❀3

1.8K 262 50
                                    

Salir solo siendo un omega sin marcar era una invitación para que algún alfa te marque o abuse de ti.

Claramente era un pensamiento erróneo. La sociedad estaba cerrada, Jimin estaba seguro que en un futuro habrán más oportunidades para los omegas.

—¿De qué son estos libros? —pregunto Taehyung curioso.

Jimin lo había llevado a la librería.

—Estoy estudiando física —le respondió Jimin. Taehyung llevaba en sus manos los libros para poder pagarlos. Un omega no podía comprar libros por lo que Taehyung debía pagarlos.

—Suena interesante —mencionó. Los pagó y cuando salieron de la librería, Jimin abrió uno oliendo su aroma a nuevo—. Cuando estudiaba me enseñaron un poco de eso.

Lo miró sorprendido, no tenía idea que el jardinero había estudiado.

—Creí que no estudiaste.

—Lo hice, pero no terminé la escuela, no creo que sea lo mío.

Una ligera sonrisa pintó el rostro de Jimin, pareciera que el destino le puso a Taehyung en su camino. Era un alfa bastante lindo.

Dentro del auto, el alfa encendió el auto mientras el omega leía un poco del índice de su libro.

—¿Piensas trabajar de físico?

—Siempre he querido ser un inventor, así que seré un ingeniero.

Taehyung suspiró.

—Serías uno excelente, si tan sólo el sistema no fuera opresivo con los omegas.

—Eso no me va a detener.

Jimin salió de su habitación en short sin camisa. Escuchó las quejas de su padre, pero Jimin corrió hacia la piscina y se aventó un clavado.

—¿Por qué le compraste una piscina? —preguntó el alfa a su esposa.

—Lo extrañaba tanto que quería sorprenderlo —dijo ella—, además está en casa, ¿cuál es el problema?

Con la mirada señaló a Taehyung quién estaba barriendo las hojas.

—Es un alfa.

—No está haciendo nada que moleste a mi hijo —dijo entre dientes.

—No conoces a los de mi especie.

Jimin dejó de nadar y llamó a Taehyung. Él se acercó.

—¿Puedes traerme una bebida del refrigerador?

Frunció el ceño.

—¿Crees que deberíamos contratar a otra persona? —preguntó la omega.

En cambio el padre alfa siguió con la mirada al jardinero hasta que salió de la casa y le entregó una lata de cerveza a su hijo.

—También deberías limpiar el estacionamiento, hay bastantes hojas —pidió Jimin.

Taehyung frunció el ceño, pero asintió con la cabeza.

Jimin sonrió.

[...]

Jimin estaba acostado tomando el Sol mientras Taehyung le untaba bloqueador solar en la espalda.

Él estaba disfrutando mucho, pero Taehyung ya estaba cansado de ser el sirviente del omega. Muchas de las tareas eran tan absurdas como esta o también la de recortar el pasto un centímetro más o la de templar el agua de la piscina. Incluso una vez le llamó cuando el omega estaba en la ducha sólo para que encendiera su radio y de paso le tallara la espalda.

Taehyung era un jardinero, no un sirviente ni amo de llaves.

[...]

Es un alfa encantador —dijo con una sonrisa.

—¿Te parece?

—Sí, pero mis padres le tienen prohibido tener una relación conmigo.

—Bueno, es lo mejor.

Jimin soltó una carcajada.

—¿Por qué es lo mejor? ¿No escuchaste que él cree que mi sueño es genial?

Hoseok del otro lado de la línea seguía sin poder creer que su amigo seguía con esas ideas tan raras después de haber estado en un internado en Londres.

Es una idea absurda.

—No más absurdo que creer que solamente existimos para tener hijos y servir a un alfa.

—Jimin —Hoseok suspiró fastidiado—, esperaba que regresaras de tu internado con mejores ideas.

—¡Claro que tengo mejores ideas! Voy a estudiar y ponerlo en práctica.

—¡Vas a terminar muerto! No existe un futuro para nosotros y el jardinero sólo te llevará a la miseria.

Jimin no respondió y colgó el teléfono. No podía creerlo, bueno, sí podía creerlo de él, porque Hoseok soñaba con ser el omega que todo el mundo quiere que sea.

Jimin estaba harto de todos, quería que algo grande sucediera para que pueda demostrar que podía ser algo más que sólo una fábrica de bebés y un sirviente.

Tocaron la puerta, Jimin no contestó, pero aún así su madre entró. El rostro de su hijo estaba hundido en las almohadas mientras lloraba con fuerza.

—Cariño, ¿todo bien?

—¿Qué quieres?

—Creo que estás siendo exigente con Taehyung y bueno, me gustaría saber si no quieres que contratemos a otras personas.

Jimin dejó de llorar y levantó la cabeza de la almohada para mirar a su madre.

—¿Van a despedir a Taehyung?

—¿Quieres eso?

Jimin negó de inmediato.

—¿Él dijo algo? —preguntó preocupado.

—Sólo mencionó que era un jardinero, no un sirviente.

Jimin se sentó en la cama y se cubrió el rostro apenado.

—No puede ser… —suspiró.

—Bueno, le llamaste incluso cuando no tiraste la basura en su lugar. Tener modales no está de más, cariño, eso no te enseñamos nosotros.

—No quería que esto pasara, sólo le pido cosas estúpidas para que él esté más tiempo conmigo o poder hablarle, no hemos hablado desde que salimos y la verdad es que me da mucha pena.

Su madre miró a su hijo preocupada.

—No te enamores, cariño, tu padre lo despedirá si se entera.

Jimin se mordió la lengua y después resopló soltando una risa.

—¿Cómo podría enamorarme de ese pobre? —se cruzó de brazos—. Sólo estoy bromeando, me cae mal y lo estoy molestando.

Su madre se acercó a la puerta sin antes mirar a su hijo.

—Estoy hablando en serio.

—Yo también, mamá. ¿Alguna vez he mostrado interés en alguien?

—Está bien, cariño, pero tampoco te pases.

—Sí, mamá.

Ella salió de la habitación y Jimin regresó a su almohada para soltarse a llorar.

Era un tonto, le gustaba Taehyung, le gustaba mucho, no quería perderlo. Sus padres no se lo iban a quitar y tampoco él lo iba a alejar.

Jimin iba a conquistar a su alfa.

Jardín ❀ vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora