Capítulo 1

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Una sonriente y emocionada Verónica Castro despertó aquella mañana de agosto sin necesidad de escuchar el sonido de su alarma

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Una sonriente y emocionada Verónica Castro despertó aquella mañana de agosto sin necesidad de escuchar el sonido de su alarma. La excitación y el nerviosismo no le permitieron descansar más allá de algunas horas durante la noche anterior, solo durmió lo necesario para estar presentable en su gran día. El día de su boda, su día soñado, el día en que su futuro empezaba a materializarse, pero también el día en que cambiaría todo para siempre. Estaba muy alejada de que aquel evento más allá de marcar la perpetuidad de una unión sería el principio de algo insospechado, sorprendente y transformador. Al punto de que su vida jamás sería la misma porque el destino ya había jugado todas sus cartas.

Se quedo acostada en su cama por algún tiempo hasta que escuchó el ruido de la alarma sobre su mesita de noche y, posteriormente, el timbre en la puerta de su apartamento. Sus inseparables amigas, Susana y Daniela, habían llegado con la firme intención de ayudarla a prepararse para su boda que se llevaría a cabo en la tarde de aquel día. A ambas las había conocido cuatro años atrás cuando empezó a ejercer su carrera de actriz lo más importante era que tenía mucha fama ahora, desde el comienzo crearon un vínculo importante, de amistad y compañerismo, que se fue consolidando poco a poco. A Verónica le resultaba muy sencillo hacer amigos porque era una joven con mucho carisma, dulzura, simpatía y gran sentido del humor.

Una de sus mayores virtudes era lograr impactar positivamente en la vida de todos aquellos que la rodeaban, sobre todo la de su pequeña hermana Beatriz o Bea como todos en la familia preferían llamarla. La mayor siempre buscaba la manera de interactuar con su hermana, de apoyarla, de estar con ella en sus momentos importantes y, sobre todo, de darle un buen ejemplo de vida. Deseaba que se convirtiera en una gran mujer, fuerte, independiente y con voz propia.

Ciertamente ella y sus padres estaban haciendo un gran trabajo pues la menor, sorprendía a todos a su alrededor por su inteligencia y empatía.

Unas dos horas después de la llegada de sus amigas también hicieron acto de presencia sus padres, Fausto y Socorro y su hermana. Estaban allí para brindarles su asistencia y apoyo en todo lo que necesitara, su madre junto a Susana y Daniela se encargaron de ayudarla con cada detalle de su apariencia. Maquillaje, vestido y peinado debían quedar en perfecta armonía antes de presentarse frente a la otra novia para decir "Si, acepto".

Algunas horas después, como si fuese posible Vero se veía aún más bella, cual diosa de cualquier mitología o ángel que se había perdido en su regreso al cielo.

Sus indiscutibles atributos físicos sumados a su manera de ser, dulce e impetuosa, la convertían en un sueño para cualquier ser humano, la sinceridad de sus ojos verdes y la belleza de su sonrisa eran capaces de arrebatar suspiros de muchos a su alrededor. Para desgracia de todos aquellos ella ya había elegido con quien deseaba pasar el resto de sus días y estaba a punto de casarse con Yolanda Andrade, su mejor amiga desde hace mucho tiempo y con quien había estado comprometida desde hace poco más de un año.

Imagine Me And You (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora