𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓽𝓪 𝓱𝓪𝓵𝓵𝓮𝔂 | 𝓛𝓮𝓿𝓲 𝓐𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷

Capítulo 12. Cementerio.

Cerré mis ojos y respiré hondo el olor característico a tierra mojada en un día de lluvia mientras varios recuerdos llegaban a mi mente.

...

Papá me cargaba en sus hombros mientras caminabamos por la pradera, al compaz del cantar de los grillos en esa tarde. Pronto se pondría el sol y aparecerian la magia de la noche: las estrellas.

"Parecen miles y miles de luciérnagas" comenté mientras le jalaba los pocos cabellos de la cabeza de mi padre.

"Son mejores que las luciérnagas, son una infinidad de misterios aún sin resolver"

...

Acaricié con ternura las rosas blancas que ocupaban mis manos y sentí como una lágrima resbalaba por mi mejilla.

...

Estabamos en el jardín almorzando, en la mesa de picnic de la casa de campo, mamá tejia un chaleco rosado para mí mientras papá hacia anotaciones en su diario.

Yo mientras me entretenía con un sandwich de jalea de frutas.

"¿Vamos a ir a la colina esta noche papá?"

Papá me sonrió. Mamá lo miró preocupada. Yo solo esperaba respuesta.

"Si eso quieres Halley..."

...

Me arrodillé junto a mi madre sobre el cesped, no me importaba si me ensuciaba debido al rocio.

Deje las flores frente a la lápida y ambas nos pusimos a rezar.

...

Mientras yo estaba acostada sobre el cesped y admiraba la luna, una estrella fugaz cruzó el cielo.

"¡Mira papá, es el cometa Halley!"

Él me sonrió con ternura y acarició mi cabello.

"El cometa Halley solo pasa cada 75 años hija, aún faltan 60 años para que vuelva a cruzar nuestro cielo..."

Me decepcioné un poco con ello, yo queria ver mi cometa. Porque sí, era mio. Papá decia que era mio y yo llevaba su nombre en su honor.

Antes de poder replicar vi por el rabillo del ojo a mamá acercándose furiosa hacia nosotros.

...

Ambas terminamos de rezar y nos levantamos nuevamente.

-Como lo extraño...- susurré, a medida que sentia el brazo de mamá emvolverme a mi alrededor.

-Yo también.

Luego de estar unos minutos más salimos del cementerio. Era un día nublado y bastante frío, y habia llovido. Pero no me importaba, desde que recuerdo, siempre estaba así cuando era el aniversario de la muerte de mi padre.

Mientras caminabamos por la calle, recordé como era mi madre cuando era niña. Esa actitud que demostraba desaprobación en mi padre y en lo extraño que se me hacia.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Claro que sí hija...

-¿Por qué no te gustaba que estuviera con papá?

Ella dejó de caminar para observarme sorprendida, pero solo se quedó en silencio. Poco a poco, fue bajando la mirada.

-¿De que hablas? Si me- la interrumpí antes de que siguiera.

-Mamá- me paré frente a ella y la enfrenté -sabes a lo que me refiero.

Claro que lo sabia, solo que no queria decirlo. Se notaba, pero yo necesitaba respuestas aunque nunca las tenia. A veces, antes, cuando era más chica, le preguntaba el porqué su actitud tan hostil con respecto al trabajo de mi padre y el que me involucrara tanto, y jamás me respondió.