𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Sangre de dragón, término utilizado para los Targaryen, los señores de los dragones.
❝Lo único que podía destruir a la Casa del Dragón era ella misma❞.
❝Sangre y fuego❞.
Donde Rhenys solo desea que la guerra termine y los...
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— ¿Puedo decirlo? —preguntó con emoción Jace.
Rhenys recordó lo feliz que estuvo cuando Rhaegor respondió a ella por primera vez, en realidad no fue difícil, el lazo entre Rhaegor y Rhenys era especial. Desde su nacimiento, el dragón la acompaño y se hizo su protector gruñendo a cualquier que lo quisiese alejar de su pequeña jinete; era un lazo fuerte y fuera de lo común. Rhenys amaba a Rhaegor y él a ella.
Cuando el cuidador le dio autorización a Jace, con la más inmensa sonrisa dijo: — ¡Dracarys, Vermax!
El dragón no tardó en responder a la orden de su jinete, y las llamas salieron de su hocico quemando a la oveja.
La gran sonrisa de orgullo de Rhenys vacilo cuando vio la amargura en el rostro de Aemond –he incluso la tristeza que reflejaban sus ojos, ella lo notó, Rhenys había aprendido a notar los pequeños detalles de Aemond-.
Rhenys tomo la mano de Aemond entre la suya, tratando de traerle consuelo, decirle con su pequeña acción que está bien, que él conseguiría un dragón pronto. Aemond se tensó ante el pequeño acto de afecto –no era la primera vez que se tomaban de la mano, era algo común entre ambos-, sino porque se dio cuenta que él se había convertido en un libro abierto que Rhenys podía leer a la perfección, tanto como él podía hacerlo con Rhenys. Aun así, Aemond correspondió a esta muestra de afecto, dándole un leve apretón a la mano de Rhenys como agradecimiento pero también le ofreció una leve sonrisa que hizo que los ojos de Rhenys se iluminaran.
— Aemond... —comenzó Rhenys a tratar de hablar pero fue interrumpida por Aegon y Luke.
— Aemond, tenemos una sorpresa para ti.
El pecho de Rhenys se oprimió con un mal presentimiento.
— ¿Qué es? —preguntó Aemond totalmente confundido ante la reciente atención de su hermano y su sobrino.
— Algo muy especial —dijo Luke mientras corría.
— Eres el único que no tiene un dragón —comenzó Aegon. Rhenys frunció el ceño.
— Eso no importa, Aegon —Rhenys no pudo evitar defender a Aemond, quien solo lucía cansado del mismo tema.
— ¿Me permites, Rhenys? Estoy hablando con mi hermano.
— Así es —contestó Aemond al comentario sobre el dragón con fastidio de tener que hablar del mismo tema.
— Nos sentimos mal por eso —consoló Aegon mientras incluía a Jace en la conversación. —Así que encontramos uno para ti.
Rhenys sabía que esto iba por mal camino, a Aegon, Jace y Luke nunca les preocupo Aemond, incluso bromearon con este tema, no tenía sentido que ahora hubiese nacido un sentimiento de preocupación por Aemond; sumándole esto al comentario de Jace hace unos minutos atrás, Rhenys dedujo que algo estaba mal.
