Capítulo 12.

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Aegon II Targaryen.

En un abrir y cerrar de ojos ya había pasado cuatro años desde que volvió para arreglar todo lo que salió mal. Ahora tiene nueve y diez años, y no había cambiado nada. Seguía siendo igual de bajo, pero ahora en vez de tener su cabello corto seguía teniéndolo largo y rebelde. Sus hermanos también habían comenzado a crecer poco a poco, su hermana Helaena había comenzado a volverse cada vez más bella en esos cuatros años, su hermano Aemond había comenzado a crecer y era un poco más alto que él, y por último su hermano Daeron quien había comenzado a entrenar para convertirse en un caballero con Ser Harwin.

Por último estaba sus dos sobrinos que también habían pegado un estirón, pero no tanto como pasar su altura o la de Aemond. Sus dos sobrinos se habían vuelto inseparables de ellos, Incluso cuando su madre y su media hermana habían querido separarlos, ellos no se dejaron, ninguno de las dos partes. Desobedeciendo se seguían juntando y pasando el tiempo juntos. Lo que destacaba más era que su media hermana había hecho que Jacaerys pasara más tiempo con su prima, Baela Velaryon y que se separara un poco de él. Lo cual para él estaba bien, su sobrino tenía que concentrarse en su futura prometida.

Jacaerys, por otra parte, no se encontraba nada contentó con lo que su madre quería hacer, por lo visto él también se había dado cuenta de lo que su madre quería que Baela y él tuvieran más cerca. Pero por lo visto su sobrino por segunda vez en la historia, desobedece a su madre para pasar tiempo con él y para pegarse como Sunfyre a su lado. Realmente en esos cuatro años ya se había dado cuenta de los verdaderos sentimientos que su sobrino tenía por él y no sabía que hacer, no sabía si rechazarlo o dejarlo como estaba hasta que las propuestas de matrimonio se hicieran presente.

Las propuestas de matrimonio no se habían hecho por el momento, pero eso solo era cuestión de tiempo a que ocurrirán. Cuando su padre anuncié que es uno de los hijos dorado de la sangre Valyria habrá muchas personas que querrán su mano, incluso sabe que su madre a la primera que se entere lo comprometerá con Aemond. Si bien, puede decir que ‘no’ gracias a qué su padre le dio la palabra de elegir, también quería evitar el enojo potencial de la mujer que lo dio a luz. Así que puede usar a Jacaerys como una ventana de humo, si se casa con Jace puede evitar muchas cosas y más si queda embarazado de su hijo... Pero realmente no sabe si eso sería bueno para su sobrino, si él no arruinaría el maravilloso futuro que tendría cuando gobierne.

Tal vez para su suerte o no, sus hermanos y sobrinos sabían sobre su condición. Cuando él se los dijo, todos estaban sorprendidos, pero a la vez orgullosos y fascinados con él. No pudo evitar una sonrisa, por eso, amaba a esos niños que lo aceptaban tal y como era.

No paso mucho para que la propuesta de matrimonio se hiciera presente, su padre lo mando a llamar y es ahí donde él se encontraba ahora mismo. En una sala junto con su hermana, madre y padre.

-Mi reina, tengo entendido de que hemos estado... Que hemos estado peleando en estos cuatros años. No tiene que ser así, somos familia, así que le propongo que casemos a mi primogénito con la princesa Helaena para dejar esta pelea.- su hermana dice de forma tan serena mientras mira la expresión de su madre, la cual se pone rígida y parecía lista para protestar. Y así lo hace.

-Princesa, agradezco su propuesta, pero mi hija se casará con mi primogénito; Aegon.- se pone rígido cuando su madre dice eso, y tiene un poco de miedo de que todo se repita nuevamente.- Están destinados a estar juntos. Mi rey, ¿Puede dar su favor a este matrimonio?.- su miedo se eleva cuando ve a su padre pensarlo, pero se calma cuando su padre niega con la cabeza.

-Eso no se va a poder, mi reina.- eso pareció dejar a su hermana y madre confundas.

-¿Por qué no, mi rey?.-

-Aegon fue bendecido por los dioses y es un niño dorado de la sangre Valyria.- puede ver cómo su hermana abre sus ojos por la sorpresa y voltea su rostro para mirarlo, él solo puede mirar la mesa como la cosa más importante. Pero sabe cuál es la reacción de su madre cuando su padre dice eso, ella está confundas y lo sabe porque su padre comienza a explicar.- Los niños dorados de la sangre Valyria son conocidos por concebir niños de sangre gloriosa. Los niños concebidos eran más fuertes, más rápidos, más inteligentes y más ágiles con sus dragones. Es por eso que los niños dorados de la sangre Valyria eran regalos de los dioses, regalos que se había extinto hace siglos atrás. Eso fue hasta que Aegon nació.- cuando su padre termina de explicar, él levanta su mirada y nota como su madre parece un poco sin emociones cuando sus miradas se conectan.

-Si no es con Helaena, entonces que sea con Aemond, mi rey.- y ahí está lo que él había temido, que su madre lo quisiera casar con su otro hermano. Pero antes de que él pueda decir algo, su padre es el que habla.

-Aegon se casará con Jacaerys, el hijo mayor de Rhaenyra.- en cuanto su padre dice eso, tanto él como su hermana se quedan impactados, mira a su padre en busca de una explicación al igual que Rhaenyra.

-¿Y por qué es eso padre? ¿Por qué casar a Aegon con mi hijo?.- es una pregunta que él también quiere saber.

Su padre sonríe ligeramente mientras mira a su hermana.- Aparentemente mi nieto tuvo el coraje de venir y pedirme la mano de tu hermano.- escuchar eso lo deja en shock, no pensó que Jacaerys se atrevería a pedir su mano a su padre, puede ver qué Rhaenyra también estaba atónita al igual que su madre. No las puede juzgar, él también lo está y mucho.

-¿Q-qué? ¿Cuándo fue eso?.- pregunto, haciendo que mi voz se haga escuchar por primera vez que inicio la reunión. Su padre lo mira unos segundos para sonreír suavemente.

-Hace cuatro años. Jacaerys vino a mí en busca de una reunión, se la di porque estaba curioso por la visita tan inesperada. Cuando lo deje entrar en la sala lo primero que hace luego de una reverencia es decir fuerte y claro que quiera tu mano en matrimonio. No les puedo negar que estuve estupefacto ante la propuesta. Vi fuego en los ojos de ese niño cuando pidió tu mano, que estaba a punto de decirle que si y terminar con la rivalidad de mi hija y esposa, pero... No podía olvidar que te di mi palabra, de que tú decidieras por ti mismo. Entonces le dije que iba a proponerlo y que tú elegirías si quieres o no.-

-Entonces, cuando dijiste que me casaré con Jacaerys, ¿Lo dijiste para luego obtener mi veredicto de sí querer casarme con él o no?.- su padre asintió ante sus palabras.

-Exactamente. Entonces dime Aegon, quieres casarte con Jacaerys, ¿Si o no?.- se queda en silencio por unos minutos pensando en que responder, una parte de él quiere decir que no. Que arruinaría el futuro de un rey tan prometedor que es Jace, pero hay una parte más grande que dice que si, que puede evitar todo y que los sentimientos que había mantenido tan ocultos dentro de él pueden ser liberados.

Él piensa hasta que se decide. Toma aire y mira a madre, luego a su hermana y por último a su padre.- Me casaré con Jacaerys Velaryon, padre. Por favor dame tu bendición para este matrimonio.- Su padre estalla en risas de alegría y asiente con la cabeza.

-Claro que si, hijo. Cuando Jacaerys cumpla cinco y diez dentro de un año, se celebrará la boda de ambos y todo el reino se enterará de ello.- con la aprobación de su padre, él hace una reverencia y agradece. Luego comienza a caminar hacia la puerta para salir de la sala, incluso cuando está a punto de salir puede sentir la mirada de Rhaenyra y su madre, pero a él no le importa porque ya había decidido y eso era todo lo que importaba.

Ahora irá a descansar en su habitación por la charla tan corta, pero cansada. Luego, cuando haya descansado iría a ver a su audaz sobrino que se presentó ante el rey para pedir su mano.

Realmente un príncipe valiente pero tonto a la vez.

Hacerlo bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora