Kasumi está decidida a darle fin a la pesadilla que vive junto a Shizuku, alguien quien creyó que la amaba.
Aclaraciones:
1.- Los personajes principales son del spin-off de la serie Love Live (Love Live Nijigasaki).
2.- La historia no me pertene...
Caminaba cerca de la alberca de la escuela. Un lugar solitario donde casi nadie iba a esas horas.
Se sentó en una banca del lugar y sacó su libreta y un lápiz. Hojeo su cuaderno hasta encontrar una hoja en blanco y cuando la encontró, tomó su pluma para empezar a dibujar.
Su vista se encontraba en aquel papel blanco. Ese día no había sido el mejor. Sus madres le habían dicho que dejara a Karin, su mejor amiga Yuu le recomendó que no se acercara a ella, que la lastimaría.
No quiso saber más.
Kasumi siempre confió en Karin y jamás toleraría ningún comentario que borrara esa imagen tan linda que tenía sobre la peliazul.
Pasaron dos horas ahí. Kasumi miraba de nuevo la piscina enfrente de sus ojos. No había nada interesante en ella, más que el simple chapoteo, o las pisadas que escucho al instante. Eran pisadas desesperadas que la hicieron sobresaltarse. Podría tratarse del encargado de limpieza o de las alumnas del club de natación. Cualquiera de las dos de daba un poco de miedo, así que fue a esconderse detrás de una pared.
Escucho risas. Y unos cuantos chasquidos. Su mano se dirigió hacia el extremo de la pared donde estaba recargada, y sacó un poco su cabeza para observar. Aquello que vio la dejó helada.
Su corazón se rompió al instante. Sus manos temblaron sobre si y su lobo aulló de tristeza.
Karin:-¿Quieres que te toque bajo el agua?-. (propuso la alfa de cabello azulado, mientras acercaba a Setsuna Yuuki hacia ella).
La omega cerró sus ojos ante la imagen asquerosa de la beta y la alfa besándose. Salió rápidamente por el corredizo que se encontraba justo detrás de aquel lugar.
Lloro a mares, la lluvia no la dejaría en paz. El frio clima sobre sus mejillas estaban haciendo que sus lágrimas acuosas desaparecían entre la lluvia. Sus libros que los llevaba sobre sus brazos empezaron a mojarse. No pudo caminar más, se tiro en el suelo a unos metros del aula. Abrazo sus piernas, se escondió entre estas tratando de pensar que todo fue un sueño.
¿?:-¿Kasumi-chan?-.
Una gruesa voz se empezó a escuchar a unos metros de ella. No quiso despegar su cabeza de sus rodillas. Se mantenía firme a su idea. Fue tomada sin previo aviso y acogida entre unos calientes y acogedores brazos. Se sintió protegida y ya no sentía angustia. Quedó dormida a lis minutos sin saber quién la había recogido.
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Tomo su abrigo café, levantándose del comedor donde llevaba horas trabajando en un guion para una obra escolar. Tomó un sorbo y se estiró ahí mismo, mientras miraba hacia las escaleras que daban a su cuarto. Dejó el café de nuevo en la mesa y subió las escaleras lentamente.
No quería asustar a la persona que dormía en su cama. Realmente se alegraba que la encontrará, pues ese día, ese día el celo de la omega había iniciado en plena lluvia.
Paso al cuarto y la encontró ahí mismo tomándose las piernas de nuevo y mirando con nervios a su alrededor. Ambas ya se conocían.
Kasumi:-¿Shizuko?-. (preguntó tratando de levantarse de la cama. Sin embargo solo logró obtener un pequeño gemido de lo más profundo de su ser).
Se sentía viscosa y mareada. El olor de la alfa la estaba volviendo loca. La ojiazul se aproximó y la atrapó entre sus brazos.
Shizuku:-Espera un momento ¿sí? traeré supresores del supermercado-.
El celo de la chica fue muy imprevisto. No había tenido tiempo de ir al supermercado, no quería dejarla sola y menos dormida. La dejó de abrazar y empezó a caminar hacia la puerta. Kasumi se sobresaltó y fue hacia ella, tomándola de su pálida mano y ronronear sobre ella.
Kasumi:-Alfa, ayuda, por favor-. (su voz salía más melosa de lo normal).
Shizuku sabía controlarse muy bien con los omegas. Se podría decir que ningún olor le afectaba. Era inmune a las feromonas. Sin embargo, no sintió lo mismo con la pequeña peligris frente a ella, la cual pedía mediante ronroneos aquella propuesta un poco indecente.
Kasumi:-Por favor-.
La castaña jamás quiso lastimarla. Era alguien fuerte para soportar todo aquello. Aquellas feromonas, pero su lobo se debilitó ante el chillido, su omega la llamaba.
Y eso la dejó más que confundida.
Suspiro y se acercó hacia la cama para tomarla de sus manos y besando estas delicadamente. Beso tras beso hasta llegar a su blanco cuello, donde llevaría su marca.
Ese pensamiento le hizo ponerse dura y caliente al instante. No pudo evitar el capricho de su lobo esa tarde. La tomo esa misma noche, formó su lazo y le dio su nudo sin esperar respuesta o afirmación de la omega. Puede que al momento se hubieran arrepentido. Pero no tardó mucho tiempo para que un año después y lejos de aquella persona que le hacía daño a Kasumi, Karin, fueran a vivir a las afueras de la ciudad. En un bonito hogar forjado por Shizuku.
Estaba feliz de tener a su cachorra y a su omega juntas. Sería una farsa si se dijera que todo fue sencillo. En cuanto se enteraron de que Kasumi había quedado en cinta, hubo problemas tras problemas. Los celos de Karin se hicieron presentes y una faceta que Kasumi jamás había visto. La madre de Shizuku siempre trató de alejar a la omega de la alfa con chantajes.
Pero, después de todo. Y a la vista de la alfa menor todo iba bien. Kasumi no había seguido sus estudios de universidad, y aquello hacía sentir mal a su alfa, que bien, sabia de los sueños de la peligris.
Es por aquello que la alentó a seguir y en un año y gracias a muchas personas lograron que esta se graduará en repostería.
Kasumi:-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti-. (la omega llevaba un pastel de chocolate entre sus manos. Lo puso delante de la niña siendo vista por muchos pequeños compañeros delante de ella. La pequeña soplo a la vela que el pastel tenía y empezó a aplaudir mientras reía).
Shizuku:-¡¡2 años! wow, estas creciendo campeona-. (Shizuku beso la mejilla de su hija y la cargo).
Keke:-¡Ya estoy grande, mami!-. (gritó la pequeña con felicidad, dejando a la vista sus pequeños dientes, de los cuales sus encías eran notorias).
Shizuku:-¿Qué deseo pediste bebé?-. (preguntó la castaña sosteniendo la mano de Kasumi, su omega).
Keke:-Que siempre estemos juntas...Que tú y mami se amen por toda la eternidad-.
