Hacerlo bien.

Capitulo 17

Aegon II Targaryen.

Cuando llegan a sus aposentos, lo primero que su pareja hace es estamparlo contra la pared, mientras un beso profundo conectaba sus bocas. Él gime ante la acción y gustosamente lleva sus brazos hacia el cuello de Jacaerys, para luego atraerlo más hacia él. El beso es tan caliente que puede sentir su pene mojando sus pantalones con su semilla, pero también siente la emoción de un dragón mientras él y su sobrino, ahora su esposo, se devoran para ver quién tendrá el control.

Al final él ganó por el simple hecho de que tenía más experiencia que Jacaerys, disfruto el hecho de estar consumiendo a su sobrino solo en un beso voraz. El aire se acaba y se separa para recuperarlo, en eso apoya su frente con la de Jacaerys y sus ojos índigos se encuentran con los marrones. Su madre siempre había dicho que el aspecto de sus sobrinos eran simples, que sus ojos marrones y cabello de igual color solo eran comunes. Pero para él eran algo más, los ojos de su sobrino son hermosos y nada simples, en especial cuando hay gran lujuria en ellos.

-¿Tan rápido me quieres devorar, querido sobrino?.- pregunta con una sonrisa y eso hace que Jacaerys soltara un gruñido realmente muy parecido al de un dragón.

-Hago tío. Quiere devorarte en ese momento y saciar la lujuria que he estado aguantando desde hace un año.- siente como la erección de Jacaerys se frota contra él y no puede evitar gemir al sentir lo grande que es.

<Dioses, lo quiero en este instante.>

Él lo quiere, pero no dejará que su sobrino lo domestique tan fácil. Es un dragón después de todo.

-Entonces tendrás que luchar por eso, Jace. Porque no te dejaré dominarme tan fácil.- y así, aún envuelto alrededor de su sobrino, lo guía a la cama y caen juntos en ella. Rápidamente, antes de que Jacaerys pudiera hacer algo, él se sube arriba de su regazo para poder dominarlo más fácil. Jace quiere levantarse, pero él lo empuja nuevamente hacia abajo.- No puedes hacer eso, sobrino, tienes que esperar a la parte buena.- con eso comienza a sacarse sus prendas.

-Tío…- un gemido es lo que sale de la boca de Jacaerys al verlo con su camisa medio abierta y cuando su trasero se frota de vez en cuando con la dura erección aún cubierta debajo de él. Siente como las manos suben hacia su cadera y la aprieta con deseo. Eso hace que la lujuria en su interior se vuelva más fuerte.

-Jace, Jace, ¿Estás tan desesperado por mí?.- su sobrino suelta con gemido como confirmación.- Entonces ayudaba a sacarme estás prendas para sentir cuan desesperado está tu cuerpo por mí.- solo con eso Jacaerys rápidamente lo ayuda a sacarse la poca ropa que le quedaba y para que el mismo se sacará la suya, dejándolos así a ambos desnudo como vinieron al mundo.

Sus ojos miran la figura bien marcada de Jace, cuerpo lleno, abdominales firmes, brazos algo anchos y firmes. Se le hace agua la boca por la vista, ya que él no es nada comprado a su sobrino, no tiene la musculatura que el otro tiene por el simple hecho de que no había practicado tanto como sabe que Jace lo hace. En todo caso, él es delgado y con poca musculatura, pero todavía tenía un abdomen firme, solo que no tan marcado. Todo eso lo compensa también con su cara, la cual se había vuelto más hermosa a la comparación del hombre que era antes. De igual forma, ahora está mirando con lujuria el cuerpo de Jacaerys mientras él aún está arriba y desnudo.

-Dioses, eres hermoso, tío.- fue un susurró suave que él contesta besándolo. El beso fue aún más fogoso que antes y hacía que algo en su interior se sintiera arder más que antes, pero no sé concentro mucho en eso, sino que estaba más pendiente en enseñarle a su esposo a como hacerle sentir placer.

-Jace… Me siento tan bien, pero necesito más, necesito que entres en mí.- sus palabras valen un gemido de parte de Jace. Antes de que él pudiera siquiera enseñarle a su sobrino como prepararlo, este ya había llevado sus manos cubiertas con algunas gotas de su semilla hacia su entrada. Se sintió raro cuando Jacaerys metió un dedo, fue algo incómodo, pero luego solo sintió placer.- Jacee, ¿Co-cómo, esto, sabes?.- sus palabras salieron torpes mientras aún sentía el dedo profundizándose más a dentro de él.