Just let me talk

Gotta find you

-Tengo que ir. –dijo Daryl rápidamente. –iré a buscarla.

-No sabemos dónde está. Daryl... te necesito acá. Necesitamos reconstruir esto para evitar que pase de nuevo. ¿Tú crees que estoy feliz sabiendo que Carol no está? –preguntó Rick. - No. Ella es como mi hermana, es como una madre para mis hijos. Pero no podemos salir sin saber nada, sin una pista. Podría estar en cualquier parte, podría estar m...

-No lo digas. No te atrevas a decirlo. –saltó Daryl.- Está viva. Lo sé, puedo sentirlo Si estuviera muerta yo lo sabría. Aunque quede sólo una mínima posibilidad de que esté viva, pienso ir a buscarla... No puedo quedarme acá, por mucho que me necesites. Lo he hecho antes.

Rick asintió resignado, sabiendo a qué se refería.

Lo había hecho antes. Cuando la dieron por muerta. Ni siquiera hubo un cuerpo, sólo la dieron por muerta y nadie la buscó y por poco la había perdido. Y cuando Rick la exilió, Daryl sólo... se quedó ahí, luchando por los demás, porque tenía que hacerlo, pero también tendría que haber salido a buscarla... Ella había estado sola por ahí, sin una mano amiga, sin saber que no todos estaban de acuerdo con la decisión de Rick. Ya no podía poner a todos los demás, por delante de ella, cuando ella era lo más importante.

-Yo iré contigo. –dijo Aaron. –Eric tampoco está, y vi a Carol correr a ayudarlo a buscar refugio con Sam detrás de ella. Si él lo hizo, está con ella.

Daryl lo miró y asintió. Y juntos fueron a comprobar que el auto de Aaron servía todavía.

                                                                                           *-*-*

Carol despertó aturdida. El sol estaba saliendo y le dolía la cabeza casi insoportablemente y por un momento había olvidado todo el incidente de Alexandria. Estaba en la parte de atrás de una camioneta, y lo primero que vio fue a Sam llorando, y a su lado estaba Eric, inconsciente. De pronto todas las imágenes vinieron a su cabeza como si fuera la más horrible película de terror que hubiera visto.

Cuando Rick había ido a la casa de los Anderson, vio cómo Sam corría hacia ella, llorando y gritando.

-¡Están muertos! ¡Están muertos!

Lo agarró fuertemente de la mano y lo guio hacia el otro lado de la calle, donde todavía no llegaban los caminantes. En el camino vio a Eric tratando de salir de su casa, y fue a ayudarle, pues había quedado con un pequeño problema al caminar debido a la fractura. Y no se dio cuenta de en qué momento Sam se había soltado de su agarre para correr hacia un pequeño agujero en el muro, del que nadie más tenía conocimiento.

Miró en la dirección en la que estaba Daryl, y luego a Eric. Él asintió, y ambos fueron a buscar a Sam, no podían dejarlo solo en el bosque.

No recordaba nada más allá de eso.

-¿Sam? –susurró. El niño levantó la mirada hacia ella. - ¿Qué pasó? ¿A dónde vamos?

-Yo... lo siento. –sollozó, apartando la mirada –fue mi culpa.

Su primer impulso fue tomar al niño en sus brazos y tratar de consolarlo... pero no había tiempo para eso. –Sam. Ahora no es el momento de llorar y culparte. Tienes que ser fuerte. –le dijo firmemente, aunque su tono fue suavizándose. –Necesito que seas fuerte. ¿Qué pasó? ¿Quién conduce?

Sam se calmó lo suficiente como para hablar y contestó. –son... son unos señores vestidos de militares. Dijeron que nos llevarían a su refugio. Me preguntaron si usted era mi madre y yo... yo no les dije...