POV VALENTINA
El reloj marcaba las 12:27 de medio día. Estaba sentada en la oficina de la dirección de la Carvajal's Tower. Mis reuniones de la mañana habían terminado así que decidí revisar algunos de los expedientes pero un pensamiento no me dejaba concentrarme en lo que intentaba leer.
—Juliana. Quiero decir, Juliana, la señora Valdés, la Dra. Johnson, los niños... Corazones Compasivos—
Estaba en una lucha interna conmigo misma en si debía de quedarme trabajando en la empresa o si debería de ir a Corazones Compasivos.
Después de un rato pensé –no pasará nada si me voy un par de horas—.
40 minutos después me encontraba en la camioneta mientras Alirio se aparcaba frente al edificio de Corazones Compasivos. Por la ventana pude observar a Juliana que se encontraba frente a nosotros recibiendo a varios niños que se bajaban de una camioneta blanca. Todos ellos llevaban uniforme escolar. La escena me pareció tan tierna. Ella los recibía con una gran sonrisa y un abrazo y los niños le correspondían el gesto.
En un momento ella volteó hacia la camioneta y su sonrisa se amplió al verme a través de la ventana y comenzó a acercarse. Alirio se encontraba bajándose de la auto para ayudarme a abrir la puerta pero Juliana se le adelantó y de una forma encantadora, abrió la puerta trasera y se paró justo frente a mí estirando su mano y me dijo en un tono de broma –Señorita, Valentina. Permítame ayudarle—. Solté una risa y no pude más que aceptar su gesto tomando su mano para bajar. Sentí una descarga eléctrica al juntar nuestras manos e inmediatamente le regalé una sonrisa que ella observó con determinación por unos segundos
Mientras caminábamos a la entrada del edifico pude observar a Juliana un poco más. Ella vestía una camiseta lisa de color negra, unos jeans ceñidos a su figura y unas zapatillas blancas con negro marca Adidas, a comparación de ayer, hoy llevaba su cabello suelto con ondas ligeras que caían sobre sus hombros. En su rostro no llevaba ni una gota de maquillaje y me sorprendió que tan bien podía lucir así.
—Así que eres toda una princesita, Val— Dijo Juliana sacándome de los pensamientos extraños que estaba teniendo sobre ella.
—No soy una princesa, Juliana—.
—Yo creo que sí. Tienes una camioneta que hace parecer que Trump nos está visitando y súmale a eso un chofer— dijo burlándose de mí y yo le di un pequeño empujón con mi hombro mientras negaba con mi cabeza.
POV JULIANA.
—Además de que toda tú pareces una princesa— pensé mientras miraba a Valentina adelantarse unos cuantos pasos y podía observarla de pies a cabeza. Hoy, ella vestía ropa muy diferente al día de ayer. Hoy su ropa era más formal pero moderna, llevaba una blusa blanca dejando dos botones desabrochados pronunciando un escote fenomenal en ella y sus mangas arremangadas en ¾, un pantalón de vestir color guinda que se ajustaba a su trasero y caderas de una forma perfecta y que caía ampliándose por sus largas piernas hasta quedar acampanados en sus tobillos y por último, calzaba unos botines altos color negro. Su maquillaje era sencillo y discreto, realmente Valentina no ocupaba nada para verse hermosa y su cabello largo y castaño, que desde ayer me había cautivado, lo llevaba suelto cayendo sobre sus hombros con algunas ondas en sus puntas. –Perfecta—.
Llegamos a la entrada del edificio y le pedí a Valentina que me acompañara al patio trasero donde sería el evento que los organizamos a los pequeños.
—Me da gusto que vinieras— le confesé.
—Me da gusto estar aquí— me dijo con una sonrisa preciosa detrás de sus labios carnosos y con esos ojos azules que me tenían hipnotizada desde ayer.
