— Realmente eres un asco en esto ¿No es así? — dijo la profesora asombrada al ver como le estaban dando una paliza a Jaune en su entrenamiento. Ni siquiera podía defenderse apropiadamente, pero teniendo en cuenta quién era su oponente cualquier chico de su año tendría problemas para hacerlo.
— ¡No es mi culpa! No estoy acostumbrado a los martillazos de Nora — se defendió Jaune avergonzado. Nunca tuvo problemas con recibir palizas de sus compañeros, pero el que alguien más los vea... era humillante.
— Vamos Jaune, ni siquiera estamos en la mitad de la rutina aún — dijo Pyrrha midiendo el tiempo con su cronómetro. Jaune suspiró y se levantó poniéndose en guardia.
Y así otros quince minutos pasaron en los que el líder del equipo Juniper "bloqueó" y esquivó los ataques de Nora, al menos hasta que ella le dio un golpe directo.
— Okey muchachos, tiempo fuera — dijo Jaune entré jadeos, Pyrrha lo miró unos segundos hasta que asintió — Creo que lo mejor es dejarlo por hoy, ¿De acuerdo Nora? — dijo la chica invencible, la Valquiria gimió en forma de lástima pero lo acepto, sería malo que un juguete se rompa tan rápido.
— Están seguras, yo aún puedo seguir un tiempo más — dijo Jaune recuperando el aliento y levantándose con ayuda de Ren — No creo que sea buena idea, Nora es más intensa que Pyrrha por lo que el desgaste es diferente — respondió Ren.
— Eso y que seguimos en misión, no podemos permitirnos estar desgastados en una misión — dijo la profesora revisando la cara del rubio en busca de heridas o moretones.
— Sabe, realmente no creí que aceptaría este tipo de entrenamiento, las personas lo suelen encontrar muy... — dijo Ren mirando a la docente — ¿Primitivo, salvaje y peligroso? Si, pero es necesario muchas veces, más cuando es para casos como estos — dijo Peach con calma mientras soltaba a Jaune al ver que está ileso. Él en cambio volteo avergonzado al escuchar que se referían a él como un "caso extremo", claro no había dicho eso pero eso fue lo que dio a entender.
— Por otro lado, ¿Realmente no tuviste entrenamiento antes? — preguntó Peach con genuina curiosidad — ... No se lo va a contar al director ¿Cierto? — preguntó Jaune con cuidado, mientras que su equipo se mantenía en guardia.
— Nah, no te preocupes, soy labios sellados para ti — dijo Peach con su jovialidad estándar — Okey, pues no, realmente no tuve entrenamiento antes de llegar a Beacon, mi padre nunca me dejó — dijo Jaune haciendo que todos recuerden momentáneamente la conversación de anoche.
— Si, lo sé, es que tú capacidad de Aura es... increíblemente alto, está a la par de algunos Huntsman si es que no los supera ya — dijo Peach asombrada mientras revisaba el nivel de Aura en su pergamino, mostrando a Jaune en un 18% a pesar de haber estado recibiendo una paliza por casi media hora consecutiva
— Espera, ¿En serio? — dijo Jaune aturdido. Él sabía que su nivel de Aura es mayor qué el normal, pero ¿Tanto? Eso ya era una anormalidad — Sabía que era alto pero no creí que... — dijo Pyrrha igual de asombrada, ella había sido quien desbloqueo el Aura de Jaune después de todo y sabía que era grande, más que el suyo probablemente, pero no le dio tanta importancia en ese momento.
— Probablemente sea porque eres un Arc, pero aún así es sorprendente que tengas tanta Aura con solo unos meses de entrenamiento — dijo Peach pensativa.
— De todas formas, me ha llegado el informe de los sensores de ruido y hay buenas y malas noticias ¿Cuál quieren oír primero? — preguntó la profesora a sus estudiantes temporales — ¿Las malas primero? — respondió Pyrrha.
— Bien, las malas es que probablemente los campistas ya estén muertos, en uno de los sensores se oye cómo pueden ser asesinados, así que tendremos que encontrar un par de cuerpos — respondió la profesora desanimada. Esto igual deprimió a los estudiantes, habían llegado demasiado tarde.
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Homúnculo atrapado en Remnant
FanficAedus El-Melloi iba en dirección a su habitación, cuando su Maestro le dice que vaya a la mansión Edelfelt para ayudar a la heredera en uno de sus experimentos, Aedus acepta gustosamente sin saber que esa sería la última vez que vería a su maestro...