Capítulo ocho

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-Cinco Hargreeves-

-Eres un completo fracasado -habló el dichoso hombre que tenía como "padre". Solamente suspiré mientras metía ropa en una mochila- No es posible que tu única responsabilidad no cumplas, reprobar las materias, es el colmo.

-¿Que se supone qué has estado haciendo en este tiempo? -continue doblando y metiendo la ropa- Me das vergüenza, no has estado haciendo nada por tu vida, cada vez te ves de lo peor, como todo un idiota fracasado, eso eres -apreté la mandíbula-

-Ya me lo has dicho antes -mencione-

-No me interesa, quiero que te quede claro lo que eres, Niño. No serás nada en un futuro, honestamente no creo que llegues a los 20 -rió burlón, suspiré y sin más escuché la puerta cerrarse. Me senté sobre mi cama-

-Idiota -dije viendo mi reloj sobre el mueble al lado de la cama. Lo tome entre las manos y lo aventé contra mi ropero. Se rompió- carajo, ni siquiera soportas un golpe

Camine hacia este y comencé a levantar las piezas. De alguna manera, no sé cómo pero en verdad lo agradezco, escuché la puerta principal, voltee, tome la mochila y corrí hacia abajo para abrir, no quería sorpresas

Fue demasiado tarde, él estaba frente a ella, mierda. Me acerque rápidamente

-¿De nuevo tú? -habló el señor frente a mi chica- ¿ahora que?

-Papá déjala, seguro se equivocó de dirección -dije viéndola, esta me veía nerviosa, quizá creyó que él ya no estaría aquí- ya vete -hablé frío, en verdad espero no se lo tome a mal-

-¿Vienes a verlo a él? -me señaló- ¿a mi hijo fracasado? -lo mire de reojo-

-Es el único que tienes -hablé entre dientes-

-¡Y me avergüenzo de eso! Preferiría un perro antes que a ti -apreté la mandíbula nuevamente-

-Habló enserio, este Niño -me señaló- es una completa vergüenza, marica y fracasado, ¿puedes creer que ni siquiera ha salido con alguna chica? -preguntó burlón mientras se acercaba a ella- y tú... niña... ¿gustas pasar? -la abrazo de lado. Adaliah estaba inmóvil, empuje a mi padre haciendo que la soltara- ¡Cuidado Niño! -me señaló y cerré los ojos al punto de casi sentir un golpe sobre mi, pero no fue así. Escuché su carcajada- ¡Marica! -gritó burlándose de mi acto-

Me tenia en un trauma completo con los golpes...

-¿No le parece que está demasiado grande para burlarse de un adolescente de 17 años, señor? Me parece muy maduro de su parte que haga eso, y sobre todo cuando se trata de su propio hijo -habló sarcástica la pequeña Adah viendo a mi padre-

Cariño mío, ¿qué haces?

-¿Y tú por qué te metes en conversaciones ajenas, mocosa? -habló volteando a verla- pero sabes algo, este idiota no es mi hijo, lo único que me hace sentir es vergüenza -se rió de mi- y no quiero eso. De echo -continuaba riendo- fue un error -fruncí el ceño, honestamente me sentía incapaz de decir algo, no me interesaba realmente, sus palabras no me importaban-

Quería llorar

Mi propio padre

¿𝘕𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘪𝘯 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭? |𝐅𝐇.Where stories live. Discover now