𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Sangre de dragón, término utilizado para los Targaryen, los señores de los dragones.
❝Lo único que podía destruir a la Casa del Dragón era ella misma❞.
❝Sangre y fuego❞.
Donde Rhenys solo desea que la guerra termine y los...
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El paseo se había terminado y los tres niños se encontraban regresando al castillo de Marca Deriva. Aemond suspiró frustrado, el paseo no había sido nada de lo que él había esperado, con Luke interrumpiendo cada plática que iniciaban Aemond y Rhenys con tonterías que diría un niño de cuatro años y si eso no fuese suficiente tuvieron que parar a la mitad del camino y regresar, ya que a Luke le dio sueño y comenzó a hacer berrinches, esa era la razón por la que iban de regreso con Rhenys tomando de la mano de su pequeño hermanito y con Aemond unos centímetros detrás de ellos.
— Lo siento, Aemond —dijo Rhenys apenada luego de escuchar el suspiro del príncipe Targaryen.
— ¿Qué es lo que sientes?
— Que este paseo no haya sido lo que esperabas, no debí traer a Luke.
El pequeño Luke le lanzó una mirada de enojo a su hermana por el comentario.
"Exactamente, no debió venir Lucerys" pensó Aemond pero no quería decirlo en voz alta para no sonar como un insensible ante Rhenys.
— Está bien, no te preocupes.
— Prometo recompensarte, mañana podemos dar un paseo tú y yo solos, ¿qué te parece?
Aemond sonrío, le agradaba mucho la idea.
— Claro, me encantaría.
No tardaron mucho en llegar al castillo, y Luke empezó a jalar el brazo de su hermana.
— ¡Vamos! ¡Quiero dormir, Rhenys!
Luke no quería que su hermana y Aemond estuvieran más tiempo juntos, Rhenys era su hermana y Aemond no se la iba a quitar.
Rhenys suspiró y vio apenada a Aemond.
— Bueno, creo que llevaré a Luke a la cama, para que duerma un poco antes de la cena.
— Sí, nos veremos en la cena, ¿cierto?
— Claro.
— Entonces te guardaré un lugar a mi lado.
Rhenys sonrió. — Bien, entonces deja llevo a Luke a sus aposentos y nos vemos en la cena.
— Nos vemos —se despidió Aemond viendo como Rhenys subía las largas escaleras con su hermano pequeño.
A unos cuantos metros antes de llegar a los aposentos del pequeño principito, este hizo una pregunta que tomo por sorpresa a Rhenys.
— ¿Quieres a Aemond?
— ¿Qué dices, Luke?
— Es que no entiendo porque sales con él, escuche decir a la Septa que eso lo hacen las parejas que están en conejo.. corejo...corteo... ¿cómo había dicho? —se preguntó a sí mismo Luke mientras trataba de recordar la difícil palabra y pasaba su mano por sus rizos.
