Tanjiro volvió a avanzar hacia Senjuro, el omega esquivo cualquier intento del alfa en tocarlo o agarrarlo, Tanjiro lo miro con cierta inconformidad, Senjuro siempre estaba ahí para su ira, nunca se había revelado a tal grado de evitar cualquier contacto.
Senjuro permaneció en silencio y mirada baja, estaba muy cansado de pelear, de siempre alegar hacia oídos sordos.
— ¡Mírame! — esa era una orden directa que no estaba dispuesta a ignorar.
Senjuro adolorido y asustado miro a los ojos echo fuego de su alfa.
— ¿Qué significa esto? ¿Con quién tuviste la osadía de acostarte? ¿Eres una maldita puta que no sabe valorar a su alfa? — Tanjiro trato de volver a llegar a Senjuro, pero el omega una vez más lo evito eficientemente.
Senjuro sintió repentinamente la ira crecer como una diminuta flama en su pecho, rápidamente se volvió en una ráfaga de fuego intenso, su terquedad se reflejó en sus ojos color oro tristes.
— Eres un maldito hipócrita — defendió.
— ¿Creíste que me quedaría en casa toda la vida esperándote, mientras te revolcaban con esa mujer? — escupió con desprecio, sus ojos dorados ardiendo, o no se quedaría callado, ya no.
Era como una compuerta abierta por el mismo Tanjiro, comenzaba desbordarse con furia y destrucción.
— Soy tu compañero, el lobo que se supone te complementaria y te completaría, pero en vez de respetar eso, decidiste darle tu mordida a esa mujer que no conoces, que realmente no te ama, que ama tu poder más que nada, estas tan ciego que no pudiste ver la trampa que te puso, su hijo, tu hijo no fue asesinado por nadie más que por ella — estaba llegando demasiado lejos, si la mandíbula apretada del alfa le decía algo.
— ¿Y ahora quieres venir y reprocharme, porque me acosté con alguien más? ¿Te duele? ¿Te duele que ese otro lobo hubiera podía embarazarme cuando tú no? Mi padre tenía razón, no eres más que basura, ni todas esas veces que estuviste conmigo pudiste engendrar y criarme, este lobo con una sola vez que estuvo conmigo me dio lo que siempre había anhelado, un cachorro, no eres un verdadero alfa, debí haber sido suyo, siempre — por ninguna circunstancia le estaba diciendo que el cachorro que esperaba era suyo.
Tanjiro rugió.
— ¡Eres mío! — apretó la mandíbula tan fuerte que parecía doloroso.
— ¡Matare al que se atrevió a tocarte, nadie toca lo que es mío! — Senjuro rio sonoramente.
— Jamás, nunca seré tuyo, me asegurare de eso — no vio venir lo que Tanjiro hizo de pura rabia, el latigazo fue rápido y certero, tomando su brazo y atrayendo hacia su pecho, y lo ¡Lo beso! sus labios exigentes destrozándolo en un beso sucio, ¿Cuándo hubiera dado por recibir ese tipo de beso antes? ¿Por qué hasta ahora que estaba dispuesto a dejarlo? ¿Si, se quedaba seria feliz? ¡No! Tanjiro lo seguiría tratando peor que basura, restregándole en la cara su relación con Kanao, Tanjiro jamás cambiaria, su vínculo, su relación, jamás cambiaria, y cuando sintió la lengua invadir su boca, se permitió grabar el sabor dulce como la miel de su compañero que rápidamente se agrio por el sabor de sangre.
Tanjiro lo soltó como si le quemara estar cerca de él, sus ojos agudos lo observaron mientras Senjuro se limpiaba la boca con desprecio, el maldito hijo de puta comprendería el dolor que le hizo sentir todos esos años.
— No quiero que me vuelvas a tocar, perdiste ese privilegio en cuando metiste a esa mujer en tu cama y grábate en tu cabeza dura, este cachorro no es tuyo, su padre alfa lo ama — Senjuro flaqueo un poco en la última frase, pero gracias a la Diosa pudo mantener su voz firme.
Senjuro pretendió dar esa incomoda y muy necesaria charla por terminada, caminando hacia la salida de la cabaña, pero como siempre, los alfas y sus maneras posesivas, lo tomo de la muñeca impidiendo cualquier avance.
— Estas bajo arresto por el asesinato del heredero alfa y por deshonrarme, ¡Por acostarte con otro que no era tu compañero! — Senjuro observo la mano en torno a su muñeca, dolía, lo apretaba con tal fuerza que las venas de sus brazos sobresaltaban como pulgares adoloridos.
Senjuro dio un paso en torno más cerca de Tanjiro, estaba harto de su hipocresía, de sus burlas y de su desamor, reunió todo el coraje que le quedaba y le lanzo un puñetazo directo en la nariz y rostro, la satisfacción lo recorrió entero, al sentir claramente como el hueso se rompía y crujía, se sentía bien, demasiado bien.
Tanjiro lo observo más que sorprendido, ¡un omega, que era su compañero y que estaba obligado a obedecerlo golpeándolo! Era casi inaudito.
Tanjiro rugió molesto lazándose sobre Senjuro, ambos rodaron por las escaleras del pórtico, Senjuro no estaba dispuesto a seguir el juego del alfa, volvió a golpear su rostro, pero esa vez con su pie, Tanjiro lo miro alejarse aturdido, Senjuro gateo y después se levantó corriendo para alejarse de su ahora ex compañero.
Kyojuro lo atrapo en su desenfrenada huida, lo observo a él y después aun Tanjiro aun aturdido ¿Tan fuerte lo había golpeado?
En cuando la mirada rojiza se aclaró, Kyojuro lo protegió con su cuerpo, la mirada de Tanjiro tenía escrita muerte en su brillo sin domar.
— Devuélveme a mi compañero — gruño enseñando sus caninos alargados
— Nunca — contesto Kyojuro en las mismas condiciones letal y mortal.
Fue Tanjiro el primero en atacar y lo hizo para matar a Kyojuro, sus afilados y largos dientes directo a la yugular de su hermano.
— ¡Kyojuro! — grito desesperado Senjuro.
Tanjiro estaba tomando la delantera, ya varias veces casi le arranca la garganta a Kyojuro, por azares del destino y la bendición de la Diosa Kyojuro había podido esquivar bien cada intento.
Las moles de pelo y dientes rugían y rasguñaban para impartir su dominio y cuando Kyojuro quedo debajo de Tanjiro, Senjuro sabía que si no hacia algo mataría a su hermano.
Orgulloso Tanjiro, clavo más fuertemente su pata en la garganta del hermano de su compañero, debía morir por su insolencia, lo había retado y había perdido, ahora tendría su cabeza.
Senjuro se movió sigilosamente, su padre tratando de impedir que, si inmiscuyera, pero era su hermano y lo amaba, no lo vería morir a manos de su compañero.
Antes que Tanjiro se diera cuenta lo golpeo con una gran y gruesa roca en la cabeza, la sangre salpico y cayo inconsciente, pero aun podía sentir que aún estaba vivo, unas cuantas horas antes de que su recuperación acelerada lo curara por completo.
Soltó la roca horrorizado de lo que había hecho, pero la mano de su hermano se apretó en torno a su brazo, guiándolo fuera del claro.
Aullidos se escuchaban a la lejanía, no tardarían mucho tiempo en encontrar a su alfa y buscar venganza por su herida, necesitaban salir de ahí, rápido.
ESTÁS LEYENDO
Déjame Tenerte ⌠TanjiSen⌡
FanfictionEsta historia esta inspirada en un libro hetero llamado Una segunda oportunidad, todos los derechos a su autor.