VÍCTIMAS

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Era como una muñeca fina de parcela acomodando vestidos que muestran más de lo que quieres, el labial, un poco de rubor y ese prendedor de libélula con brillos antes le pertenecían a alguien más.

-¿Cómo te llamas?- la mire con los ojos nublados a nada de llorar.

-libélula- conteste era real que te llamaras de otro nombre.

Solo para ¿que?, como ellas decían mantener oculto al menos algo que te quedará, junto conmigo avía por lo menos otras 10 chicas, una su novio la entrego, a otra se la robaron, a la otra la secuestraron saliendo de su casa, algunas no tenían más que eso, no tenían muchas oportunidades, no sabíamos del mundo exterior.

Lo que ellos nos hacían eso era nuestro mundo, recuerdo el peor de todos, el dolor de todos y la conmoción de todos, perder tu libertad y saber que tú alma se encuentra rota pude aver perdido los ojos, odió, el rigor de la impotencia y el sabor de mi propia sangre.

-Si no quieres contestar jamás lo aras- y en realidad no fui la única que la perdió.

Todas dejaban de gritar en un punto, dejaban de pelar dejamos de hablar perdidas sin lengua, sin voz sin cuerdas vocales, lo único que entiendes al perder y duele al ver qué ya no tienes.

Se trata de algo dentro de ti suena en tu cabeza diciendo que te defiendas es lo más horrible de todo, entre sueños y promesas esa mujer se alejaba se perdía como algo excepcional.

-Usted es una mujer por qué los ayuda a ellos y no a nosotras - la distancia de mis palabras al salir, ese espejo mostraba una chica que no era yo, la mujer sonrió.

-Cada vez que llegan mis pequeñas, mataron a la niña y abusaron de ella estando muerta- dijo en voz baja, esa vieja mujer nos alimentaba y bañaba, nos quitaba poco a poco la mugre y la sangre.

El color del agua cambiaba, la nariz, rota, no poder abrir de nuevo las piernas, un ojo morado, el cabello se caía a pedazos.

YO YA NO ERA YO, YO YA NO ESTABA.

-Cuando entras en algo como esto ya no te sueltan calladita te vez más bonita, sin gritos o lloriqueos un golpe es lo que te ganas por no hacerlo bien, nada en esta vida es justo, para que te vas sola, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, si tan solo hubiera , si tan solo pudiera.

-¡Ayuda!, Ayuda!, Grita por favor, escucha me!-

-Deja de gritar tu no puedes, tu no lo mereces, tu no , tu no mueres, tan poco aguantas, como de que no, no te molestes, tienes la culpa.

-¡Cállate!, grita nadie te pidió ser mujer, eso te pasas por qué te lo buscas, te lo mereces, tonta, estúpida, patética, zorra, es tu trabajo hacerme feliz, no sirves para nada-

Entre sueños y tonalidades, el sangrado dejo de ser y como toda mujer atada a un calabozo una sola ventana alumbraba el día, el tiempo no era nada, pero mi cuerpo mi cuerpo lo marcaba, mi pansa, mi vientre.

-Estas embarazada- te matan con el bebé o esperan a que lo tengas y te siguen utilizando.

Tal vez si llegaran abrieran al puerta y me liberarán de mis ataduras.

Me liberaron, los atraparon acabaron con la real plaga y fui libre , poder bañarme, comer algo sin vomitarlo, ir a un hospital, la libertad se veía algo sagas como algo que era mío de nuevo.

La libertad se veía como el llanto, al ver el sol de nuevo, un sueño completo.

Cuando estás embarazada, respire profundo quién ese el papá , de todos los hombres que me tocaron quiero tener al bebé, "no" y "si".

¿ por qué verlo?, tal vez me recordaría al dolor y tristeza y algo que en su momento no logré.

¿por qué?, tendría una madre que crea que no es algo importante una madre que llora, al entender los años de vida que perdió cautiva, una madre que odia su cuerpo que lo ve diferente.

Y aunque en sus brazos un bebé hermoso este sonriendo uno que posiblemente vivirá sobre protegido.

Una que no podrá entrar a una clínica abortista por qué le dijeron que no, su caso de abuso maltrato no era válido, una que vio una gran fila de chicas de diferentes edades que no tuvieron apoyo o que tal vez tomaron una decisión real, te dices a ti misma lo poco lista que te sientes, cargar con alguien, el cual no se puede llamar carga.

Lidiarlo entenderlo alimentarlo, entender que al entrar lo único que te preguntaban era tu nombre y si era tu decisión el estar ahí, al salir, era algo como sentirte normal como lo sabrás si no supiste ser madre, simplemente fue algo, ese algo que ya murió.

No fue más que una siesta ellos me crearon aún más daño como el miedo, el no verme al espejo, el no querer salir ni de tu casa, el no sentirte segura, fastidiarte de ti misma el no saber cómo gritar.

El no saber, el no entender el caminar y sentir que no llegas a nada, eso era mi libertad, me sentía en una prisión de igual manera.

-¿por qué?- por qué yo por qué yo, ese abrir y cerrar de ojos y decirme al odió puedes salir.

Dios derramaba lágrimas de sangre al ver el pecado que eh cometido, pero no lo quería, el sentirme culpable, pero tú cabeza lo decía eras una mala person.

El miedo recurre a cobardes miedo me mataba poco más que estar viva, me daba risa la clase de risa regida con enojo y con una clase de llanto, esa clase de risa me atacaba y me daba apuñaladas todos los días, ella llegó diciendo que su hija fue abusada y el dijo que le darían apoyo al agresor.

Era posible que el niño sea regresado a la sociedad en una buena comunidad mientras ella tal vez lo olvide con el tiempo.

Ella grito a los oficiales y levantó a la mano quemó, pinto y destruyó estaba molesta, estaba dañada, su hija, hermana, prima, tía, fueron asesinadas y eso estuvo mal al igual que su forma de hacerlo cuando te gritaron en la calle.

El lloró y ayudo con el abandono y dicen usaron su cuerpo para transportar droga, el sonrió y le quitaron los órganos, ella brinco y se perdió ante los ojos de su madre, jamás la volvió a ver, lo fui y lo soy y yo me perdí, pero si tomo otra decisión tomo mis cosas y salgo de esa clínica, si mato o no a ese niño sobre mi vientre.

EL VIAJE DE LAS LIBELULASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora