A esas alturas del año, con el invierno en su máximo punto, era difícil de creer que pudiera estar tan cálida estando desnuda en la cama. Una secuencia de imágenes de la noche anterior se repetía por su mente como fotografías mientras luchaba por no despertarse del todo y así seguir disfrutando del calor que provocaba estar rodeada por Daryl.
Despertó, sin embargo, decidiendo ignorar su desnudez porque estaba con Daryl, y con él no tenía nada por lo que sentir vergüenza. Abrió los ojos para darse cuenta, a través del reloj que tenía en su mesita de noche, que eran las 10:15 de la mañana.
No podía recordar la última vez que había dormido hasta tan tarde, y normalmente se sentiría culpable por no estar cumpliendo con su horario de trabajo o no estar haciendo algo que aportara. Pero Daryl no tenía un trabajo asignado todavía, y el mundo y Alexandria podía sobrevivir sin ella un par de horas, mientras ella disfrutaba el estar envuelta en quien ahora era casi todo su mundo. Se suponía que tendrían una reunión esa mañana, pero supuso que si nadie fue a buscarlos, era porque se haría en la tarde, después de todo el día anterior había sido agotador para todos, y aún tenían actividades que hacer durante la mañana y el resto del día.
Se volteó lentamente en la cama, sin quitar los brazos de Daryl que estaban protectoramente sobre sus caderas.
Tenía la boca ligeramente abierta, y gran parte de su cara estaba cubierta por su cabello... y roncaba. Sonrió ante eso, Daryl nunca dormía lo suficientemente profundo como para llegar a roncar, incluso en los días en que más cansado estaba, él siempre estaba alerta, nunca se relajaba. Excepto ahora. Con ella.
Bajó la mirada para admirar su cuerpo desnudo con la luz del día entrando por la ventana. Las sábanas cubrían justo hasta sus caderas, pero tenía una buena vista de su fuerte abdomen, su pecho y sus brazos rodeándola.
Tenía cicatrices, algunos cortes.
Maldita puta, no vales nada.
Algunas quemaduras de cigarrillos.
¿Quién podría quererte? Mírate.
Ella conocía esas marcas, sabía qué clase de personas podían causarlas y lo que provocaban en la psique de las personas que las recibían. Ella había tenido su cuota de golpes, su cuota de maltrato tanto físico como emocional. 12 años habían hecho añicos su autoestima, y le tomó un tiempo volver a pensar que valía algo. Pero lo de Daryl era distinto, él creció en eso.
Había visto las de la espalda, y sabía que tenía más que ella, y las de él estaban más marcadas. Se estremeció al pensar en el infierno en el que creció. Un niño no merece crecer así, nadie merece vivir eso. Recordó a Sophia. Su niña nunca recibió ningún golpe, pues ella los tomaba para que su hija no pasara por eso, y aunque no pudo protegerla del miedo con el que creció, Sophia creció conociendo el amor... por lo menos el amor infinito que su madre sentía por ella. La suerte de Daryl había sido diferente. Nadie lo protegió, no de la forma en que él lo necesitaba.
Le movió el cabello de la cara para mirarlo así, tan sereno. Aparte de su cabello largo y más oscuro, y de un par de arrugas que no estaban ahí cuando lo conoció –y ella lo sabía, ella había memorizado su rostro-, él se veía igual, pero ella sabía que había incluso más cambios internos que externos en él.
Recordó las primeras veces que lo miró, a escondidas de Ed para no ganarse una golpiza por andar de puta mirando a otros hombres. Nunca se atrevió a pensar en nada en ese entonces, sólo era un desconocido que los proveía de carne fresca; un desconocido que se mostraba brusco y antisocial, pero que ella sabía que en el fondo no era así; un desconocido al que había tratado de evitar a toda costa porque sabía que podía perderse observándolo y eso no le iba a caer bien a su marido; el desconocido que, sin tener ninguna obligación ni saber nada más de ella que lo que sus moretones podían decirle, decidió arriesgarse buscando a su hija incluso el día después de haber conseguido una flecha en su cuerpo y un roce de bala en su cabeza.
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Just let me talk
Hayran KurguDaryl lleva tiempo sufriendo por Beth, y Carol lo siente como un poco de traición por parte de él. Pero tal vez estaba totalmente errada en su sentir. A veces solo es cosa de hablar.