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Las siguientes citas se volvieron un caos, todos los alfas salían molestos, su madre sabía que su hijo estaba arruinando todo, pero no sabía qué tanto duraba en las citas.

Se encargaba de arruinarlas a los pocos minutos de conocerse y después se subía al auto de su amado Taehyung que lo llevaba a un lugar diferente.

Estaba enamorado de ese alfa castaño, ¿cómo no podría? Si el alfa consideraba cada cosa que Jimin tuviera en mente, ni siquiera debería sorprenderse de que lo hiciera.

Esa tarde, Taehyung lo llevó a un puente en donde ambos pusieron sus iniciales en un candado y lo cerraron dentro de la reja.

—Significa que estaremos juntos por la eternidad —dijo Taehyung abrazándolo por detrás.

Las fresas dulces se mezclaron con el olor cítrico del árbol y ambos se dieron un beso. ¿Cómo podría no amarlo? Taehyung era un amor de alfa. Todo lo que nunca pensó que existía.

Tuvo que regresar a casa porque seguramente su madre estaría muy enojada. Jimin utilizó su loción de fresa para opacar el olor del alfa y se metió a su casa ignorando las quejas de su madre.

Esa noche Jimin estaba pensando en algo que nunca pensó que haría, iba a dejar de tomar los supresores, él se sentía listo para poder pasar su celo con el amor de su vida, pero debía saber primero qué hacer con sus padres.

Jimin descansaba sobre el pecho del alfa en el jardín. Ya era la una de la madrugada, pero ninguno tenía nada qué hacer al día siguiente, sólo arruinar otra cita y posiblemente Taehyung lo lleve a comer.

—Mi celo es en dos semanas —mencionó el omega—. Voy a dejar los supresores porque quiero pasar este celo contigo.

Taehyung se levantó un poco para mirar bien al omega.

—¿Estás seguro? Me dijiste que toda la vida has tomado supresores.

—Sí, lo estoy, quiero que seas mi primero y mi único.

Taehyung sonrió y ahora él se subió sobre el omega, lo agarró de las manos y las puso sobre su cabeza mientras lo besaba. Jimin abrió los ojos sorprendido al sentir que esa posición podría llevarlos a algo más.

—¡Tae! Es en dos semanas.

Taehyung soltó de los brazos a Jimin y chilló hundiendo su cabeza en el cuello del omega.

—Es que hueles delicioso y me pones bien feliz, pero también cachondo.

Jimin rio y agarró el rostro del alfa para besarlo de nuevo en los labios.

—Mañana quiero que me olfatees.

Taehyung se quedó perplejo.

—Pero es casi como marcarte.

—Llegaré a mi cita así, no necesitaré hacer nada, mañana es la última.

Taehyung asintió con la cabeza, volviendo a abrazar con fuerza a su omega.

—Está bien, mi amor, ¿pero y tus padres?

—Tengo mi loción para cubrir el olor del alfa, sólo será esta vez.

[...]

Taehyung olió su glándula del olor. Jimin estaba jadeando en cuanto sintió al alfa ahí y de igual manera él también olfateó a su alfa. Taehyung quería follarselo en el auto y Jimin quería que se lo cogiera ahí mismo, pero ambos soportaron.

—Estoy listo —dijo con el corazón acelerado.

Taehyung apretó los labios.

—Te estaré esperando aquí, omega.

Jardín ❀ vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora