Capítulo 6

442 57 2
                                    

Mew no había hecho más preguntas. Se encargó de lavar su cuerpo cuidadosamente, secarlo vigorosamente con una toalla y vestirlo con la camiseta de My Little Pony que Gulf adoraba.

Ahora estaba en medio de la cama, acurrucado y suspirando, esperando que Mew regresara de comprar comida y se quedase a su lado toda la noche. Era agradable sentirse protegido y amado. Sollozó sin lágrimas por un momento. No es que Mew le hubiese dicho que lo amaba y no era necesario tampoco, tenían tiempo para todas las cursilerías que Gulf necesitaba para sentirse seguro, pero, en este momento, sentía su cariño y preocupación y esos sentimientos eran suficientes para darle fuerzas y enfrentar lo que se venía.

—Cuéntame —exclamó Mew cuando regresó, ordenando una bandeja para comer sobre la cama— ¿Cómo te enteraste de su libertad condicional?

—Esta mañana vino a verme el agente a cargo, él estuvo conmigo durante todo el juicio y lo primero que hizo es avisarme.

—¿Qué te dijo exactamente? —se sentó frente a él, con toda la preocupación tras esos ojos castaños.

—La teoría del agente es que vendió información a cambio de este arreglo —miró las hamburguesas en los platos y sonrió— no creo poder comer todo eso.

—Lo intentarás.

Tenía más hambre de la que esperaba, aunque su estómago se encontrase reticente a recibir alimentos, se dio cuenta que no había probado comida desde que recibió esa llamada.

—Pudiste llamarme —susurró Mew— debiste hacerlo.

—No quería abrumarte con mis problemas —suspiró entrecortado y vio tantos pensamientos pasando dentro de la cabeza de Mew— puedes preguntar, si vas a estar en esto, mereces saberlo —apartó el plato, con la mitad de su hamburguesa, limpiándose los labios con una servilleta, pero Mew tampoco había comido mucho, así que lo vio llevar la bandeja hasta la mesa junto a la nevera y guardar los trozos sobrantes en sus respectivos recipientes.

—Por si nos da hambre o para desayunar —aclaró, limpiando su boca también— de todos modos, pretendía quedarme aquí esta noche, quizás lo mejor sea acostarnos y tratar de dormir.

—Necesito lavar mis dientes —salió de la cama y caminó hasta el baño entre suspiros, pero Mew lo interceptó, abrazándolo, como si necesitara ese contacto con él— ni siquiera le he contado a Mai.

—Puedes hacerlo mañana —la mano enorme de Mew acariciaba su cabello negro, ordenándolo hacia atrás— no es necesario que me cuentes todo si resulta demasiado para ti, lo que dijimos antes sigue en consideración, tenemos tiempo para hablar —besó su frente— pero debes estar seguro de llamarme si necesitas algo, si sucede algo, además —tomó su mejilla y lo apoyó en su pecho— ya lo había pensado antes de saber, pero tienes muy poca seguridad aquí, no me gusta que duermas en esta habitación, ni que te quedes solo luego de las noches abiertas al público, hay lugares donde escabullirse y puede haber cualquier maniaco esperando por ti.

—De eso hablaba con Bright antes de que me asustaras —susurró— él tendrá un guardia las noches abiertas y mandará a hacer rondas, lo llamé en cuanto supe, porque es el único que me puede dar una ayuda real.

—¿Es policía? —Gulf sintió la dificultad de hablar en Mew.

—No, realmente dudo que sea algo legal, pero él tampoco lo era y la policía no me ayudará, me lo dijo el oficial.

—Este tipo... Bright, es el mismo que vino a dejarte en su BMW anoche.

—Sí —se apartó de Mew, mirándolo a los ojos— es un amigo, pero me hizo una promesa y yo lo ayudaré con otras cosas que le hacen falta.

Así, tal cual - MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora