Un mundo sin palabras

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"Las palabras son inútiles, lo importante son los hechos."

Lo he escuchado decenas de veces, sobretodo cuando digo que le dedicaré mi vida a crear historias y que las palabras son mi verdadera vocación. Las palabras son innecesarias, escucho y resuenan en mi cabeza una y otra vez. Las acciones son lo que en verdad importa. Lo pienso una y otra vez y la única forma de explicarlo es con mi experiencia. Déjenme adentrarlos un poco en el contexto, yo soy estudiante de una carrera en las ciencias de la salud porque considero importante ayudar a que las personas se sientan bien a partir de la evaluación de sus síntomas y asegurar un diagnóstico con los análisis clínicos. Pero no puedo pretender que las palabras, las emociones y el arte no sean de ayuda para el mundo; porque escucho cientos de veces : la literatura no sirve de nada, pero también veo cientos de adolescentes ahogándose en sus propios pensamientos y cayendo víctimas de depresión. 

Las palabras no son importantes pero existen los suicidios. La gente dramática es molesta, hay personas, en especial mujeres, que son demasiado sensibles, son demasiado débiles. Me cuesta trabajo escuchar, pero lo hago, escucho y siento, siento una gran incoherencia en las deducciones de las personas y sencillamente no entiendo cómo un mundo tan destruído tiene aún la osadía de decir que las humanidades son innecesarias, que las expresiones más básicas que engloba el arte como la belleza y la verdad son tonterías banales; pues han sido para mí el único bote que me mantiene a flote cuando las acciones fallan, las personas faltan y la soledad me gobierna. La belleza de un poema, el arte en un cuadro, la representación en la danza y la buena música me reaniman, me dan el brillo por el que muchas veces me preguntan cómo logro obtener. Las palabras, es mi respuesta más honesta.

Las palabras son inherentes al ser humano pues forman su humanidad, forman su habilidad de conexión y  sencillamente, es lo único en mi consideración que nos vuelve humanos. 

Desde mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora