Capitulo 2

104 13 4
                                    

El encuentro inesperado
.
.
.

Quedé en shock. De que hablaba este hombre que se hacia llamar mi padre.

- Hinata...- Dijo ese hombre de cabellera oscura. El que me había maltratado por mucho tiempo.

- No me toques.- Aparte su mano de un solo golpe.

- Escuchame...-

- Escuchame?- Mi cara fue de completa ironía.- Acaso tu me escuchabas cuando te decía que pararas. Que no me golpearas más.- Mis ojos se volvieron rojos, llenos de lágrimas a punto de caer. Sasuke se encontraba muy asombrado escuchando toda la conversación.- Me pegabas sin ningún derecho, sin ninguna expresión humana y ahora me dices que te escuche? No me hagas reír.- Salió una sonrisa irónica.

- Hinata creo que no estás en condiciones de hablar de este tema.- Le quería pegar en ese mismo instante, incluso iba hacerlo pero una mano me tomó por la cintura.

- Hinata creo que es hora de irnos.- Lo miré, esos ojos como la noche emitían compasión, dolor y nostálgia.

- Sasuke, no necesito tu lastima...- Caí en llanto, del único que no quería lastima era de él.

- No te tengo lastima, no quiero verte hacer algo de lo que luego te arrepentirás.- Su mirada era decidida, transmitía confianza. Me sentía bien y sólo quería quedarme ahí con él, que el tiempo parase.

- Pero...- Silencio mi boca con su dedo índice.

- Vamos.- Me dejó ver esa sonrisa que tanto lo caracterizaba. No pude evitar seguirle, que estaba pasando, me sentía tan a gusto, no quería soltar su mano.

- Hinata!!!! Espera.- Fueron las palabras de mi padre. Sasuke apretó más mi agarre y me seque todas las lágrimas.

Entramos en su coche y enseguida arrancó, no sabía a donde nos dirigiamos pero tampoco me digne A preguntarle. No quería saber del mundo, de nada, me sentía excluida de todo, nada estaba bien, se podría decir que fue el peor día de mi vida.

Se que mi padre nunca me quiso y me pegaba pero aún así ya me había acostumbrado a ese maltrato, pensé que era su forma de decir que me quería. Una forma de enseñarme que el mundo es duro y nada es fácil, pero no sólo resultó que no era su hija.

Después de todo si lo quería, con sus defectos pero lo quería, era mi padre.

Mi padre, no, no es sierto. No lo era.

- Te encuentras bien?- Me encontré con un rostro de máxima preocupación de Sasuke.

- Eh? Si, si, si. No tienes porque preocuparte.- No pude ocultar una risa nerviosa.

- Lo que paso...- No lo dejé terminar palabra.

- Lo que pasó no es asunto tuyo.- Fue una cara serena la que puse. No quería decirlo de esa manera pero de alguna manera esas fueron las palabras que salieron de mi boca.

- Sólo te quería decir...que si necesitas algo, estoy aquí para ayudarte.- Me quedé mirándolo, no podía creer lo que escuchaban mis oídos, debía estar delirando.

- Sasuke...yo...- Me sonroje levemente y cuando este se dio cuenta rápidamente aparto la mirada.

- No es nada, olvidalo.- Agachó su cabeza ocultando un leve sonrojo, que? Pues nada, el semáforo marco en verde así que seguimos nuestro camino.

Durante todo lo que quedaba de camino no hablamos, escuchamos un poco de música que estaban emitiendo por la radio.

Llegamos a un lugar aislado, era algo parecido a un bosque, se podía observar una pequeña cabaña muy linda. Era de noche, en ese inmenso cielo se podían observan infinitas estrellas luciendo sus brillantes colores.

Destinos Entrelazados [Sasuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora