Capítulo 26

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Jennie's POV

Estoy en pánico. No puedo quedarme quieta.

—Cálmate. Vas a hacer un agujero en la alfombra. Y Rosé pateará tu trasero si lo haces. —intenta bromear Johnny conmigo, pero me doy cuenta de que está tan preocupado como yo.

Han llamado a Rosé para interrogarla hace unas horas y ahora mismo estoy más que angustiada. ¿Cuánto tiempo se tarda en interrogar a una persona?

—Ya debería haber vuelto. Se supone que solo la interrogan a ella, ¡¿Por qué tardan tanto?! —me paso la mano por el cabello con brusquedad mientras recorro la habitación.

Los hermanos de Rosé y su padre están ahora mismo en nuestra casa, habiendo decidido pasar un muy necesario tiempo de unión con ella, como una familia. Aunque Rosé se fue a ese estúpido interrogatorio, ellos se quedaron aquí, para conocerse mejor. Me di cuenta de que Jiyong realmente aprueba a sus hermanos, le gusta cómo la apoyan en lo que hace y cómo la ponen en primer lugar.

Los chicos no responden a mi pregunta, solo se quedan callados mientras se sientan en nuestra sala de estar.

—No puedo soportarlo, más. —me dejo caer en el sofá al lado de Jiyong y saco mi celular, entrando instantáneamente en la aplicación que Key hizo para Rosé hace meses.

Lo hizo para que pudiera saber dónde está en todo momento, por si pasaba algo. Ella tiene un pequeño rastreador en uno de sus piercings, que puedo rastrear desde mi celular. Yo tengo uno exactamente igual, escondido en mi piercing de la oreja y está conectado su celular.

Y ahora es el momento de usar esto.

—No puedo creer que te haya dejado ponerle un rastreador. —se ríe Jake mientras espero la señal de Rosé.

—Mi hija fue quien le presentó esa idea, en realidad. —contesta Jiyong a mi lado.

—Me regaló una chaqueta de cuero cuando cumplí 18, y tenía un rastreador cosido. —explico brevemente antes de suspirar aliviada cuando recibo la señal de mi mujer —¡Lo sabía! —exclamo levantándome de mi asiento.

Me apresuro hacia la puerta principal, tomando rápidamente las llaves por el camino.

—¡Jennie! ¿Qué pasa? —los cuatro me siguen, pareciendo casi tan preocupados como me siento yo.

—No está en la comisaría. —les digo aferrándome a la puerta de mi coche —Está en nuestro apartamento. ¿Por qué iba a ir allí si no hay nada?

Su padre el primero en reaccionar, corriendo hacia mi coche.

—Ella no debería estar allá... —murmura, subiéndose al asiento del copiloto.

Los hermanos de Rosé parecen darse cuenta de que algo anda muy mal y entran inmediatamente en acción, subiendo a la camioneta de Johnny.

Conduzco hacia el apartamento como una loca, nada es más importante que Rosé en este momento.

Tardo apenas unos minutos en llegar a nuestro antiguo barrio y aparco rápidamente el coche en el aparcamiento subterráneo y corro hacia el ascensor. No tengo que esperar mucho a que los hermanos de Rosé se unan a nosotros, ya que nos han seguido justo detrás.

El trayecto hasta nuestra planta parece una eternidad.

—Respira hondo, hija. No tenemos ni idea de lo que vamos a encontrar. —su padre intenta calmarme.

Todo mi cuerpo está rígido de nervios, mis oídos solo escuchan el sonido de los latidos de mi corazón acelerado y mi mente se llena de posibilidades.

THE THORNS (CHAENNIE) - PART 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora