❂ 𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙑𝙄𝙄𝙄

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Los días habían continuado con más calma, después de aquel día Minho se había tomado ese fin de semana para visitar a su madre y así poder descansar de verdad, además de conectar nuevamente con su animal interno, dialogar sobre su problema y apaciguarlo con la insistencia de ver a Jisung.

Era divertido como su leopardo era bastante infantil en muchas ocasiones, solo había tenido que prometer que después de su presentación intentaría convencer a Jisung para dejarlo quedarse con él al menos un fin de semana completo, para dejarlo más tranquilo, ese mismo día había enviado un mensaje al omega para arreglar la "cita", a lo que el chico había respondido afirmativamente y listo, su leopardo estaba tranquilo.

Uno de varios problemas resueltos.

Con energía renovada, ahora debía arreglarse con Hyunjin y eso era algo que no creía sería tan fácil, menos cuando cada vez que lo veía este lo asesinaba con la mirada. Minho nunca había sido intimidado por el pelirrojo, tampoco le intimidaba ahora, pero le preocupaba hacer las cosas mal y arruinar su oportunidad, sin embargo, debía de intentar algo, cualquier cosa.

—Bueno príncipe ¿te gustó mi versión callada? —habló con su tono juguetón mientras entraba a la sala y se acercaba al otro alfa.

Jeongin lo miro con los ojos bien abiertos y una suave sonrisa dibujándose.

—Ahora que lo pienso ¿Por qué siempre traes a Jeongin a los ensayos? ¿te da miedo que en algún momento me canse de tu maltrato y necesitas un testigo? —continúo hablando con una sonrisa.

Hyunjin le miró con molestia, pero la sorpresa que trató de ocultar no pasó desapercibida por Minho, mucho menos el cambio ligero en su aroma, Hyunjin era realmente trasparente.

—Aunque no me quejo, es lindo tener a Jeongin de intermediario, al menos ahora que volveremos a discutir, porque hay un par de cosas que me estuve callando.

—Demasiado tarde Lee, ya no podemos hacer cambios e Innie no está aquí para ser un intermediario —su voz salió acida como siempre que hablaba con él, pero era la primera vez que podía notar de regreso el toque jocoso que mezclado con su típico olor dulzón dejaba claro que no estaba tan irritado o molesto como hace días.

—No quiero hacer cambios grandes, solo quiero señalar unas cosas que podrían hacer que se vea mejor —esta vez habló con calma y Hyunjin pareció bajar la guardia.

De esa forma continuaron el ensayo con un ambiente relajado, sintiéndose más ligeros y bromeando con sus típicas peleas de siempre.

Jeongin los observaba notando como el baile realmente se veía mucho mejor ahora que ambos se comunicaban de verdad, se sentía feliz por al fin poder ver un avance en lo que llevaban más de una semana practicando, y más aún se sentía feliz de poder ver la sonrisa mal disimulada de Hyunjin cada que Minho le molestaba. Negó levemente pensando en como su alfa se equivocaba, él si estaba ahí para ser un intermediario, uno que observaba atentamente sus reacciones y estaba ahí para hacer que se diera cuenta de sus propios sentimientos, pero todo a su tiempo. Ahora solo disfrutaba de verlo contento.

—Hyunjin es un masoquista —soltó el más joven hacia el alfa mayor, de una forma suave para que el otro alfa no lo escuchara. —Solo tenías que regresar a tu modo molesto para que él estuviera feliz y dejara de ser gruñón.

Minho observó al pequeño y luego a su compañero, de verdad se veía mejor, su ceño ya no estaba fruncido y su baile ya no se sentía estático.

—Extrañaba a su "rival" —agregó Jeongin viendo a Hyunjin de la misma forma que Minho, el lugar se inundó del aroma a grosella y ambos chicos notaron las orejas de Hyunjin enrojecer. —No te odia, tampoco estaba realmente enojado, solo le fastidiaba no saber cómo acercarse a ti y preguntar por tu estado, le molestaba que le dieras por su lado cuando él solo quería discutir.

Limerencia ||  Universo RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora