El cambio

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Kokichi: ¿¡Cómo te atreviste a despedir a mis empleados en mi ausencia!?

Ouma estaba más que furioso, tanto que Tsumugi no se sorprendería si logrará levantarse milagrosamente para lanzarla por las ventanas del hospital.

Tsumugi: ¡E-Era necesario, su trabajo había sido deplorable, más que inaceptable!

Kokichi: ¡Contratalos de nuevo!

Tsumugi: ¡No, señor! No podemos hacer eso

Kokichi: ¿Por qué no?

Tsumugi: porque ya contratamos a los nuevos reclutas

Kokichi: ¿¡QUIEN!?

。:゚(🔁)゚:。

Kaede releyó la lista varias veces con la mirada perdida, le dolía saber que sus amigos habían perdido el empleó y ahora tendría que guiar a los nuevos reclutas.

Kaede: Bien... ¿Maki Harukawa y Korekiyo Shinguji?

Maki: Presente

Korekiyo: aquí

Kaede: ustedes trabajarán cómo los nuevos guardaespaldas del señor Ouma, ahora... ¿Ryoma?

Ryoma:¿Sí?

Kaede: tú serás el nuevo acompañante del jefe, por ahora él está en el hospital así que tendrán que trabajar ahí mientras se recupera

Los tres asintieron, eran realmente todo lo opuesto a los anteriores, con miradas muertas y expresiones serias, Maki y Korekiyo daban genuino miedo, parecían ser capaces de matar familias enteras sin siquiera pestañear, mientras que Ryoma daba la sensación de ser más bien el muerto.

"Al menos en algo se parece a Shuichi, son igual de depresivos" — pensó Kaede.

Su primer día sería mañana, pero Kokichi no lo permitiría, no tan fácilmente, mando un mensaje a Shuichi dándole una nueva orden.

Sabía que ellos llegarían a las 7:30, media hora era más que suficiente para preparar todo, ni siquiera serían capaces de acercarse a Ouma

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Sabía que ellos llegarían a las 7:30, media hora era más que suficiente para preparar todo, ni siquiera serían capaces de acercarse a Ouma.

Cómo se había acordado, Shuichi, Kaito y Gonta llegaron, comenzaron a seguir las instrucciones de su ex-jefe y para cuando el nuevo trío llegó ya todo estaba listo.

El elevador fue su primera parada para llegar al piso correcto, pero justo tres pisos antes sufrió una falla y no pudo avanzar más, se quedó atascada y a oscuras, parecía que se habían quedado atrapados, pero ni siquiera llegaron a inmutarse.

Ryoma: Que lastima

Korekiyo: no tan pronto

Maki miro entre las puertas viendo que había pase al pasillo, así que se preparó y de una sola patada saco volando las puertas.

Las cortinas inmediatamente se cerraron dejándolos a oscuras de nuevo, pero podían alcanzar a ver varios botes de metal colgados en el techo preparados para salir disparados a sus cabezas, está vez solo Ryoma avanzó caminando tranquilamente y activando todas las trampas ya que de por sí era demasiado enano para que lo alcanzaron y le dejó el paso libre a sus compañeros.

el circo - saiomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora