❂ 𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙑𝙄𝙄

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Sollozos, era todo lo que escuchaba y provenían de su interior.

"Lo siento" susurró, no podía hacer más, no quería hacer más.

El sollozo cambió a un gruñido y un bufido antes de perderse. Minho se sintió perdido, de pronto se sentía atrapado en un espacio en negro.

¿cómo había llegado ahí? ¿dónde estaba? ¿estaba soñando? Claro, tenía que ser eso, la total oscuridad debía ser solo un sueño, pero no recordaba haberse ido a dormir. Trató de hacer memoria mientras vagaba por ese espacio vacío buscando al leopardo que parecía sumamente enojado con él.

Esa tarde había ido a ensayar como los últimos días, estaban ensayando hasta muy tarde ya que apenas tenían un par de semanas para estar listos y Minho entendía que eso era su culpa, así que aun después de que Hyunjin se iba él se quedaba un poco más para continuar practicando.

"Así que fue el sobresfuerzo..."

No era solo por las practicas o su horario más ajustado por la universidad, sino también la cantidad insana de energía que usaba para contener a su leopardo, había intentado llegar a un acuerdo, pero desde que se había precipitado a tomar una decisión y encerrarlo, este estaba resentido y no lo escuchaba para nada. Si lo dejaba salir, aunque fuera un poco, terminaba lastimándolo para ir hacia Jisung, estaba siendo caprichoso.

Minho suspiró en ese espacio, al menos era un momento de descanso.

"¿Dónde estaré durmiendo? Seguro en la sala de prácticas y despertare avergonzado con el guardia del lugar"

Rio para sí, era de alguna forma divertido si no lo pensaba mucho. Fue entonces que escuchó una voz que decía su nombre, eso lo hizo despertar.

Miró a su alrededor, no reconocía el lugar donde estaba, no era la academia, ni su departamento. Además, podía percibir un aroma conocido, un aroma que lo reconfortaba y quiso acurrucarse en ese lugar, sin embargo, algo en su cabeza hizo clic y se dio cuenta de que no estaba solo en esa cama, que la calidez que sentía no era solo por las mantas que lo cubrían.

—No quería despertarte, pero estabas luchando por salir de la casa y no parecías tú, menos con la forma en que bufabas —dijo lo último con una leve risa.

Minho trató de entender lo que le decía, pero aún estaba medio dormido procesando la situación y evitando el pánico por verse envuelto por los brazos de Chan.

—¿Por eso mismo es que aún me abrazas? —habló después de unos momentos, trataba de sonar como el mismo de siempre.

Chan se alejó con rapidez, algo avergonzado llevando su mano detrás de su cuello.

—Sí, es que no dejabas de forcejear y tuve que atraparte de esa forma mientras intentaba que reaccionaras, también disculpa por las feromonas, pero intentaba calmarte.

—Así que no es que aún me sienta adormilado, sino tu aroma que me tiene dopado —bromeó aun con un tono calmado que a Chris le causo gracia.

—Sí... bueno, preparare algo para que comas. —Salió de la habitación aun con las orejas rojas que indicaban su vergüenza.

Minho se envolvió con las mantas, recordó que antes de desvanecerse había visto llegar a Chris. El alfa le había estado enviando mensajes preocupado ya que esa mañana le había visto especialmente cansado, le preguntó sobre Hyunjin, sobre a qué hora saldría de sus prácticas, Minho, cansado de mentir u ocultar información, le había dicho que tan tarde salía. Chan siendo él, no podía dejarlo regresar solo a altas horas y en su estado casi enfermizo, así que le dijo que iría por él para acompañarlo de regreso, siendo así, había llegado justo a tiempo para verlo desmayarse.

Limerencia ||  Universo RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora