Burning in my limbo...
Llegó un punto en el que noté que el Limbo cambiaba. A cada paso que dábamos el espacio se volvía un poco mas claro. Todavía existía solo la nada, pero ya no me abrumaba. La oscuridad no me daba miedo, incluso podía ver a través de ella. ¿Será que ya me acostumbré a este lugar?
Cuando pude verlo, descubrí que me gustaba Junhui. No solo porque fuera alto, de rasgos finos y muy atractivo. No solo porque su voz fuera delicada y llenara el vacío con tranquilidad. No solo porque su andar era tan elegante y llamativo que parecía brillar en el medio de la penumbra. Junhui me gustaba por una razón mucho mas simple: cuando estaba cerca, ya no existía el frío.
En el momento en el que decidí confiar en él, mi cuerpo comenzó a recuperar de a poco el calor que había perdido. Ya no temblaba, y mi pecho no dolía por sentirse helado. Junhui era cálido, o al menos su cercanía me hacía sentir calidez.
Mi problema con la comodidad era que me hacía añorar mis recuerdos, me hacía preguntarme si me había sentido así antes y con quién.
También me llenaba de miedo. Porque si solo sentía calidez estando cerca de él, ¿qué pasaría si despertaba y él se había ido?
-Tengo miedo de quedarme sola otra vez -confesé en voz baja mientras escondía mi cara en su pecho. Él me abrazó con tanta fuerza que, incluso si hubiera tenido mis recuerdos, estaba segura de que nunca me había sentido tan reconfortada antes.
-No te vas a quedar sola -aseguró.
Y yo le creí. ¿Por qué no iba a creerle? Si incluso las tinieblas parecían lanzar destellos cada vez que mis ojos se cruzaban con su mirada. Si mientras mas cerca lo tenía, mas me sentía como en casa. Si cada palabra que salía de él parecía cargada de honestidad. Confiaba en Junhui, y estaba definitivamente enamorada de él.
Recuerdo que el suelo en el que nos encontrábamos acostados se sacudió y grité espantada. Pero él ni siquiera reaccionó, solo me abrazó en total calma, haciéndome sentir segura.
Nos levantamos cuando el temblor cesó y comenzamos a caminar nuevamente. No había mucho que hacer mas que estar sentados, acostados o en movimiento. Nada nos agotaba o nos hacía sentir adoloridos, así que muchas veces pasábamos lo que podrían haber sido días enteros caminando en la nada sin siquiera notarlo.
Pero esa vez fue diferente.
Luego de un largo rato, mis pies empezaron a doler y mi cuerpo comenzó a fatigarse. ¿Qué me está pasado? Pensé completamente confundida. Se suponía que no podía sentir nada, ni cansancio, ni hambre, ni sueño, ni dolor, ¿por qué eso había cambiado?
-¿Estás bien? -preguntó Junhui con preocupación cuando me desplomé en el suelo rogando que paráramos a descansar.
-Estoy bien -lo tranquilicé-. Pero esto es muy raro, de repente me duelen los pies y las piernas. Necesito parar un momento.
-Bien, paremos -contestó con una mueca. Parecía entre irritado y preocupado. Me sentí muy mal por haberlo molestado.
Pero lo que peor me hizo sentir fue que debajo de esa mueca, sus ojos me decían otra cosa. ¿Está triste? ¿Por qué está triste?
-Cuando te recuperes tenemos que seguir, ya estamos cerca -dijo sentándose junto a mí.
-¿Cerca de dónde? -pregunté con incredulidad. No hay ningún lugar al cuál llegar.
-De la salida -contestó.
¿Qué?
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Limbo | Wen Junhui
FanfictionNo quería quedarme, pero tampoco quería irme. No estaba presa, pero tampoco estaba en libertad. No estaba viva, pero tampoco muerta. No era nada, pero lo era todo. -Lo único que quiero es liberarte -susurró con suavidad. Y yo le creí.