Capitulo 24.

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Aegon II Targaryen.

Nunca pensó que perdería a sus bebés por culpa de su abuelo, pero se lo tendría que haber visto venir. Su abuelo siempre fue un hombre codicioso que solo quería a su sangre en el trono y no la sangre de su media hermana. Por ende sabía que cuando se casó con Jacaerys por su condición, su abuelo lo consideraría un fracaso y luego una falla total cuando se quedó embarazado con los bebés de su sobrino. 

<Estoy seguro de que está disfrutando de mi dolor, pero también del dolor de Jacaerys y Rhaenyra.>

Aprieta sus labios por ese pensamiento y un gran odio va para el hombre que alguna vez considero una familia. Siente que puede ir con Sunfyre y quemarlo delante del rey o de las personas que estuvieran cercas para ver el acto, pero no lo hará, al menos no era el momento para ello. Porque no había pasado ni dos días desde que Jaehaerys y Jaehaera murieron.

Una parte de él está rota porque pensó que podía llamarlos como sus anteriores hijos muertos. Pensó que tal vez su pequeño Jaehaerys que fue asesinado con tal solo seis, podría vivir esta vez y que su hermosa Jaehaera pudiera sentir que fue amada por él, pero por la culpa de su abuelo y otros señores corruptos le quitaron esa posibilidad. Le volvieron a quitar a sus hijos.

Él estaba harto.

Quiere sangre, justicia por sus hijos.

Quiere la cabeza de Otto Hightower en sus manos y que sea carbonizado por su dragón.

Y él lo tendrá, lo hará de una forma u otra, pero la muerte de Otto Hightower está solo a una palabra suya y de Jacaerys.

Su venganza no se hace esperar mucho tiempo, habían pasado ya dos días desde su pérdida y en esos dos días habían comenzado a destapar cosas de Otto Hightower y sus cómplices. Su hermano les hizo las cosas más fáciles cuando vistió a su padre y le contó todo lo que Otto había estado haciendo por años con ellos, y el cómo él accidente de hace unos días fue su culpa. Según las palabras de su hermano, su padre estaba sorprendido e incrédulo, pero creyó en la palabra de Aemond y los llamaría a todos a una reunión en este mismo momento.

Estaba ansioso por ver el rostro en blanco de Otto, pero sobre todo, estaba ansioso de que el rey dicte su sentencia y los deje hacer justicia por sus manos. Por el rabillo de su ojo puede ver qué Jacaerys también estaba igual de ansioso que él, pero trataba de ocultarlo en sus hermosos rasgos. 

No paso mucho para que una sirvienta viniera y les dijera que el rey los estaba esperando en la sala del trono. Entre todos se habían mirado y habían asentado con la cabeza en un acuerdo silencioso. El camino hacia la sala del trono se le hizo tan largo a pesar de que era tan corto, su ansiedad a querer la cabeza de Otto en sus manos también lo ponían impaciente y se tuvo que abstener de correr para llegar al lugar. 

Cuando llegaron lo primero que ve es a la mano del rey de rodillas junto con dos guardias, siente una gran satisfacción en su ser por ver ello y sabe que no es el único. Ya que Jacaerys junto con Lucerys y sus hermanos también están sintiendo ese sentimiento, eso se les notaba en sus ojos llenos de fuego. 

Una vez en frente de su padre, él se pone al lado de su esposo y agarra su mano para tener la fuerza suficiente para hacer lo que tengan que hacer. Siente el pequeño apretón que Jacaerys le da en forma de apoyo y eso lo hace sentir un poco más relajado de lo tenso que se encontraba cuando entro al lugar.

-Hoy estamos aquí para sentenciarte por las horribles cosas que hiciste en contra la de corona y de la familia Targaryen, mi mano.- la voz de su padre a pesar de estar débil era firme y dura.- Fuiste mi mano por tantos años que nunca espera que traicionaras a la corona de ese modo. Ir en contra de mi heredera, la princesa Rhaenyra Targaryen, tu reina algún día; Quisiste sabotearla de muchas formas junto con otras casas. No solo eso, hiciste que mis otros hijos tratarán de ir contra su propia sangre, su hermana y así dividir nuestra familia. Sin olvidar de que estuviste involucrado en el incidente de hace dos días que les costaron la vida a mis pequeños nietos; Jaehaerys y Jaehaera.- Aprieta la mano que todavía estaba siendo sostenida por Jacaerys con fuerza al escuchar los nombres de sus bebés, pero deja que su padre siga hablando con la voz helada y llena de desprecio hacia su antigua mano.- ¿No he hecho lo suficiente, Otto? Hice a tu hija reina, tus nietos muchachos fuertes, tu nieta, una hermosa mujer y felices con sus vidas tal como estaban. ¿No fue suficiente para ti con ver cómo ellos eran felicidades? ¿Estabas tan cegado por tu codicia que no veías que solo lo haces infelices?.- Su padre termina de hablar y espera alguna respuesta de Otto, pero no recibe ninguna.

Cuando parecía que su padre estaba por hablar de nuevo, las puertas del lugar se abren con fuerza y la persona que entra es la que había esperado que viniera; Su madre. Es su madre la que viene a salvar a su abuelo a pesar de todo lo que ha hecho.

-Esposo, ¿Qué es lo que está sucediendo?.- su madre pregunta mientras camina rápidamente y ve a Otto de rodillas con dos guardias.- ¿Por qué mi padre está resguardado?.- 

-Su padre se encuentra culpado de ir en contra de la corona, en querer usurpar el trono que le pertenece a mi primogénita y en querer poner a sus hermanos en contra de ella.- su padre se detiene un momento de hablar y espera ver la reacción de su madre, la cual fue lo que todos habían esperado. Una negación total.

-Mi padre no...-

-También se encuentra culpable junto con otras personas por el incidente de hace dos días que causaron las muertes de tus nietos, mi reina.- interrumpe a su madre para decir eso y darle una nueva oportunidad a su madre. Ella parecía sorprendida por lo último que dijo su padre, mira a Otto y por primera vez ve una emoción de desprecio bueno, con enojo en lugar del miedo o sin emoción habitual.

-¿Tú, hiciste qué?.- su madre le pregunta a Otto con tanto veneno que sorprende a todos en el lugar, pero más a él. No esperaba que su madre le hablara así al hombre que la controla desde hace años y al que le tiene miedo.

-Alicent, tienes que...-

-No, no, cállate en este momento. Quiero que me des una explicación de lo informado, ¿Tuviste que ver con la muerte de mis nietos? ¿El dolor de mi hijo?.- su madre mira a Otto con más desprecio y enojo, lo cual le sorprende al igual que a Otto por lo visto. El hombre mira a su madre y aprieta su mandíbula para luego hablar.

-Yo... hice lo que tenía que hacer.- algo dentro de él comienza a quebrarse por las palabras del hombre. ¿Hizo lo que tenía que hacer? ¿Asesinar a sus bebés era lo que tenía que hacer?.

-Oh, dioses, lo hiciste. Nunca pensé que llevarías esto tan alto, que dañarlas a tu sangre de esta forma tan vil. Pero debí haberlo esperado, siempre fuiste codicioso y no dudarías en hacer lo que sea necesario para tener lo que deseas. Pero aun así no pensé que dañarías a mis niños y no dejaré que te salgas con la tuya por esto.- su madre mira a Otto con gran frialdad y mira a su padre con ojos decisivos.- Has lo que tengas que hacer, esposo. Si mi hijo junto con el príncipe Jacaerys quieren justicia por su propia mano, entonces dásela.- ella dice para ponerse al lado de sus hermanos, los cuales la miran como si nunca antes la hubieran visto.

Por su parte está igual que sus hermanos, está cada vez más sorprendido por el actuar de su madre, pero una parte de él está algo... Feliz o complacido de que ella los haya elegido a ellos en esta vida, a él. O tal vez ella siempre los había elegido y los cuidaba, pero Otto tuvo que ver con todo y por ello su madre nunca se los había demostrado de nuevo cuando crecieron. 

No lo sabe con certeza, no sabe nada aparte de lo que ya ha vivido y realmente no fueron cosas lindas, pero está feliz de que su madre los ame. Al menos si es en esta vida que lo hace.

Hacerlo bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora