La lluvia

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Sólo llegaba a casa, cubierta de pies a cabeza por el extraordinario fluido vital cuando por mera curiosidad decidí alzar la vista y contemplar la belleza de lo que tratando de ocultarme corría sólo para notar un pequeño detalle: a veces los problemas son más pequeños de lo que solemos imaginar. Me llenaba de preocupaciones el hecho de mojarme los pies y llegar empapada a casa, quizá pescar un resfriado me frenaría de ir a la escuela la siguiente semana, pero al ver al cielo arrojar con tal intensidad a la preciosa lluvia, me di cuenta de lo inútiles que eran mis preocupaciones, de todas maneras no resolvería absolutamente nada pensando y terminé bañada a pesar de ir en contra de mi voluntad. 

Cuando entiendes que en la vida es importante dejar que las cosas fluyan, empiezas a disfrutar de la belleza de la incertidumbre y lo repleta de sorpresas que esta se encuentra, pues esa es la magia de estar vivo, sólo dejarlo ser, como la perfecta lluvia. 

Desde mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora