Homúnculo atrapado en Remnant

Capítulo 4: Calma antes de la tormenta

Aedus se dirigió hacia la cocina, él había despertado hace unos minutos y para variar su hambre también, culpaba a su cuerpo defectuoso.

Abrió el refrigerador para sacar los ingredientes para hacer un sándwich, no era algo realmente saludable pero era suficiente para saciar su hambre.

Mientras Aedus se hacía el sándwich noto algo raro, él escuchaba la televisión, televisión que se supone que estaba apagada.

¿Tal vez la dejó prendida por un desliz? No, él nunca ha cometido ese tipo de error en su vida y está no sería la primera vez.

Se concentró en el campo delimitado... Que raro no hay cambios ¿Una habilidad de camuflaje quizás? Eso no importaba si era un intruso debía ser interrogado y eliminado.

Aedus uso Transmutación para crear un Degen el camino hasta la sala de estar solo para ver a Neo jugar en pergamino, Aedus solo quedó mirándola pensando en que debía hacer ¿Era esta situación normal? Si no mal recordaba anoche despidió a Roman y Neo después de que ellos recibieron una llamada de Cinder.

Aedus suspiro hizo desaparecer al Degen — Neo ¿Cómo llegaste aquí? — Preguntó el Homúnculo — Por la puerta — respondió Neo.

— Si eso ya lo sé no era a lo que me refería — dijo Aedus masajeando su sien, él no sabía cómo formular la pregunta de forma que se entienda con facilidad y sin que parezca extraño y ahí fue cuando lo recordó — Neo ¿De casualidad estás usando tu Semblance? — preguntó Aedus intentando ver la razón detrás de este suceso.

Neo asintió afirmando su duda y mostrando uno de sus ojos que tenía un color distinto al que debería tener — ¿Podrías desactivar tu Semblance un momento? Necesito comprobar algo — pidió Aedus, Neo no vio el problema e hizo caso desactivando su Semblance. Al hacerlo Aedus sintió un escalofrío por su cuerpo, su campo delimitado había detectado a Neo pero ¿Porque? Si la Semblance de Neo le permitía hasta engañar a su campo delimitado entonces ella se convertiría en un peligro para él aún si ella no lo supiese.

Realmente sería bueno matar a Neo en este momento que está distraída y desarmada pero si lo hacía perdía a uno de los únicos peones que tenía.

Un precio bastante alto por su propia seguridad.

No, él no podía permitirse hacer eso, lo mejor que podía hacer en cambio fue simplemente tener un ojo en ella e implementar una mayor seguridad.

— Bien eso era todo, gracias Neo ¿Roman te envío? — Aedus preguntó recibiendo una negación — ¿Entonces por qué estás aquí? — pregunto otra vez — Es aburrido estar en un almacén polvoriento todo el día — respondió Neo.

— Ya veo... Haré el desayuno, estará listo en unos minutos — dijo Aedus yendo hacia la cocina, ahora tenía que cocinar para una invitada que llegó sin previo aviso... Al menos tenía algo que hacer.

Por lo que Aedus procedió a hacer el desayuno si bien él no tenía todo los ingredientes que quería aún tenía varios que pudo comprar con dinero que le había dado Roman después de todo comer solo sándwiches cansa un poco.

Aedus estaba preparando un desayuno estándar que era servido en la Torre del Reloj, el plato consistía en salchichas, huevos revueltos, tocino frito y pan tostado... O al menos es lo que él está haciendo debido a la falta de ingredientes.

Si bien el plato no era del todo saludable debido a la gran cantidad de grasas saturadas era lo suficiente como para dejar a una persona satisfecha y con energía suficiente para subsistir el día

— Bien, con eso todo estaría listo... — dijo Aedus para sí mismo para acto siguiente llevarse los platos a la mesa y servir una taza de té y una de café.