UNHOLY / jjk&kth.

07; Memories

Taehyung era un adulto inteligente. El no se catalogaba de tal manera, pero todos sus diplomas y premios de excelencia académica lo demostraban.

Sus padres siempre estuvieron orgullosos de sus impecables notas, claro, ambos eran perfeccionistas. Claramente se iba a esforzar.

Mucha gente lo había subestimado a lo largo de su vida. Tal fue el caso con Kim Jongin, o también conocido como Kai.
Su jefe. Cuando buscó trabajo desesperadamente después de pasar semanas en la calle, había llegado a Moonlight, un Club de Striptease.

— Vi el anuncio en la calle —dijo con la mirada gacha—, ¿Aún están buscando bailarines?

Jongin lo observó de pies a cabeza, pensativo. Después Taehyung dio un brinco en su lugar cuando el hombre lo tomó de la mano dándole una vuelta. No cuestionó, simplemente cedió.

— Chico —habló Jongin separando sus manos y se cruzó de brazos—, estamos en busca de bailarinas. Mujeres.

Taehyung lo miró por fin quitando la capucha de su sudadera, Kai mordió su labio inferior y sonrió un poco.

— Aunque podría hacer una excepción.

El entonces castaño jugó con sus propias manos nervioso esperando a que continuara. Jongin caminó hasta el escenario, con su dedo índice le indicó que lo siguiera y así lo hizo.

— Seré breve —admitió mirando alrededor el espacio vacío—. Aún no hemos inaugurado el Club, será dentro de unos cuantos meses.

— Pero ahí afuera tienen el cartel...

— Sí, niño —gruñó interrumpiendo—, déjame terminar.

Taehyung volvió a bajar la mirada lamiendo sus agrietados labios.

— Estamos buscando bailarinas desde ahora ya que les daremos entrenamiento previamente. No queremos contratar simples muchachas que no sepan ni dónde están paradas.

Taehyung asintió estando de acuerdo.

— Podría hacer la excepción contigo —lo miró a sus espaldas alzando una ceja—, tu cara es bonita, tus manos se ven fuertes y tú cuerpo... —lo examinó y carraspeó— Con una dieta más balanceada haremos que subas de peso, estás demasiado delgado y necesitamos que tengas unas piernas resistentes.

Taehyung se miró a sí mismo, era cierto, hace unas semanas había sido botado de su casa como una bolsa de basura. Ya era delgado por genética, pero ahora que no estaba comiendo adecuadamente casi estaba en los huesos.

— También te tendrás que pintar el cabello.

— Pero... —lo miró con ojos brillantes— Me gusta mi cabello.

Taehyung acarició su cabello castaño pensando en que si quería el trabajo tenía que hacer lo que Jongin dijera. Asintió desanimado.

— Acepto... Pintaré mi cabello.

— Perfecto. Esa es la actitud que buscamos.

Jongin bajó del escenario de un salto, se giró para darle una mano a Taehyung y éste la tomó dudoso, aún así el moreno lo ayudó abrazándolo y lo dejó en el piso.