Al día siguiente, tal y como dijo Gabi, ella y Falco partieron temprano a casa de sus padres, por lo que quedé a solas con Levi.
Nos encontrabamos desayunando, yo con mi característico café y él su clásico té. El silencio estaba presente, pero no era incómodo, al menos para mí.
Mientras bebia la infusión, pensé que podría sacar de paseo a Levi por la ciudad de Liberio un rato. Ya estabamos pasando demasiado encierro y seria bueno para el tomar aire.
Una vez terminamos fui a la cocina para lavar las tazas, hasta que Levi apareció a mi lado.
Tomó un paño y empezó a secar los utencillos que usamos mientras observaba detenidamente.
-Tu taza aún tiene restos de azucar, lávala de nuevo.
Alcé mis cejas sorprendida por la orden, pero obedecí sin chistar.
-Sabes, podríamos salir a pasear esta tarde. Es un bonito día.
-No.
Suspiré como si ya hubiese esperado esa respuesta, pero no me rendí.
-Por favor Levi, te hará bien tomar aire. Además, quiero salir y no puedo dejarte aquí solo.
-Pues vete y déjame en paz.
-Levi...
-Escucha mocosa- gruñó mirandome muy serio -no soy tu perro para que quieras sacar a pasear, si quieres irte hazlo, pero no me moveré de aquí.
Decidí dejar de discutir por ello, pero solo porque no queria amargarme el día. A veces, Levi era como un grano en el culo con su actitud.
-Esta bien, saldré un momento. Si puedes quedarte solo pues bien.
Noté, de reojo, que me miró de una manera rara, para luego desviar sus ojos nuevamente a las tazas y seguir secándolas para guardarlas.
Tal vez podría ir a ver a mi madre, así que me retiré a mi cuarto y me quité el vestido de enfermera y mi gorro que cubría mi cabello.
Busqué en mi armario un bonito vestido color crema y peiné mi cabello, dejándolo suelto. Si bien es un castaño oscuro, lo que mas me gustaba eran las ondas que se formaban a lo largo gracias al rodete que comunmente me hago a la hora de atender a Levi.
Ahora que lo pienso, él no me habia visto el cabello, y mucho menos vestida de otra forma. Tal vez creería que era otra persona si me veía así.
Sonreí un poco ante aquello, tomé mi pequeño bolso y salí a avisar que saldría. Me lo encontré en la sala de estar, mirando por la ventana.
-Bien, me voy, volveré pronto.
Él se giró a mirarme y, como supuse, note algo de sorpresa en su rostro al verme diferente, pero no dijo nada.
No hasta que crucé el umbral de la puerta.
-Voy contigo.
Me volteé para verlo, ya estaba saliendo en su silla por la puerta mientras la cerraba a sus espaldas.
-¿Perdón?
-¿Estás sorda o qué? Dije que voy contigo.
-¿Ahora quieres salir?- me miró amenazante antes de responder.
-Cállate y vámonos.
Me extrañó un poco su repentino cambio de opinión, sin embargo, me alegraba que quisiese salir de la casa. Tomé los manubrios de su silla y empecé a empujar con él para llevarlo, guiándolo por las calles del barrio donde vivíamos.
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𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓽𝓪 𝓱𝓪𝓵𝓵𝓮𝔂 | 𝓛𝓮𝓿𝓲 𝓐𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷
Fanfic💫 Para muchas personas el cielo nocturno es solo eso, un cielo nocturno. Inmerso en la infinidad de estrellas que lo adornan antes de que el sol se ponga. Para un ex soldado es un recordatorio de lo que significa la libertad. Para una joven, la his...