Aeropuerto #4

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Ya habían llegado. Salían del aeropuerto.

Las miradas no se hicieron esperar.

No era raro, gente de todas las razas estaban. Asiáticos, Latinos y hasta Africanos. Pero había algo que ellas no notaron...

Quizá no lo había mencionado antes pero las cuatro eran muy hermosas. Darcy caminaba con elegancia. Marcy a pasos torpemente tiernos. Marky como si fura la única en el mundo pues lo hacía con tanta seguridad que cautivaba las miradas mientras que los pasos de Regina eran como una modelo.

Al salir un chico esperaba a la familia, era él novio de Regina. Él junto con su familia las esperaban. Tal parece que ellos habían ayudado a las chicas a conseguir el trabajo de Regina en la empresa de su padre e incluso les había ayudado a conseguir un departamento para las chicas.

—Amor— Abrazo el chico a su novia — Pensé que jamás te vería en persona de nuevo

Habían tenido una relación a distancia desde hace ya dos años. Si se conocian cara a cara ya que se habían enamorado en uno de los viajes del chico rubio hacia Taiwania.

—Ahhh las famosas Wu, es un placer— Dijo la madre abrazando a las chicas

— Somos los padres de Zack—Extendió la mano el padre— Un placer señoritas— Las chicas estrecharon una a una la mano

Los padres de Zack las guiaron afuera. Era de noche y estaba poco iluminado

— Hay alguien que las quiere conocer, Sasha, querida, podrías ser cortes y saludar— Se escuchaba más como una orden que una pregunta

Una chica se acercó a las tres. Por la falta de luz no se pudieron ver las caras. Solo se guiaban por las voces

Al mirarlas con la poca luz que tenían permitida no pudo evitar pensar en mil cosas ¿Estos eran los hermanos de la chica de su hermano? ¿Eras gemelos todos? ¿porqué se parecen tanto y a la vez no? Tienen lindos ojos pero... Espera... ¿Ese chico tiene ojos rojos? ¿AHHH?

Pudo notarlo porque a pesar de la escasa luz la luna hacía reflejo en ellas y por ende sus ojos brillaran como el de los depredadores en plena cacería a mitad de la Luna llena.

—Sasha, te presento a tus cuñadas—sonrió Regina— Darcy, Marky y Marcy — Las había nombrado de mayor a menor— Chicas, saluden

¿Chicas? ¿Él chico lindo de ojos raros era chica?

—Darcy Wu linda, para servirte— Sonrió de manera coqueta inconscientemente mientas extendía su mano que la otra estrechó

—Marky Wu a tus ordenes— Sin contacto físico. Solo una reverencia.

La menor de todas estaba detrás de sus hermanas con miedo y vergüenza.

Las chicas habían empezado a hablar con la mencionada pero no entendió una sola palabra. Era en otro idioma

—¿Marcy qué ocurre?— Marky miraba a la chica con preocupación

—No es nada—Darcy habló— Solo esta nerviosa tonta, Marceline, será mejor que saludes y no la hagas esperar—Ordenó

—¿Cuál es tú maldito problema Darcy? Marcy ni te ha hecho nada, esta jodidamente nerviosa es otro puto país y de las tres ella es la que más miedo tenía—Gritó en voz baja —Solo deja de joderla un rato

Y otra pelea había iniciado, en frente de los padres y Sasha, por suerte no entendían nada pero era evidente que estaban peleando hasta que Regina las sentencio y regañó por igual. Al final Marcy tenía los ojos llorosos, no podía evitar pensar que era su culpa y ahora sus padres las odiarían. Esta casi llorando se abrazó de la espalda de Marky mientras que la chica de mirada plateada la calmaba.

Sasha estaba muy intrigada por todo, quería saber el motivo de la pelea. Regina se disculpó por sus hermanas y los padres entendieron sin problemas. Las llevaron en su carro al lugar donde se quedarían, una vez todo iluminado Sasha pudo ver con claridad a las trillizas. Pero esta vez de verdad.

Darcy, una chica con un estilo único, amante de lo pulcro, sus rasgos asiáticos eran encantadores, su cabello peinado hacia atrás con mechones saliendo, su vestimenta era
una camisa de gala blanca desabrochado tres o dos botones dejando ver algo de sus clavículas, bien fajada en sus jeans muy negros y un citurón negro con botas cafés.

Marky era lo contrario a su hermana. Se veía que era un alma libre y cansada. Su cabello era más largo y suelto, le llegaba hasta las orejas, era lacio y negro, como el de las tres, sus ojeras eran muy notorias pero le daban cierto encanto junto con su pálida piel, su camisa era gris sin mangas, llevaba unos pantalones cortos y a la cintura una chaqueta amarrada, junto con un gorrito de lana naranja que destacaba sobre todo su opaco aspecto, incluso sus ojos plateados eran divinos.

Y la menor, su cabello peinado de manera femenina, un broche verde en este, en su camisa llevaba una frase en manuscrita, "Dare to fail" atrevete a fallar, no pudo terminar de analizar a la chica puesto que algo le llamó la atención.

Miro una dulce escena en la que la mayor sentaba a la menor en una parte del sillón, la otra se quedaba de pie mientras al parecer se disculpaba y limpiaba sus lágrimas. Luego besó su frente y la dejo con su otra hermana.

Se acercaba hacia ella de manera elegante y con una mirada seria empezó a hablar

—Sasha ¿Cierto?—La rubia asintió — Disculpa todo el escenario de hace un rato, mi hermana menor realmente estaba nerviosa y la presioné de más... Fue mi culpa, espero y no te hayamos dado una mala impresión, esto no es el diario—Mintió— Su nombre es Marceline y como pudiste notar es la más timida de las tres—dio una leve pausa

Pensó por unos segundos lo que iba s decir, lo pensó con delle— ...De verdad gracias por todo... —no la miró a los ojos, estaba viendo a sus hermanas— Gracias Sasha...—casi susurró

En todo el tiempo la rubia no había hecho más que mirar y asentir con cada palabra. Cada una tenía un brillo encantador, eran la misma persona en diferente presentación.

Estaba intrigada... ¿Cómo podían ser tan iguales y diferentes a la vez?

Estaba la chica tierna, la fría y la ruda con aspecto de no haber dormino en su vida. Todas exactamente iguales. Sería divertido verlas en la escuela...

La diversión para la rubia apenas comenzaba...

Las hermanas Wu - AmphibiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora