Sentía la boca seca, jadeante aún, presionando la almohada con su mano para tener algo de oxígeno que respirar. Mantuvo los ojos cerrados, visualizando un vaso de agua, sintiendo la mano de Yu subiendo por su espalda, el peso de su cuerpo en las costillas y suspiró una vez más.
—Tengo sed —murmuró Yu y sonrió, porque a veces los sueños se hacían realidad.
Esperó a que se moviera para tomar su ropa interior desde el suelo y limpiar el desastre en su bajo vientre, viendo la humedad en la sábana. Estiró los músculos de su espalda, de pie junto a la cama, sonriendo al sentir la mano de Yu en su costado mientras le ofrecía un vaso.
—Gracias —lo besó en la mejilla y bebió rápidamente, comenzando a quitar la sábana antes de que se ensuciase el colchón— ¿Quieres una ducha?
—No creo, tu amiga debe estar por llegar, es mejor que me encuentre vestido —alzó las cejas y sonrió, buscando su ropa en el suelo.
Se levantaron ese viernes pretendiendo hacer un tour por las localidades vecinas, pero no dejaban de besarse y, antes de salir, desistieron del paseo, quedándose en el departamento que Gulf compartía con Mai, desnudándose rápidamente para dedicarse a lo que mejor sabían hacer.
—Quiero ir a esa obra de teatro —murmuró Gulf, dirigiéndose al baño.
—Sigue en mis planes ¿Viste mis pantalones?
—Te los quité en la cocina —asomó por la puerta del baño, con el cepillo de dientes en la mano— por cierto, puedes sacar ropa interior de mi cajón, usé los tuyos para limpiarme.
—Tendremos que hacer un inventario, nos hemos prestado tanta ropa que no sé dónde tengo lo mío, pero puse a lavar antes de salir.
—Haré mi maleta de inmediato, así mañana solo pasamos por ella camino al aeropuerto —gritó desde el baño, luego de enjuagarse.
—Cambié de opinión, me ducharé contigo —un sonriente Yu lo abrazó por el torso, empujándolo hacia el cubículo luego de largar el agua.
Había sido Yu el de la idea de viajar juntos, revisando sus itinerarios de viajes, movió fechas y reuniones, logrando acomodar una semana en Paris, antes de separar sus caminos de manera definitiva.
—¿Podré llamarte? —le preguntó Yu una noche, abrazados bajo las sábanas, aún jadeantes.
—No hay una regla que te lo impida —le contestó, acariciando su pecho desnudo— estaré acá hasta el 27 de abril, luego regresaré a New York, podemos vernos en alguna ocasión, todo depende de ti.
—Pero sabes que no depende de mí —protestó y la mirada de Yu pareció algo asustada, con palabras que no quería pronunciar y fue al día siguiente cuando le comentó los cambios para viajar juntos el sábado por la mañana.
Mai los había invitado a la obra de teatro, llevándolos a cenar a casa de uno de sus compañeros de taller luego de eso, permaneciendo hasta tarde en una entretenida conversación. Luego apartaron sus caminos y Yu se mostró muy complacido de tener la casa para ellos solos esta noche, tardando apenas segundos en comenzar a quitarse la ropa, una vez más.
París había sido fenomenal, visitando la academia en la que se había formado, fue gratificante encontrar todos esos rostros conocidos y, luego de un mes, volver a bailar. Coordinó con Yu para que estuviese presente la noche en que presentó su coreografía, en compañía de sus amigos, François y Armen, baile amenizado con el tema Only Girl de Rihana.
Al llegar a la habitación en que se alojaban, Yu había estado más encendido que nunca y Gulf casi llegó a vivir el mismo nivel de excitación que alguna vez disfrutó con Mew, pero no el suficiente para hacerlo sentir satisfecho.
Lloró contra la almohada un poco más tarde, con Yu dormido a su lado, pero sintiéndose tan solo. Extrañaba a Mew, aunque se negaba a admitirlo, a veces cerraba los ojos y lograba sentirlo junto a él, su respiración, su aroma, el modo en que sus manos ásperas le rozaban la piel y aunque lo más lógico sería olvidarlo, sentía terror de que todos esos recuerdos desaparecieran.
El tiempo pasó como un suspiro, vio a Yu en dos oportunidades más y luego se despidieron, sin muchas palabras más que un fuerte abrazo y un "nos veremos en alguna oportunidad".
Su lado egoísta, el que se sentía solo, tuvo la intención de decirle que no se dejaran, que encontraran la manera, pero su corazón sabía que no era justo para Yu, porque era un buen hombre, que no merecía un amor a medias y en su sonrisa final, le deseó un gran amor, uno que estuviese dispuesto a todo por él.
La academia completa lo esperaba el día que llegó de su viaje, con Fluke a la cabeza, todos los alumnos y Bright con un ramo de hermosas rosas. Habían preparado algo de comer y le hacían preguntas, pidiéndoles fotos, incluso les mostró un video de su aventura en la academia de Paris.
—¿Vamos a casa? —murmuró Bright en su oído— te ves cansado.
—Lo estoy —sonrió, apoyándose en su brazo— esto es un nuevo comienzo ¿Sabes? Creé esta academia cuando fui por primera vez a Paris, ahora tengo tantas nuevas ideas.
Se despidió de todos, agradeciéndoles la atención y fidelidad, besando a cada uno en el rostro mientras Bright le hacía advertencias a Earth para que no llegara tarde a casa. Se tomaron del brazo al ir en busca del BMW.
—Estoy estacionado en la calle siguiente, había tanto vehículo de tu gente que no encontré espacio —exclamó Bright con un guiño
—Podemos caminar —apoyó el rostro en su brazo y suspiró— ¿Best?
—Se quedará con Earth —gruñó.
—Un día de estos ella te mandará a volar lejos —rió al ver su expresión molesta— es una adulta y ha pasado por muchas cosas, deja que se divierta, además, la has criado muy bien, no hará nada que la perjudique.
—Tú lo has dicho, ha pasado por muchas cosas, no quiero que sufra, nunca más.
—Hay cosas, Bright, de las que no podemos protegernos.
—Bueno, es un proceso también para mí, ahora vamos a casa, necesitas ducha y una cama caliente —comenzaron a reír al darse cuenta de que Bright se acercó de manera inconsciente a abrirle la puerta— perdón, es la fuerza de la costumbre, sé que no te gusta ser tratado así.
Se alejó levantando las manos y Gulf alcanzó a reír, incluso cuando sintió el brazo que lo atrajo contra un duro pecho, por un segundo el contacto le pareció tan familiar, que no se dio cuenta debía asustarse hasta escuchar la voz del hombre y el frío metal en su sien.
Lo primero que sintió fue su corazón latiendo con desesperación y se reprendió internamente por no saber cómo reaccionar, luego vio a Bright apuntándolo con un arma y la confusión duró un momento, cuando se dio cuenta que Saint gritaba a su espalda, diciéndole que dejara de apuntarlo, tirando a Gulf hacia atrás, hacia el otro lado de la calle.
En ese momento deseó ser más grande, más poderoso y deseó también haber tomado mejores decisiones en su vida, cerró los ojos un instante, visualizando el rostro de Mew, diciéndose a sí mismo que quizás esto era lo mejor.
El disparo sonó tan fuerte en sus oídos, que tardó en darse cuenta de que, si lo hubiese recibido él, no llegaría a escucharlo, ni siquiera a sentir el dolor, fue cuando el cuerpo de Saint comenzó a caer con Gulf a la rastra, que se dio cuenta que la velocidad de sus pensamientos era más lenta que el movimiento y cuando su cabeza golpeó el duro suelo, vio la sangre en el rostro de Saint antes de que todo se volviese negro.
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Así, tal cual - MewGulf
FanfictionHola, mi nombre es Gabriel Schnettler y escribí esta historia hace un tiempo, cuando conocí a Mew y Gulf, me entusiasmé mucho en verlos en estos personajes que nacieron de mi corazón, así que hice la adaptación, anteriormente la subí a otra platafor...