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Yoongi se encontraba acostado en la cama, haciendo croché con ayuda de Sejeong que le estaba enseñando con mucha paciencia, habían pasado cuatro dias desde que se enteró del embarazo y aunque no le gustar estar solo postrado en cama, tenía que hacerlo por el bien de su bebé. La puerta del cuarto se abrió, ingresando la ama de llaves y el mayordomo, que saludaron con respeto al hombre que llevaba al futuro heredero del Duque en su vientre.

—Mi señor, lamento que lo interrumpamos en esta tarde; pero se ha decidido que debe cambiar de habitación.

—¿Me moverán de lugar?—Yoongi al escuchar aquello, miró a Sejeong en búsqueda de alguna respuesta; pero la doncella no estaba al tanto de la situación—. ¿A dónde me moveran?

Jungkook ingresó al cuarto y sin decir más, tomó al humano entre sus brazos para cargarlo y lo sacó de aquel lugar, Sejeong se sobresaltó y siguió a su señor, mientras algunas sirvientas entraron para llevarse las ropas joyas y zapatos del joven Min.

Min Yoongi se ruborizó al sentir como aquel vampiro lo cargaba, recostó su cabeza sobre el pecho del ajeno, las doncellas que iban de paso se hicieron a un lado, saludando con respeto, Yoongi miró a su alrededor con sorpresa, en eso vio a la lejanía a la protagonista de Santé y trató de no soltar una risilla de victoria. Se aferró a la ropa de aquel hombre, olfateando el dulce aroma que sobrsalía del sangre pura: ¿Por qué ese hombre olía tan bien en esos momentos? no quería soltarse de Jeon Jungkook.

El vampiro se estremeció cuando la mano cálida de Min Yoongi tocó su mejilla izquierda, este bajó el rostro, contemplando aquellos ojos negros y profundos, su ceño se frunció sintiendo fuertes latidos en su corazón, nervioso miró al frente.


Cuando llegaron al primer piso al final del pasillo, la ama de llaves abrió aquel cuarto, el Sangre pura ingresó y acomodó con sumo cuidado a Min Yoongi en la cama, el omega miró a su alrededor, viendo la gran puerta de vidrio que dejaba que el aire ingresara y la luz, las ventanas ondeaban con delicadeza y era muy grande, sus ojos se iluminaron y no pudo evitar sonreír por la belleza de aquel lugar, ahora estaba a unos pasos del jardin, el aroma de las flores inundaban el cuarto.

—¡Este lugar es increible! ¿Es para mí?—chilló alegre y tocó la cama bajo a él y la almohada—¡Que suavidad!

Jeon Jungkook quiso sonreír al ver el gran rostro de iluminado de ese chico y la sonrisa que se formaba en total inocencia, carraspeó tratando de controlar su sentimientos y desvió la mirada. Sejeong tambien miraba ese lugar con suma admiración, era más espacioso ese cuarto, empezó a curiosear, abriendo la primera puerta, siendo un cuarto solo para la ropa, se dirigió a la segunda, era el cuarto de baño y mucho más grande que el que tenía el joven Min antes, abrió la tercera y era una pequeña sala de estar para la vistia, en la cuarta puerta, había un pequeño cuarto, una cama, una mesa con su silla y un ropero.

—Ah, ese será su cuarto, doncella Sejeong—dijo la ama de llaves—, allí dormirá ahora usted, ya que es la sirvienta personal del joven Min.

—¡Dioses! es como una casa en un cuarto!—exclamó Sejeong impactada—todos estos cuartos podían abarcar el primer piso—¡Ya no tendré que venir desde el piso de abajo del subsuelo para subir hasta donde mi amo! que emoción.

—La mitad del primer piso está conformado por este cuarto—afirmó Jungkook con suma tranquilidad—, dado que el joven Min no tiene que moverse mucho por el embarazo, tampoco quería que se limitara, por lo que ordené que hicieran una silla de ruedas.

Sejeong y Yoongi vieron ingresar una silla de ruedas. El asinto era acolchado, de cuero negro, tanto la espalda como donde ponía el trasero, tenía para reposar los pies e incluso arriba una pequeña sombrillera que se extendía para el sol; pero eso por supuesto no fue lo que más impresionó a la sirvienta y Min Yoongi, no...era que estaba bañada de oro.

Kookgi|| SantéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora