Just let me talk

Un dulce despertar

Ya estaba acostada, por alguna razón a todos les había dado por obligarla a pasar la mayor cantidad de tiempo posible en la cama. Aunque ella no lo sentía necesario, ya casi no le dolían las costillas.

Un golpe en la puerta la sobresaltó.

-Adelante.

Era Daryl, al parecer recién bañado y con pijama, sonrió, no recordaba haberlo visto así alguna vez. También venía con almohadas, su ballesta y algo que suponía era un saco de dormir. -Rick me mandó para acá.

-¿Acá? ¿Por qué? -preguntó confundida, no porque le molestara compartir con Daryl, sino por lo raro que era que Rick lo mandara, cuando él no sabía acerca de ellos.

-Se supone que Michonne iba a estar compartiendo contigo, dos mujeres, ya sabes. Y cuando decidí quedarme, él pensó que estaría bien con Carl, pero su habitación es pequeña, y dice que estaré más cómodo acá, porque todos hemos compartido tanto tiempo el mismo espacio para dormir y que ya no es raro dormir en el mismo lugar con cualquiera de nosotros. Y que estaré más cómodo contigo y, ya sabes, todo el rollo de Rick.

-¿Rick dijo todo eso? -preguntó divertida, conocía a Daryl, él no hablaba tanto y bien sabía que mientras más larga la explicación, más larga era la mentira.

-Bueno... tal vez indirectamente yo dije parte de eso y él reconoció que tenía todo el sentido del mundo. -puso esa mirada. Carol la había visto antes, pero últimamente la usaba mucho más. Esa mirada de cachorro que hacía que ella no pudiera decirle que no. -¿Me dejarás dormir acá? -preguntó.

Carol sonrió. -Por supuesto. -dijo, y observó cómo Daryl empezó a acomodar sus cosas en el suelo, estirando el saco de dormir a los pies de la cama. -¿Qué haces? -preguntó extrañada.

-Acostarme, ¿qué más? -respondió él de prisa, ¿no era obvio?, pero ella parecía divertida. -¿qué?

-¿En serio, Daryl? Puedes dormir conmigo. -dijo riendo, no de él... bueno, sí de él, pero porque le parecía muy tierno todo esto.

-¿Estás segura? -preguntó nervioso, mientras se sentaba a su lado. Ya totalmente aceptando la sugerencia de Carol.

-Claro. Mi cama es grande, somos adultos, somos... ¿qué somos? ¿novios? Como sea, hay algo entre nosotros, ¿por qué tienes que dormir en el suelo si puedes dormir conmigo? Siempre hemos dormido juntos. -él murmuró algo en aceptación. -Y no muerdo... a menos que quieras. -concluyó Carol, levantando una ceja.

Daryl se puso rojo al instante. Y ella apagó la lámpara de su mesita de noche mientras reía, le encantaba seguir teniendo ese efecto en él, a pesar de que ya estaban juntos.

Daryl se acostó finalmente, un poco rígido en la cama. Se lo pensó y se inclinó hacia ella para un casto beso. -Buenas noches. -dijo al separarse.

Carol sonrió y lo atrajo más hacia ella, besándolo de lleno, inclinándose hacia un lado para profundizar y probar el sabor de su boca. -Buenas noches. -respondió al separarse, y se giró sobre el lado en que sus costillas estaban completamente sanas.

***

-¿Daryl? -susurró. Llevaba por lo menos una hora tratando de dormir, pero él o no paraba de moverse de un lado a otro, o se quedaba rígido como una piedra, con la tensión muscular irradiando en su cuerpo.

-¿hmm? -murmuró en respuesta.

-Relájate, ¿ok? -susurró, se levantó un poco para llegar a la mano que Daryl tenía en el otro extremo de la cama y lo atrajo hacia ella. -Solo... solo soy yo. Soy Carol -volvió a recostarse, sosteniendo aún su mano, obligándolo a voltearse con ella y pasando su brazo por encima de su cintura, estando más cerca el uno del otro-. Solo... relájate. -él empezó a retirarse, no quería lastimarla con el peso de su brazo en sus costillas, pero ella lo detuvo. -No me duele, de verdad, no me duele.

Daryl aceptó y se acomodó contra ella, notablemente más relajado. Y poco a poco se quedaron dormidos.

***

Hacía tanto tiempo que no dormía tan bien. Estaba rodeada por él, como tantas veces, pero la comodidad de sus brazos, sumada a la comodidad de una cama era algo nuevo. Se removió, volteando para estar frente a frente.

Lo sintió moverse, y su respiración tuvo un cambio. Estaba despierto. Y ella decidió hacerse la dormida.

-Hey... -susurró, inclinándose hacia ella. -Sé que estás despierta.

Carol mordió sus mejillas para evitar sonreír, continuando con su show.

-Me estás obligando a tomar medidas para despertarte. -dijo él, y ella empezó a "roncar" dramáticamente. Daryl rio, y se inclinó hacia ella, posando suaves y dulces besos en su cara, su cuello, su hombro, tomando un desvío hacia su oreja para morder el lóbulo.

-Oh... dulce despertar. -dijo ella, sonriendo. -Y yo quejándome de los despertadores toda mi vida.

-Oye... tú me despertaste. En estos días el más mínimo ruido o movimiento, me despierta.

-Oh, eso no es un dulce despertar. -susurró. -Tal vez deberías volver a dormir. -sugirió, sus cejas levemente arqueadas.

-Tienes razón. -dijo él, y cerró los ojos para fingir dormir como ella lo había hecho previamente.

Carol imitó su juego de antes. Besando su mejilla, haciendo un camino hasta su cuello, su oreja, para finalmente llegar a sus labios, prestando especial atención a ellos. Daryl respondió al beso, y Carol sonrió. -¿Mejor?

Daryl gruñó en respuesta, acercándose para morder su labio inferior.

La puerta sonó, alguien tocaba.

-¿Carol?- era Carl.