𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓽𝓪 𝓱𝓪𝓵𝓵𝓮𝔂 | 𝓛𝓮𝓿𝓲 𝓐𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷

Capítulo 8. Cofia.

-¿Estás listo?- dije mientras tocaba con suavidad la puerta del baño.

-Tks, deja de molestar niña.

Hacia casi media hora Levi se habia estado bañando. Es obvio que no me dejo ayudarlo ni siquiera a pasarlo desde su silla hacia la tina, ni siquiera sé como lo habrá hecho.

Aunque es normal el pudor en estos tipos de pacientes.

Pero lo que me preocupaba es que hacia rato no salia y eso era extraño, casi nunca tardaba tanto.

-¿Necesitas ayuda?- le pregunté con paciencia. Escuché un gruñido del otro lado, a veces se me olvida que parece un animal.

-¿Quieres largarte? No te necesito.

Rodeé los ojos ante el comentario. Si supiera.

-¿Enconces por qué tardas tanto?

No me respondió y eso hizo que me preocupara un poco.

-¿Levi?

De nuevo, sin respuesta.

-Voy a entrar- dije, decidida.

Escuche un claro "no" antes de hacerlo, pero yo ya habia abierto la puerta y me adentré al baño para ver que ocurría.

Levi se encontraba sentado en la tina sumerguido entre agua y espuma a su alrededor. Al acercarme noté que tenia las mejilas un poco coloradas y desviaba la mirada hacia la pared.

-Te dije que no entraras, mocosa idiota.

-Eso no importa. ¿Qué sucede?- le pregunté mientras me arrodillaba aún lado de la tina para ver mejor su rostro. -¿Tienes fiebre?

Llevé mi mano a su frente para tomar por tacto su temperatura. No tenia nada, pero el contacto lo hizo estremecerse y mirarme con profundo odio en su ojo bueno.

-No me toques.

Me apartó la mano de un manotazo, exasperado. Dí un suspiro y le pedí a Dios un poco de paciencia, porque se me estaba agotando.

-Por favor Levi, no hagas esto más difícil. Vamos a sacarte del agua.

Se sonrojó fuertemente al escucharme decir eso, y yo reprimí una risa.

-Si te atreves a- lo interrumpí antes de terminar su amenaza.

-¿Acaso te da pudor que una mujer te vea desnudo? Porque con Onyankopon y Falco no pareces tenerlo...

Me miró fijamente y boquiabierto ante mis palabras, decidí cerrarsela con un dedo bajo su barbilla.

-Y te recuerdo que estamos solos en la casa, a menos que quieras quedarte aquí el resto del día hasta que Falco llegue...

-Bruja, no te tengo miedo, si eso es lo que intentas decir- me dijo con seriedad, seguido con tono de enfado en su voz.

-Enconces dejaras que te saque de aquí, te seque y te vista. ¿Está claro? Prometo no mirar tus partes nobles- le regalé mi dulce sonrisa y papadeé esperando la aprobación.

Estuvimos casi un minuto en silencio, mirándonos fijamente hasta que me levanté y arremangé las mangas de mi vestido de enfermera.

Tal vez a Levi le diese verguenza, pero a mi no. No era la primera vez que bañaba a un paciente y eso era algo a lo que estaba acostumbrada. No por eso seria diferente con Levi.

Sumerguí la mano dentro de la espuma para destapar la bañera y sacar así toda el agua. Luego, busqué un par de toallas y una silla común para sentar a Levi para secarlo y vestirlo. Una vez listo, lo pasaria a su silla de ruedas.