1. Caballo de oros: Vestido de lentejuelas (Parte 2)

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No estaba equivocada, ese sentimiento de que algo iba a salir mal acabó manifestándose. Justo en el momento en el que estaba entrando en aquel agujero, aquella brecha extraña. Lo que vi no fue normal, ni siquiera sé cómo pude mantener la compostura nada más aparecer en el suelo de la realidad en la que estaba entrando:

"Yo misma, en tercera persona, caminando por una especie de camino de ladrillos negros y pilares cortados por la mitad donde solo yacían más que escombros y una pequeña chispa de fuego azul en la destrozada punta de cada uno de ellos.

Cuando llegué al final de aquel extraño camino, completamente sola, encontré un pequeño altar y, justo detrás, un enorme trono oscuro. En un principio todo estaba oscuro y solitario, por lo que me dispuse a analizar la escena. Me vi a mí misma vestida con una gabardina negra y, debajo de ella, un vestido completamente envuelto en lentejuelas.

Cuando levanté la vista lo vi, sentado en el trono. Era él, no podía ser otro. Intentó decirme algo, pero no podía escucharlo. Justo después todo se desmoronó y en un parpadeo aparecí encima de hierba fresca."

El aire era denso, muy denso. El polen de las flores de aquel campo era visible en el aire, llegué a pensar que para la vista de pequeños insectos podría verse como estrellas bajo la luz del día. La diferencia es que ahí no hay pequeños insectos, sino grandes insectos, grandes plantas, grandes ríos, todo allí es enorme.

En esta realidad, la realidad del Mundo, todo es una "mentira", todo es "el paraíso", plagado de flores, de naturaleza, de "felicidad".

Existen cinco nodos de realidades superpuestas entre ellas. Este es el nodo de "la mentira", en él existen muchos mundos diferentes, de los cuales este es el principal, el mundo llamado "El Mundo". A conocimiento humano normal, esto equivale a una especie de "capital", pero en este caso, los países son planetas, en concreto veintidós.

Los otros cuatro nodos que faltan son: la propia "realidad" en la que todos los humanos vivimos, el nodo de "la verdad'', y las escaleras que se dirigen "arriba" y las que se dirigen "abajo". Y por lo tanto, dentro de cada uno de estos nodos hay diferentes mundos, planetas, astros o como cada uno lo llame.

Recuerdo las múltiples veces que había viajado a ese mundo, era el que más me gustaba, pero ahora no es que tenga mucho tiempo para ir turisteando entre realidades.

A pesar de ser un mundo con una fauna y flora gigantesca, no es para nada peligrosa, todo aquí es amigable, todo aquí te ayuda, es por eso que es nuestra realidad favorita para escondernos, curarnos o incluso para retiros espirituales. Las civilizaciones son bastante parecidas a típicas que existen en libros de fantasía, con árboles, animalitos y bichos parlanchines que tienen sus tiendecitas y negocios. Básicamente parece un cuento de hadas, por eso mismo es una "mentira", porque algo tan maravilloso no puede ser real, ojalá lo fuese.

Nada más cruzar aquella brecha, lo primero que hice fue barrer mi campo de visión buscando a Jordi, el cual era mi prioridad controlar y proteger. En efecto lo encontré, y más adelante, a Toni esperando nuestra llegada sentado en una roca cerca de un pequeño roble rodeado de amapolas. Tras unos segundos, nos alcanzamos unos a otros y comenzamos a recorrer nuestro camino hasta encontrar alguna pista o algo que nos llamase la atención.

Durante el camino no vimos más que prado, el cual se extendía hasta un montaña alta cuya cima se pintaba de un blanco parecido a la mismísima luz de los ángeles. No parecía resaltar nada fuera de lo común o, bueno, lo "común" que es este mundo. Sin embargo, justo cuando perdimos esperanza de conseguir información, sentí un escalofrío al percibir una brisa de aire que me alertaba de que algo había mal ahí, como si una anomalía se hubiese depositado de repente ante nuestros piés, por lo que me digné a bajar la mirada y a buscar cuidadosamente entre la hierba.

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