- ¿Esto que oyen mis oídos es real? -Una risa irritante y burlona brotó de sus resecos y arrugados labios.-A menos que tengas problemas auditivos. -Rodó los ojos con notable hastío, cosa que ofendió al hombre de avanzada edad.
-A ver, idiota. -Escupió. -Hidden Town no es lugar para ti ¿De verdad crees que eres capaz de sobrevivir en el camino? -Preguntó arqueando una ceja en una mueca burlona.
- ¿Y eso que te importa? -El hombre cambió su expresión burlona por una completamente seria ante aquella insolente respuesta.
- A ver, -Tomó un poco de aire para comenzar a hablar. -para entrar a Hidden Town deberás viajar a la otra punta del mundo, y tendrás que cruzar la jungla más peligrosa que existe. -Intentó amedrentarlo sin éxito.
- Bueno. -Se encogió de hombros sin inmutarse.
- La jungla no es un juego para niños, enfrentarás un calor infernal, animales salvajes, tribus de indígenas caníbales y quién sabe cuántas cosas más. De cien personas, al menos cerca de veinte logran sobrevivir y no siempre en una sola pieza o completamente cuerdos. -Habló totalmente concentrado en todas las leyendas que oía sobre Hidden Town.
- ¿Es todo? -Se mostró igual de indiferente, nada de lo que el hombre mayor dijera podría asustarle, claramente perdía su tiempo.
- ¿Por qué quieres ir a Hidden Town? -Interrogó ya aburrido al darse cuenta de que no podría amedrentarle con nada que le dijera.
- No es tu problema. -Contestó.
- ¿Quién eres? -Preguntó ahora con curiosidad.
- Dije que no es tu problema, metiche. -El hombre mayor le miró sin poder creer como alguien en Corea podría hablarle de aquella forma tan grosera. Sin embargo, decidió ignorar ese hecho, su repentina curiosidad por esa persona le era más importante en ese momento. Quizás si era un metiche.
- Oh vamos, si lo que hiciste no es tan grave puedes esconderte en cualquier otro lugar, Hidden Town es demasiado drástico. -Y después de mucha insistencia, el hombre consiguió lo que quería.
Aquella misteriosa persona retiró la gorra que escondía su cabello, apartó sus lentes oscuros y la tela que cubría la mitad de su rostro revelando su identidad. El hombre mayor se tambaleó un poco al verle abriendo los ojos completamente sorprendidos. Arrepentido, hizo una reverencia inclinando su cuerpo en noventa grados en señal de respeto.
- Por favor, perdóneme. -Murmuró alarmado.
- ¿Crees que estoy escapando? -Una sonrisa maniaca se asomó en su rostro a medida que se acercaba al hombre haciéndolo retroceder hasta chocar su espalda contra la sucia pared del oscuro y húmedo callejón.
Aquellos ojos que se miraban oscuros al no ser iluminados por nada más que la luz de la luna eran aún más intimidantes, su perfume suave y dulce hipnotizaba, su aura era tan atrayente que cualquiera podría caer ante sus encantos incluso si se resistían, y aquello era tan aterrador.
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Hidden Town 'Han Jisung'
أدب الهواة- Escucha bien, -Suspiró. -Sé que esta ciudad está llena de criminales fugitivos, aun así, no puedes hacer lo que se te venga en gana. Según la ley de Hidden Town, solo existen dos castigos, el exilio y la muerte. -Su rostro serio daba a entender qu...