Ya nada es fácil.

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Daryl seguía sumamente sumergido en la miseria por la muerte de Beth. Mientras Carol estaba cada vez más preocupada y desesperada por no saber qué hacer para recuperar a quien le había hecho recobrar la esperanza. Cuando él le dijo que tenían que empezar de nuevo, ella pensó que la única forma en la que querría empezar de nuevo, era con él; y se sentía esperanzada de que cuando él se lo dijo, pensara también en ella.

Pero ahora lo sentía tan lejos de ella. Lo veía ahí, apoyado en un árbol que estaba a varios metros lejos de todos los demás, solo mirando hacia la nada, pensando. Lo de Beth le había afectado más de lo que a ella le hubiera gustado. Sabía que habían pasado por cosas cuando estuvieron los dos solos después de lo de la prisión, que se habían unido, pero verlo así la tenía mal, como si Beth hubiera tomado una parte de él, justamente esa parte que Carol esperaba tener algún día. No podía seguir así. Ni ella, torturándose al pensar eso, ni él, aislándose del resto, alejándola a ella después de todo lo que habían pasado juntos.

Se acercó al árbol y se sentó a su lado.

-¿Te acuerdas, en Atlanta, cuando te dije que ya no era la misma? –le preguntó, mirando también al vacío. Él alzó su mirada hacia ella.

-Todos hemos cambiado. –le respondió.

-Me siento tan egoísta, ¿sabes? La antigua Carol no era así. A ratos quisiera ser esa, la que pensaba primero en todos los demás y luego en ella. No me sentiría así. –su voz se quebró un poco, y Daryl estaba confundido.

-No entiendo. Eres la menos egoísta acá. Sin ti el grupo... -intentó animarla, pero ella interrumpió.

-Solo... solo déjame hablar, por favor. –pidió. –Yo te veo, todo el tiempo y cada vez te alejas más y más del grupo. Y de mí. Pero siento... yo siento que de mí ya te habías alejado desde antes, solo que yo no me había dado cuenta... no había querido hacerlo. Y ahora sufres, y me siento egoísta. Quisiera que ese dolor lo sintieras por mí. ¿No es ridículo? –Preguntó mientras amargas lágrimas caían por sus ojos.- Carol Peletier celosa de alguien que murió. Te miro y sí, me entristece tanto verte así, y en parte es por ti, pero también por mí, me pregunto si te afectó tanto cuando me fui.

-No, cuando te fuiste o incluso cuando te dimos por muerta, no me puse así. Pero eso no significa nada. No quiere decir que estuviera enamorado de Beth, ni que la quisiera más que a ti. Mira, ni siquiera sé por qué estamos teniendo esta conversación en primer lugar.

-Según cómo lo veo, eso dice mucho. ¿Sabes? Yo tenía una loca idea de cómo sería todo. –rio amargamente, cruzando sus miradas. –Pensaba que tú sentías lo mismo que yo, y tal vez lo hacías antes de Beth. Como sea, pensaba que sentías lo mismo, y que si algún día encontrábamos un lugar en donde realmente pudiéramos vivir en paz, y entonces yo (porque en todas mis fantasías siempre era yo la que lo decía primero... Daryl Dixon jamás tomaría la iniciativa) te diría que estoy enamorada de ti, que comencé a hacerlo cuando te vi... no cuando te vi físicamente, sino cuando te vi realmente, al verdadero Daryl. Y que quisiera pasar cada instante de mi vida a tu lado. –Daryl no dijo nada, solo se quedó mirándola. Su noche había dado un giro drástico, pasó de estar llorando en silencio a Beth a estar escuchando como Carol se le declaraba, y no tenía idea de cómo debería reaccionar.

Entonces Carol se sintió muy mal. En realidad ella no tenía nada que reclamarle, solo eran amigos, y como amiga solo podía apoyarlo, como venía haciéndolo, pero ahora lo había arruinado todo, le había confesado lo que sentía y sabía que después de eso nada podría volver a ser como era. –lo siento, solo... solo olvida todo lo que te dije, por favor. –le dijo, parándose de su lugar con la intención de irse, de unirse a los demás o solo caminar... ir a donde fuera.

-Cuando te fuiste, no me enteré inmediatamente. –Carol retrocedió, y se mantuvo de pie frente a él mientras Daryl hablaba. - Lo supe poco antes de que empezara el ataque del Gobernador, no podía solo quebrarme... Tú lo dijiste; Beth me salvó a mí también. Cuando nos quedamos solos, ella me salvó. Yo quería irme, dejarlo todo, ya no tenía nada, no había nada a lo que llamar hogar, pensábamos que todos estaban muertos, y tú no estabas. Ella me salvó. Pero no de la forma en la que crees... ella me obligó a seguir, me dio esperanza. Yo solo quería salvarla, agradecerle... Cuando te dimos por muerta... ni siquiera te lloré. No podía, ¿sabes? Era como si una parte de mí, la misma que tú despertaste, se hubiera ido contigo en las tumbas. No podía llorarte porque no sentía nada, fue como si me hubieran arrancado el corazón. Lo único que sentía era rabia, ahí fue que te encontré. – él se quedó callado, esperando a que dijera algo, pero lo único que hizo fue volver a sentarse a su lado, mirando a algún punto entre los árboles. –entonces, ¿ahora te vas a quedar callada? –preguntó, con un tono más sereno.

-Yo... por favor, perdóname. No sabía, no debí venir en un momento como el que estás pasando a decirte todo esto. Perdón. –pidió, sabiendo que lo que Daryl le había dicho implicaba muchas cosas, pero dejándolas pasar por alto a propósito, se sentía tan egoísta por haber pensado solo en ella, por no darse cuenta, por desconfiar de él, por haber estado tanto tiempo culpándolo por su tristeza ante la muerte de Beth. Ya no quería pensar en ella, por lo menos no ahora.

Daryl asintió, y la miró, esperando algo más, pero ella no hablaba, y se sentía incómoda, fuera de lugar. -¿Entonces? ¿Qué era ese discurso que tenías preparado?

-¿Qué? –preguntó ella, sabía muy bien a qué se refería, pero hubiera preferido que él lo dejara pasar, o que no fuera tan directo al preguntarlo.

-Tu discurso, "estoy enamorada de ti" "del verdadero Daryl Dixon" –repitió él, haciendo un tono raro al tratar de imitarla. Rio, haciendo que ella riera también, y Dios, le encantaba que ella riera también. –"oh Daryl, te ves tan sexy cuando llegas todo sucio y sudado después de un día de caza"

-Detente. –dijo ella, todavía riendo, y recordando todas las veces que él la hacía detenerse cuando le coqueteaba. – ¿No quieres simplemente olvidarlo? ¿No crees que sería más fácil? No sé, fingir que no te dije nada, que no escuchaste nada.

-Oh mujer, hoy en día ya nada es fácil. Y si le sumamos el hecho de que posiblemente nunca encontremos ese "lugar en donde realmente podamos vivir en paz" –volvió a imitarla, haciéndola reír de nuevo.

Carol buscó su mirada, y encontró en ella esa seguridad que necesitaba. -Estoy enamorada de ti, del Daryl que a simple vista, y si no lo conocen, parece duro y un cretino, pero que por dentro es el mejor hombre de todos. Del que me ayudó a salir adelante cuando no tenía esperanzas de nada, del que me dio esa rosa. Quisiera pasar cada instante de mi vida contigo. –le dijo.

Daryl se acercó a ella, no era bueno expresando sus sentimientos, y ni aunque lo tratara podría decirle algo a la altura de lo que sentía en ese momento. Solo había una forma. Besarla. Y se moría de ganas.

Carol también se acercó, su mirada se lo decía todo, él también la quería. Cuando estaban a escasos centímetros, se detuvo. –Y sí, Daryl Dixon, te ves tan sexy cuando llegas todo sucio y sudado después de un día de caza. –rio.

-Detente. –respondió él, y terminó de cerrar el espacio que había entre los dos. 

Just let me talkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora