Hacerlo bien.

Capitulo 2.

Aegon II Targaryen.

Le resultó fácil saber en qué año había caído. 122 D.C; tiene diez y cinco años, su hermana debería de tener tres y diez, su hermano dos y diez, y su hermano más pequeño solo debe de tener siete.

<Son tan jóvenes...>

Él se lamenta. Sus hermanos son tan jóvenes y pasarán por lo peor en el futuro que ni ellos saben, al menos para Aemond y Helaena. Su hermana-esposa es la más inocente de todos, ella, que nunca se involucró en nada de esta guerra, tuvo que pagar con la sangre más inocente. Al final desecho su vida a tan temprana edad por el dolor en su corazón.

Por otra parte, Aemond y él no eran tan inocentes, tuvieron sus propias muertes de personas inocentes y eso es lo que los hace víctimas en circunstancias, pero no de la historia misma. Pero ahora eso sería diferente, él los protegería, incluso volaría con su dragón y le tiraría esa maldita corona en la cara a su hermana, para que ella viera que no eran una amenaza. Pero hay que ir por pasos, todavía falta para eso.

Daeron estaría ahora mismo en su habitación, alejado de todos ellos como una sombra, hasta que cumpliera los 12 años y fuera enviado a Antigua para ser el copero y escudero de Lord Hightower.

Le consuela saber que al menos uno de sus hermanos no cayó en las enredaderas de su madre y pudo hacer su propio camino..

Dejando eso de lado, ahora tiene que idear un plan. En dos semanas es el entrenamiento donde Jacaerys y él lucharán, y en donde Ser Harwin golpea a Ser Criston por acusarlo de ser el padre de los niños. Es el mismo día en el que Ser Harwin se va y en el que muere, pero si él puede detener eso, tal vez sea una ganancia para los Black; El padre de Jacaerys, Lucerys y Joffrey estaría vivo para protegerlos de todo lo que se avecina.

Esa es la primera parte del plan, la segunda sería que su hermano no consiguiera a Vhagar, así los verdes pierden un punto importante. La tercera es que él no se case con su hermana e impedir eso a como de lugar. La cuarta que su hermana se siente en el fucking trono y que él junto con sus hermanos puedan vivir lo más lejos posibles de ellos, y ser felices.

<Ese sería un sueño hecho realidad, pero tendré que hacer todo con mucho cuidado si quiero lograrlo.>

Con determinación en su cuerpo, comenzó a poner en marcha su plan maestro. Salió de su habitación ya arreglado y camino hacia el campo de entrenamiento, luego iría a ver a Sunfyre, pero ahora tenía que ir al campo. Cuando llego ahí, no había nadie, se lo esperaba en cierto modo, ya que todavía no era hora de entrenar, pero no era por eso que estaba ahí. Él estaba ahí por una persona en particular, Ser Harwin Strong, el padre de sus sobrinos.

Ser Harwin estaba preparando las cosas para cuando sea el entrenamiento. Él verlo ahora, se le hace un poco más fácil saber que sus sobrinos eran hijos del hombre delante de él, ya que Jacaerys se veía casi igual que Ser Harwin. Era más en aspecto físico y de estatura que de rostro, pero aún tenía algo del caballero. Lucerys también se parecía al igual que Joffrey, pero era Jacaerys el que más era compatible con el hombre de gran musculatura.

Se pregunta si su padre se hizo el ciego por el gran amor que tenía por su primogénita, algo que ni siquiera él o sus hermanos tenían. Lo cual él entiende, sus padres se casaron por deber y no por amor, no como la antigua reina Aemma Arryn y su padre lo hicieron. Así que básicamente entiende por qué Rhaenyra es la favorita, es lo último que la Antigua reina dejo antes de morir. Pero eso no lo hace más fácil de llevar, porque deja en claro que nunca fueron realmente hijos amados y que solo son nacidos de un deber.

<Lo que sea, hace mucho que me dejaron eso en claro.>

Estaba tan sumido en su pensamiento que no pudo ver cuándo Ser Harwin se encontraba delante de él.

-¿Príncipe Aegon? ¿Se encuentra bien?.- la voz algo ronco hizo que saliera de sus pensamientos y que mirara al gran hombre que se encontraba delante de él.

-¿Qué? Oh, sí. Si estoy bien.- fue todo lo que pudo artículo su lengua por la sorpresa en la que fue tomado. Parece que eso no fue suficiente, ya que Ser Harwin lo miraba sin poder creer en su palabra.

-¿Está seguro, príncipe?.- la pregunta hace que se sienta incómodo y no sabe cómo responder. Nunca le habían preguntado si estaba bien, y si lo hicieron, al tener una afirmación no volvieron a preguntar más, así que esto es nuevo para él.

-Yo... No quiero ser rey, Ser Harwin.- dice antes de que siquiera pueda procesar lo que estaba diciendo. Rápidamente, lleva una de sus manos a su boca y mira sorprendido al caballero, el cual parecía igual de sorprendido que él.- N-no, no es lo que quise decir. No, no lo es.- repetía asustado, ya que el castillo tiene oídos en la pared y tal vez su madre se entere y él... Lo pagaría muy caro si su madre se llegará a enterar de lo que dijo.

-Shh, está bien, príncipe Aegon.- Ser Harwin se había arrodillado para poder ayudarlo en su ataque.- Tiene que respirar, hago lo mismo que yo. Eso, así es.- sigue las instrucciones de Ser Harwin y a los pocos segundos puede respirar de nuevo. Sus ojos estaban borrosos por las lágrimas acumuladas y el dolor en su cabeza es tan intenso que no tiene idea de lo que está diciendo.

-Lo siento, lo siento. No es lo que quise decir, madre...-

-Prínci...-

-Lo siento, lo siento.- se disculpa mientras las lágrimas caen. Ser Harwin parece preocupado y confundido por las disculpas, pero él sabe por qué se estaba disculpando.

<Perdón por usurpar algo que no era mío, perdón por ser una mala persona. Perdón por haber asesinado a mi misma sangre y por no haber protegido a los que quedaban. Lo siento, lo siento...>

-Príncipe, por favor, tiene que calmarse. No entiendo lo que está sucediendo.- Ser Harwin cómo buena persona que siempre ha sido, me lleva a sus brazos y me abraza para poder calmarlo. Lo que hace que él se quede como quieto como piedra, nunca había recibido tanto afecto, al menos no desde que él tenía 6 años.

<Se siente cálido...>

Se queda unos segundos más en los cálidos brazos del caballero, para luego separarse y secar sus lágrimas con la manga de su camisa.- Lo siento, Ser Harwin, le muestre algo inaudito para un príncipe. No volverá a ocurrir.- su voz sale sin emoción alguna, se ha puesto su máscara de persona que no le importa nada.

Se levanta y comienza a caminar con rapidez hacia donde se encuentra Sunfyre, él necesita estar con ella. Deja atrás al aturdido caballero que lo mira con una gran preocupación y aturdimiento.