Tratos #2

321 36 1
                                    

Mei caminaba por los pasillos, lo hacía de manera tranquila hasta que una mano la jaló a una habitación oscura, parecía ser el lugar donde se guardaban los productos de limpieza

—Qué carajos, oye depravado qué te pasa- pregunto con más intriga que miedo

-Así que... Ayer preguntaste por mi eh...- Empujo a la chica y esta fue a dar contra la pared tirando unos productos- Si... Eh... Realmente no me gusta que hablen a mis espaldas- Se detuvo sacandose el saco puesto que arrugarlo sería devastador

-Oh parece que mi plan funcionó- Mei sonrio al ver quien la tenía en aquel cuarto- Y aún mejor de lo que esperaba- Tomo la corbata y jugueteo con esta.

-Prometiste ya no molestar a mi hermana Mei, no cumpliste...

-Darcy querida, tú tampoco me habías atendido como te lo pedí, parece que ninguna de las dos cumplió- Jalo de la corbata de Darcy pegandola hacia ella- Además, hace ya mucho que no le hacía nada- y sin más la besó- El trato era, tú y yo jugabamos y dejaba a tus hermanas en paz...

Hace años Marcy había llegado llorando a casa, al principio no quería hablar pero no necesitó hacerlo ya que en una de esas esta noto a Mei en el baño tratando de hacer que Marcy lamiera el suelo, Darcy se llevó a su hermana de inmediato y en repetidas ocaciones le pidió a Mei que se detuviera, paso de amenazas a suplicas y esta no entendía.

En una de esas Mei le propuso algo, Darcy lo pensó por varios días pero no aguantaba ver a su hermana así, al aceptar todos los insultos, humillaciones y golpes se detuvieron de la noche a la mañana, evidentemente sospechoso. Esta pasó de ser su bully a solo ignorarla y pasar de largo si la veía. Cumplía su trato de dejarla en paz...

A cambio Darcy tenía que "complacerla", la chica de ojos rojos la verdad no se quejaba, no es como si Mei fuese fea, lo único que le repudiaba de esta era el trato que tenía con su hermana menor, jamás molestó a Marky pero le pidió que tampoco lo hiciera, por si las dudas...

El beso entre las dos iba subiendo de nivel, Mei sabía que no debía tocar el cabello de Darcy, se lo repitió hasta que la bully entendió.

Darcy empezó a deslizar su mano bajo la falda de esta, dando masajes en aquel lugar haciendo que Mei emitiera leves gemidos que la otra callaba a besos.

Al principio del trato solo eran besos cortos, pero pasaron de besos simples a unos más profundos y de profundos a manoseos. Pero para Mei las cosas necesitaban subir de nivel, y como la de ojos rojos jamás se opuso los limites eran escasos. Las únicas reglas eran estas tres.

1. No hablar de esto con nadie.
2. No desarrollar sentimientos.
y 3. Nada fuera de la escuela.

Sin contar que obviamente el "No romper el trato" pero ese estaba de más.

Los primeros días Darcy se sentía asqueada pero acabó por entender que solo así se dentendría y terminó por convencerse de que el fin justifica los medios, sin contar que poco a poco empezaba a disfrutar aquellos encuentros, al menos eran dos veces por semana. Y mentía si todo ese trato no la exitaba.

Se lamentaba un poco de que toda esa aventura estuviese cerca del final ya que pronto se irían. No le dijo nada a Mei, no lo merecía, el único interes de ambas era el trato. Quizá Mei también se lamentaría de que su muñeca estuviese cerca de irse y tendría que empezar a "atenderse" sola de nuevo.

Este pensamiento hacia reír a la mayor y hacía que se calentara un poco. Bueno, demasiado.

Al terminar todo Mei fue la primera en salir, se arregló lo más que pudo y se dirigió al baño para terminar de componer su aspecto, Darcy por otro lado solo remangó su camisa de vestir y  se lavaba las manos lo más que podía, se quitó la corbata y la volvió a poner, remangó mejor su camiseta, ató mejor sus cordones y limpió cada rastro de labial en su cuello. Y de esa manera se veia tan limpia como salida de la ducha, nadie sospecharía, nadie las atrapó en un año entero.

Salió de aquel lugar abandonado por personas, la ventaja es que ese era el lugar más olvidado de la escuela, nadie iba allí, unos romoreaban que estaba maldito y otras parejas se besaban en el techo, incluso muchos no sabían de su existencia. Por algún motivo jamás había gente ahí. Era casi espeluznante...

Darcy suspiró y salió de aquel lugar en donde quizá sería su último encuentro.

Las hermanas Wu - AmphibiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora