ʀᴇʟʟᴇɴɪᴛᴏ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ✨ [Jikook]

ᴘᴀʟᴇᴛᴀ 🍭

La emoción no cabía en el cuerpo del omega al procesar todo lo que sucedió luego de que el alfa lo dejó en su casita.

No únicamente trajo muchas fichas de colores, Eunwoo, el beta simpático le había escrito su número de teléfono en un papel y gracias a eso, estuvieron conversando por kakaotalk. Jungkook estaba superfeliz, no tenía muchas personas con quien ser cercano y EunWoo realmente parecía no tener problema en charlar con él.

Sin embargo, al que no le agrado la noticia fue a Park, ya que cuando fue a visitarlo a la tienda y le contó sobre su nueva amistad con el beta, la actitud del alfa cambió radicalmente haciéndose más fría y distante, como lo era en el principio.

Jungkook se sintió muy triste cuando se marchó y el alfa siquiera le devolvió el saludo. Aunque, duro poco, ya que al estar por dormir le llegó un breve mensaje de texto por Kakaotalk, que resultó ser nada más, ni nada menos que Park disculpándose por su comportamiento y deseándole buenas noches.

Acabe recalcar que la conversación no terminó allí, es más se alargó hasta la madrugada y lo más raro de explicar fueron los días posteriores, donde el alfa le ha estado mandando los "buenos días", a diario.

Jungkook realmente no podía ocultar la felicidad en su cara, aunque, como todo, los buenos momentos se debían acabar y lo supo cuando se miró en el espejo y su sonrisa parecía jamás haber existido.

Odiaba el blanco y estar vestido por completo de ello le repugnaba, pero más le resultaba repugnante las miradas que recibían él y su madre cuando caminaban por ese pasillo.

— Bebé, no hagas eso te vas a lastimar. — la mano suave de su madre deshizo su puño y le sonrió. — ¿Estás bien?

Jungkook sintió su corazón encogerse cuando vio la mirada angustiada de su progenitora, a causa de lo dicho por esos extraños a los cuales quería enfrentar, y decirles sus verdades: que la apariencia no es todo, y que su madre era mucho más bonita que cualquiera en ese sitio.

Pero como su coraje no era tan grade, solo la tomó de la mano con delicadeza y le sonrió.

— Estoy bien. ¿Te dije que estás muy bonita hoy, mami?

Eso, logro que la Delta sonreirá un poco, pero con sinceridad.

— Estoy toda despeinada, bebé. Mis ojeras son notoria y tengo vómito en el uniforme.

— Es algo normal, trabajaste doble turno. Además, todo eso te hace ver más bonita. — Jungkook dijo con firmeza. — Tengo suerte de ser tu hijo y parecerme a ti.

La risa divertida de su madre hizo que Jungkook se sintiera feliz. Ella era una Delta fuerte y amorosa, ¿Por qué la gente no podía ver eso?, ¿Era la apariencia más importante que un corazón noble, para la sociedad?

— ¿Enfermera Jeon? — una tercera voz hizo que ambos regresarán a la realidad. —, ¿Qué hace aquí?

— Sr. Pyo, viene a acompañar a mi hijo, ¿Hay algún problema? — le miró confusa por la extraña actitud del hombre.