Mierda.
Jungkook vio el mechón de rubio cabello revolotear mientras el hombre a su lado exhalaba, haciéndolo flotar antes de descansar sobre su suave piel.
Durmiendo así, Taehyung era suave.
Frágil.
Recordándole al niño que una vez le había sonreído.
En cualquier momento, Taehyung se despertaría y él vería el fuego que vivía dentro de él en esos ojos ardientes.
Esos ojos siempre le habían hecho mucho por sus adentros.
Cuando era niño, él no había entendido cuál había sido la pesadez en su pecho.
Como hombre, él estaba aprendiendo.
Lo había mirado con las garras descubiertas al mundo, su odio, su calor, y ahora su corazón, todo suyo para tomarlo.
Taehyung lo desarmaba, este hombrecito con el alma de un guerrero.
Él era un tipo inteligente, pero el cerebro de Taehyung no se parecía a ninguno que hubiera conocido, y ocasionalmente lo hacía sentir como un idiota.
Eso no le importaba ni un poco.
Pasó un dedo suavemente sobre su hombro, maravillándose de la suavidad de su piel intacta, hasta su estómago, sus labios curvados. Sabía que Taehyung se hundía el estómago a veces, tratando de aplanar el pequeño vientre que tenía.
Taehyung no lo sabía, no entendía que Taehyung podía
ganar centímetros y seguiría siendo la cosa más hermosa que él había visto en su vida.Y para ser un doncel tan inteligente, todavía lo hacía dudar que lo hubiera elegido una y otra vez.
Él.
Taehyung había besado sus manos bañadas en sangre, tocado sus cicatrices ganadas por el dolor y lo miraba para ver solo al hombre.
Taehyung siempre había sido así, su Taehyung.
Y aunque él nunca había podido darle nada, lo intentaba todos los días.
Si alguna vez Taehyung se arrepentía de su elección, él no quería examinar de cerca lo que haría.
Su teléfono sonó a un lado.
Taehyung se movió, haciendo un pequeño y lindo sonido de irritación antes de asentarse cómodamente en el hueco de su cuello, su respiración calentando su piel.
Él sonrió, revisando el mensaje.
Esta aquí.
Una satisfacción como nunca pensó que encontraría se instaló sobre él como una cómoda manta, calentándolo por dentro. Presionando un beso en su frente, se desenredó de Taehyung y se levantó para irse.
—¿A dónde vas? —las palabras se estrellaron contra su almohada. Joder, él era lindo por la mañana.
—Tengo algo para ti.
Vio como la curiosidad lo superaba y Taehyung abrió un ojo antes de gemir.
— Será mejor que no sea sexo porque te mataré, Jungkook. Te acercas a mi culo durante una semana y te mataré.
Sus labios se crisparon antes de que pudiera ayudarse a sí mismo.
—No te escuché quejarte anoche.
—Lo hice, —Taehyung argumentó, moviéndose hacia arriba, la luz golpeó su cuello y él vio las marcas ensuciando su piel.
La satisfacción lo invadió.
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The predator
Fiksi Penggemar¿Qué sucede cuando una fuerza imparable se encuentra con un objeto inamovible en el campo de la muerte? En el oscuro centro de la mafia, Jeon Jungkook ha sido una anomalía. Como el único miembro sin sangre "real" en el círculo superior de Ddang, él...