS LEYENDO
Hades ‣Kookmin.
FanficPecar nunca fue algo tan bueno... Un encuentro fortuito. Un encuentro que no debió haber ocurrido. Hace años, dos niños de mundos completamente diferentes forjan una conexión, una conexión fatídica, un vínculo inquebrantable que cambiaría sus vidas...