Jennie's POV
Siento las pequeñas y suaves manos de mi mujer que me acarician la cara, mientras me susurra al oído. Abro lentamente los ojos y me encuentro con los hermosos ojos marrones de Rosé, y una sonrisa cariñosa.
—Amor, me dijiste que te despertara para el entrenamiento. —se inclina para besar mis labios, pero antes de que pueda atraerla para profundizar, se aleja —Date prisa o no tendrás desayuno. —se burla, sentándose en el sofá junto a la ventana.
Al sentarme en la cama, me doy cuenta de que hay un montón de platos en la mesa de centro.
Me dirijo al cuarto de baño para ducharme y, de paso, le doy un beso a mi prometida. No he mirado la hora antes, pero me doy cuenta de que es muy temprano. Espero que el día de hoy vaya bien, estoy deseando pasar un rato a solas con ella.
Después de terminar con mi rutina matutina, vuelvo a la habitación, donde ella ya me está esperando con nuestro desayuno. Veo que es bastante ligero, algo que no suele ocurrir con nosotras.
Tomo asiento en el sillón frente a ella, tomando el plato.
—¿De dónde has sacado todo esto? Es bastante temprano... —miro el reloj, que marca odiosamente las 5 de la mañana.
—He salido. Encontré una bonita cafetería a pocas calles de aquí. —se encoge de hombros despreocupadamente, haciendo que me quede boquiabierta.
—Amor, no tenías que levantarte tan temprano, prefiero que descanses más.
—No pasa nada. No estoy tan cansada. —ella me sonríe.
—Espero que no lo estés. Hay muchas cosas planeadas para hoy. —sonrío, pensando ya en la reacción su reacción cuando vea mi sorpresa.
Solo he tenido unos días para organizarlo, pero afortunadamente todo está listo.
Desayunamos tranquilamente y luego bajamos al vestíbulo del hotel, donde nos reciben el entrenador y los compañeros medio despiertos. Está claro que no se han despertado tan bien como yo.
—¡Buenos días! —saludo alegremente, haciendo que todos giman mientras me miran fijamente.
—¿Cómo carajo estás tan feliz a esta maldita hora? —se queja Woojin antes de bostezar cansado.
—Lo que hace un buen desayuno. —sonrío, atrayendo a mi mujer más hacia mi lado.
—¿Ya han desayunado? ¿Cómo? El restaurante aún está cerrado... —habla Suho confuso.
—¿Será porque se han desayunado entre ellas? Que puta envidia... —habla Xiumin, recibiendo un golpe en la cabeza del entrenador cuando se acerca.
—Ten más respeto. —le reprende, mientras Rosé y yo solo nos reímos en voz baja.
Todos nos dirigimos en silencio al gimnasio, que al parecer fue alquilado por mi mujer específicamente para los chicos.
El entrenador decide no torturarlos demasiado antes del partido, así que después de su entrenamiento de dos horas tenemos casi todo el día libre. Algunos de los chicos se quedan en el hotel para dormir un poco más, mientras que otros deciden conocer la ciudad. Como Rosé y yo ya tenemos planes por nuestro aniversario, no nos unimos a ellos.
Una vez que ambas nos hemos duchado y cambiado, salimos directo al lugar que he elegido. No puedo evitar sentirme algo ansiosa por su sorpresa de mañana, espero que le guste.
Vamos a Dalseong Park, donde damos un paseo, y luego vamos al zoo. A Rosé no le gustan mucho las atracciones llamativas ni los lugares demasiado sofisticados, así que optamos por una cita tranquila e informal, que es lo que más nos conviene. Antes me gustaba ir a discotecas y bares en mi tiempo libre, pero desde que empecé a salir con ella, ya no lo disfruto tanto. Prefiero compartir estos momentos que ir a un club a beber o bailar.
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THE THORNS (CHAENNIE) - PART 3
Teen FictionDespués de un año lleno de acontecimientos, Rosé y Jennie se mudan a otra ciudad, donde esperan tener algo de tranquilidad. Pero desafortunadamente, ellas no están destinadas a encontrar la paz. ¿Sobrevivirá su amor a la prueba que el destino ha dec...