TATTOOS || Eddie Munson ||

18

La luz le pegó de lleno en el rostro, y las voces estruendosas cantándole una canción de feliz cumpleaños terminaron por despertarla, la primera vista que tuvo al abrir los ojos fue de su papá sosteniendo un pastel, se veía casero y pequeñas chispas de colores decoraban el betún blanco de mantequilla.

-FELIZ FELIZ CUMPLEAÑOS.- vacilaba Emma mientras resoplaba un silbato de colores entre cada palabra.

La rubia terminó por lanzarse a la cama contra su mejor amiga y la estrujó en un abrazo que casi le saca el aire, las mejillas le empezaban a doler a Brina de tanto sonreír, su papá le acercó el pastel, ahora con las velas encendidas.

-Pide un deseo cariño.- Sabrina cerró los ojos, mordiéndose la mejilla y deteniéndose unos segundos para meditar que pediría.

Cuando finalmente tuvo uno en mente sopló contra el fuego apagando las velas multicolor, abrazo a su papá por el cuello cuando Emma se despegó de ella.

-Tengo un gran día planeado para ti.- le susurro Emma al oído soltando pequeñas risas.- Levántate y termina de arreglarte, que tenemos que ir al mall a comprar los últimos arreglos.

-Creí que ya tenías todo planeado.- dijo la castaña tallándose los ojos.

-Planeado si, listo no.- respondió la rubia saliendo del cuarto.

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Eddie se levantó, estirando los brazos y tallándose los ojos, hoy era un día importante, Emma le había avisado de la pequeña celebración que le haría a Brina, se pusieron de acuerdo para comprarle un regalo entre los dos, la rubia había puesto la mitad del dinero, y Eddie había estado buscando clientes nuevos para poder vender y reunir la otra mitad del dinero, afortunadamente lo había conseguido y sin meterse en problemas con la policía.

Eddie se apresuró a darse una ducha, tomando especial cuidado en su cabello, aplicándose productos qué tal vez eran para la barba de su tío, pero quería verse lo más presentable y bien para el cumpleaños de su amiga. Terminó por colocarse una playera negra, agregándole diferentes pins para darle un toque metálico, sus pantalones negros con cadenas colgando en la parte trasera y botas negras pesadas que retumbaban en el suelo del trailer.

-Tio Wayne.- dijo asomándose por la puerta del cuarto, al ver que este no estaba procedió a entrar, rebuscando entre los cajones de este.- Voila...

Esparció la botella de colonia en su ropa y donde suponía que debía ir, el olor entre almizclé y madera, realmente agradable, terminó por verse en el espejo, el delineador negro bajo sus ojos resaltando el color chocolate, se sentía realmente cómodo con lo que estaba viendo.

Se adentró a su Van con rumbo a las afueras del pueblo, específicamente a la tienda de tatuajes "Skin Forever" a la cual tantas veces había ido, viendo diseños pero realmente nunca terminaba muy convencido, ahora su rumbo era con un propósito diferente.

-¿Finalmente te animaste a hacerte un tatuaje Munson?- dijo Elijah mirándolo con diversión, pero el castaño negó con la cabeza.

-Estoy buscando una máquina para tatuar.- afirmó este con una sonrisa mirando hacia la vitrina, Elijah alzó una ceja.- No es para mi...- aclaró- Es un regalo.

-¿Eres amigo de Sabrina Brown?- inquirió Elijah, uniendo piezas en el rompecabezas que era su mente, el chico frente a él asintió, con la lengua atrapada entre sus labios viendo todas las opciones.- De acuerdo, está máquina de aquí...- le acercó a Eddie el pequeño aparato color tornasol.- Es la que yo le recomiendo a Sabrina, puedo dejártela a mitad de precio.

-Oh pero está bien, aquí tengo para pagarla con su precio normal.- empezó Eddie, sacando el dinero de su pantalón, pero Elijah lo detuvo con una mano.