Tras tu celeste mirada 17

197 19 13
                                    



-Mi nombre es Amity, Amity Blight- Se sentó a hacerle compañía a la niña

Marcy no quería hablar, ya no quería más amigos si estos iban a terminar heridos

-Marcy ¿está todo bien?

-Cómo sabes mi nombre- preguntó sin más ganas que al inicio

-No porque no me hables no significa que seas invisible ¿sabes?. Quería hablar contigo desde hace tiempo pero no me llevo con Waybright

-¿Porqué?- Al escuchar el nombre de su difunta amiga el interés se hizo presente

-No se si deba decirte esto pero... hace unos meses sucedió lo mismo. Como ya sabrás unos  chicos también desaparecieron, Catra, Bow y... unos chicos, eran mellizos... el caso es que ella solía llevarse con ellos. Estaban cansados de que siempre pasara, cansados del miedo así que decidieron ir al bosque a buscar lo que sea que provocara tantas muertes. Estando en el bosque solo se cuentan historias de lo que sucedió pero Waybright afirma con sus palabras que estaban buscando una respuesta, todos pensaban que era un animal hasta que vieron que era un  hombre, tenía una mascara de madera en forma de lobo bañada con sangre seca.  Él mató a todos, solo Sasha vivió para contarlo, ha sido la primera en salir con vida de ese maniaco, unos dicen que ella los mató, otros creen que solo se escaparon de este pueblo y gente como yo creemos la historia, ahora dime ¿tú que crees?.

-No creo que ella sea una asesina Amity...

-Exacto y sobre todo ese fue el inicio de la tormenta...

-¿A que te refieres?- Su voz volvía a tener vida

-¿Nadie te lo ha dicho?- Marcy negó con la cabeza- Marceline... la vida de Sasha fue una tortura después de eso, todos la trataban como un bicho raro, hay quienes decían que traía mala suerte y unos la marcaron de estar maldita. Nadie se le acercaba después de eso, traté de hablarle pero no me miraba ni a los ojos, se sentía culpable porque.... por algo, por todo de hecho, tenía miedo de hablar ya que no era la primera vez, una de la primera victima fue su novia, una chica que a decir verdad.... Se parece mucho a ti, no solo en lo físico si no en la personalidad... Cielos que miedo la verdad...

Por un momento todo hizo click en su mente, por eso era tan amable, por eso se le acercó a ella y no a sus hermanas.

Amity siguió hablando y Marcy ya no escuchó nada más, su mente y emociones estaban en otro lado, con una rubia de ojos celestes.

Esa noche Marcy trató y trató de comunicarse con Sasha pero hablar con los muertos no era su don, era el de Marky y se rehusaba a hablarle de eso a su hermana. Pensó en dormir y soñar con Sash pero no funcionaba así, en realidad no tenía idea de como funcionaba. 

Pasaron dos semanas enteras en las que Amity y Marcy hablan pero esta seguía tratando de soñar con Sasha pero por esas dos semanas no pasó nada, absolutamente nada.

La Luna llamó a la noche y la oscuridad arropaba al frío, los verdosos ojos de una preocupada Marcy se cerraban con cansancio mientras que poco a poco se dormía.

Y estaba ahí, Sasha sentada de espaldas mientras que miraba a la luna, de la misma manera que antes.

-Sasha...

Y por primera vez Sasha se voleó a verla, su celeste mirada seguía ahí, no estaba viva pero seguía ahí. Con su negra guitarra y con la misma melodía que antes, la melodía creada por ella.

-Hola Marcy... ¿Cómo has estado?- La ojiverde se acercó hasta su lado y se sentó acompañándola- Las cosas por aquí son muy tranquilas ¿sabes?, nunca amanece de este lado lo que significa que siempre puedo ver estas hermosas estrellas mientas que mi guitarra me acompaña. Hace mucho frío y se me congelan los labios pero te acostumbras. ¿Qué tal estas allá?

Marcy no podía pensar, odiaba mirarla así, odiaba saber que estaba muerta y justo ahora ni siquiera estaban vivos esos ojos, ese corazón ya no latía en su plano existencial y la mataba por dentro.

-Se lo de tu novia... y tus... amigos... yo... lo siento- agachó la cabeza y evitó la mirada de Sasha

La rubia despego la mirada de Marcy y miro la eterna Luna, se acostó en el frío césped e invitó a unirse a la de verde mirada.

-Marcy acuéstate aquí, vamos, ven.

La chica obedeció de inmediato y miró hacía las estrellas, cada una de las constelaciones estaban mal puestas, los dibujos eran una versión bizarra de la verdad, las líneas no tenían sentido y por más que intentaba no consiguió formar un dibujo coherente.

-La verdad es que no planeaba decirte -emitió una risa- las cosas del pasado me conectaban con el presente y no quería que pensaras lo mismo que el resto sobre mi y sobre mi novia... bueno, lo siento pero es algo que jamás superé y tú... perdón, no debí usarte así... ¿podrías perdonarme?

Marcy no lo dudo pues necesitaba ese abrazo de despedida desde hace meses, al separarse del abrazo dijo entre lagrimas lo mucho que la extrañaba, lo mucho que extrañaba ese celeste.

-¿Cuándo vas a volver?

-Linda... sabes que eso no pasará... ¿Porqué mejor en lugar de pensar en toda la tristeza mejor no escuchas como va mi pieza musical?

Marcy asintió y la guitarra sonó

Por amor al arte, dejaron de escribirse historias para contarte
Se secaron los mares de sueños para despertarte
Por amor al arte la noche se hizo de día
Borrando la oscura sombría de tu soledad
Por amo al arte la Luna se bajó del cielo para consolarte
Las nubes dejaron paso al Sol para iluminarte
Por amor al arte tu vida ya no era tan fría
Y dejaste de sentirte vacía por tu soledad

Y apareció en tu vida la chica de tus sueños
Tu princesa herida y ella curó tu infierno
Lo que tú no sabías que aunque nacieras princesa
No querías un Romeo esperabas a Julieta
Nadie supo explicarte por qué la querías
Que el hombre de tu vida se llamaba María
Pero escúchame amiga si ella también quiere amarte
No hay que darle más vueltas, yo sé que es por amor al arte....

La melodía se detuvo y Marcy estaba llorando, cada palabra de la canción le había llegado, le llegó porque tampoco a ella nadie se lo explicó, solo le decían que estaba mal pero afortunadamente su familia nunca la juzgo. Era un momento tan mágico pero la vida seguía siendo la misma.

Sasha hizo que la menor se apoyara en su pecho y la tranquilizó.

-Y eso que aún no esta terminada... voy apenas por la mitad... La próxima vez que te vea de seguro la tendré lista, entonces la podrás escuchar y llorar como se debe.

Marcy asintió y se durmió en su pecho, su respiración se sincronizó con la otra y también se durmió.

y despertó de un sueño que parecía sacado de un cuento.

Las hermanas Wu - AmphibiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora