❂ 𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙓𝙄𝙄𝙄

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Al día siguiente, Seungmin fue a buscar a Minho ya que se había enterado de lo sucedido por el propio Han. El mismo Seungmin estaba molesto con el otro, nada podía justificar el engaño y el daño que había causado, no podía entender que lo había llevado a actuar de forma tan egoísta.

Sin embargo, aunque no podía entenderlo, el verlo llegar tan abatido a su casa, lleno de lagrimas y temblando le hizo ablandarse. Habló con él toda la noche, algo que sumado a lo que ya conocía debido al tiempo que habían pasado juntos, lo hizo llegar a la conclusión de que Jisung no era malo, solo estaba lleno de inseguridades y miedos que tenía que resolver.

Después de un par de minutos esperando en la entrada de la universidad, logró ver a Minho que iba saliendo, no tardó en saludarlo y tan pronto como este llegó hasta él preguntó por su estado.

Minho suspiró.

—Bien, tengo que ir a practicar así que trato de concentrarme en eso —contestó sin más, aunque Seungmin sabía la verdad.

No quiso presionar más, así que solo asintió y le acompañó a su práctica contándole anécdotas divertidas o cualquier otra cosas que pudiera amenizar el ambiente y distraer al castaño.

Se quedó junto a él, le preocupaba dejarlo solo y que se sobres forzara, sabía de la vez que colapso por ello, así que se encargó de obligarlo a tomar descansos, aunque eran muy cortos ya que era testarudo.

Cerca de las ocho apareció Hyunjin con unas bolsas que parecían traer comida, también un par de botellas de agua y Seungmin le sonrió, le alegraba saber que había alguien más que se preocupaba por Minho. Hyunjin se acercó a él y preguntó como había estado, el más joven negó apretando los labios, no tenía que decir más, con eso el pelirrojo entendía.

—Maldito Jisung —masculló, pero Seungmin logró escucharlo y rio un poco.

—Mucho odio ¿sabes que hizo algo? —cuestionó el más joven.

Hyunjin negó y alzó los hombros.

—Me lo imagino, ayer vino y hoy Minho esta peor, así que solo necesito culpar a alguien —habló observando al castaño que continuaba concentrado en su baile, era tan certero como siempre, pero sus movimientos estaban algo rígidos y se movía con más rudeza. —¿Tú sabes algo?

—Solo que es un poco más idiota de lo que creímos —contestó alzando los hombros.

Estaba molesto, pero no iba a vender a su amigo. Hyunjin notó el tono duro, pero también notaba algo más, algo que le decía que su molestia provenía de un lugar más cercano a la decepción.

Entonces Seungmin se para y sin decir algo más a Hyunjin se dirige hasta donde esta Minho para despedirse de él, de esa forma solo queda el pelirrojo esperando a que sea la hora de cerrar para poder obligar a Minho a marcharse y comer algo.

Cuando da la hora ninguno dice nada, pero en una especie de acuerdo silencioso Hyunjin lo acompaña a casa, debido a las bolsas con comida termina entrando a su casa y cenan juntos, el silencio es cómodo, el ambiente es agradable con sus aromas mezclándose, pero aun Hyunjin esta preocupado, así que rompe el silencio de forma abrupta.

—¿Qué fue lo que hizo ese idiota? —preguntó algo nervioso de provocar que el ambiente se tensara.

Minho apretó los labios antes de empezar.

—Es complicado de explicar, pero creo que se resume a un "me engañó" —contestó Minho antes de llevarse otro bocado a la boca.

Hyunjin abrió los ojos con sorpresa y lo observó sin creer lo que le decía, pero es que para Hyunjin no había forma en que alguien pudiera engañar a Minho, quería decir, es Minho, uno de los alfas más cotizados de su universidad.

Limerencia ||  Universo RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora