- Escucha bien, -Suspiró. -Sé que esta ciudad está llena de criminales fugitivos, aun así, no puedes hacer lo que se te venga en gana. Según la ley de Hidden Town, solo existen dos castigos, el exilio y la muerte. -Su rostro serio daba a entender qu...
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Dos días después, el ambiente durante el desayuno seguía siendo abrumadoramente pesado. Incluso Jeongin aún se sentía culpable por ser la razón de la discusión que tuvieron su tío y Alice, por eso prefirió mantenerse callado durante la comida y se dio la tarea de ayudar a Alice a levantar la mesa y lavar los trastes sucios. Era su manera de disculparse en silencio.
Mientras limpiaba la mesa observó a la pelirroja acercarse lentamente a Seungmin quien se preparaba para salir, colocó suavemente una mano en el hombro del castaño llamando su atención.
- ¿Quieres que te prepare tu almuerzo y lo lleve a tu trabajo? -Aunque Alice lo preguntó en un susurro el pelinegro pudo escucharla claramente, y su corazón se llenó de rabia cuando su tío quitó bruscamente la mano de la chica de su hombro.
- No, déjame en paz. -Y salió de la casa dejando a la pobre pelirroja petrificada en medio de la sala, aunque no le correspondía, esa fue la tercera vez que Alice intentó arreglar las cosas con Seungmin.
- ¿Podemos cocinar juntos? -Preguntó el pelinegro en un intento de alegrarla.
- Si, - Asintió. -no creo que tu tío venga para almorzar así que podemos cocinar lo que tú quieras. -El corazón de Jeongin dio un vuelco al verla sonreír un poco. -Volveré al mediodía. -Y sin que Jeongin se lo esperase, Alice inclinó su cabeza dejando un suave beso sobre la frente del menor.
Sintió la sangre acumularse en sus mejillas dejándolas rojas cual cerezas y su corazón golpear duramente contra su pecho.
En cuanto Alice dejó la casa una idea cruzó la mente de Jeongin, se apresuró hacia su habitación y luego a la de Seungmin recogiendo toda la ropa sucia y la llevó al cuarto de lavado dejándola dentro de la lavadora. Tuvo algunas dificultades para hacerla andar, pero pudo resolverlo después de leer el manual al menos dos veces.
Aprovecharía que ese día no tendría clases para hacer las tareas de Alice, tal vez así, cuando la pelirroja regrese tendría más tiempo para quedarse con él y así planear una reconciliación entre ella y Seungmin. Y si tenía suerte, tal vez podría recibir otro beso.
Sacudió las cortinas, quitó algunas telarañas del techo, barrió y trapeó los pisos tal y como tantas veces había observado a Alice hacerlo. Ahora entendía porqué la chica siempre estaba cansada.
Mientras regaba el jardín y limpiaba la maleza de la entrada bajo la mirada sorprendida y metiche de la vecina, se le ocurrió adentrarse un poco en el bosque que se encontraba detrás de la casa para recoger algunas flores silvestres y luego colocarlas en un bonito jarrón para decorar la mesa.
Cuando terminó su tarea de limpiar la casa se fijó en el antiguo reloj verde de la pared el cual marcaba las 12:30pm, Alice podría llegar en cualquier momento, corrió hacia el cuarto de baño y se duchó para quitarse cualquier mal olor y rastro de suciedad que pudo obtener de su reciente trabajo de limpieza. Eligió un bonito conjunto de ropa, se roció un poco de perfume y arregló su cabello para verse presentable cuando la pelirroja llegara.
