CÁLLATE

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-Vivas o muertas - Jose me miró, mi cabeza solo la miraba como Emma.

El hombre se levantó y dejo la mesa, doña Gloria me saco de la casa y me dio un abrazo, respire profundo y salí de ahí.

Pronto se le corrió el rumor a la madre superior, solo llego a mi habitación y me golpeó hasta que ya no pudo más .

-no me voy a quedar con las manos cruzadas aunque muera- dije una vez que ella iba a salir, sus pelos blancos, respire profundo.

-solo cállate o aran que te corten la lengua no eres un héroe no eres nada.

-eso es lo que siempre se escucha lo que no se entiende lo que no se sabe el talento de no saber y la forma de no conocer, la ignorancia es la condena más grande que un ser puede tener.

-tal vez muera, pero creeré en qué logré salvar a alguien- y en ese momento aquella que oía la historia comenzó a llorar.

Esa noche limpie mis heridas como lo hice con las demás me di un baño mientras el agua tibia se robaba cada punto de sangre que partía de mi cuerpo, me cambio y coloque la bata blanca cuando de la nada la vi reposando en la ventana.

El sonido de los pájaros era agudo y fuerte, mientras una mujer afuera gritaban, me dirigí hacía afuera, caminaba lento con los pies descalzos mientras solo los escuchaba.

-sugey - la escuche, pero la luna cubría cada parte del lugar, los pájaros apenas se notaban perdidos entre los árboles, unas cuantas casas alrededor.

-metztli- lo recordaba o solo un poco luna, sol, tierra, respire profundo.

-Yo te puedo ayudar - escuche a mis espaldas una mujer vieja la iglesia y la forma de su muerte tener ayuda es una simple palabra pero una vez que se da la mano mi pequeño entender, y el rigor del frío se perdía entre mis huesos.

La voz se esparcía por todo el lugar mientras el cristo de la comuna derramaba lágrimas de sangre.

-solo una cosa solo un bosque solo un lugar solo perdóname, me dirigí al confesionario y me coloque de rodillas, respire profundo aún sintiendo ese inmenso frío, mi cabeza y mis ambos.- a pies del Cristo y a lado de la virgen.

-Dios no me perdones por qué lo que voy a pensar, soy una vestía en el dentro de una plaga soy un árbol el hongo que dejara y devorara la plaga para matarla aún así muera en el intento, esa muerte derivada que sabe que pasará- mire la cruz la sangre de dios se escurría sobre sus pies, sus lágrimas y las mías. Respire profundo y salí de la iglesia.

Cada día se unía en el comienzo de mis ojos el dolor de mis lágrimas quemaban las personas ya no trabajaban para el mismo lo hacían para hombres asustados ciegos de palabra y descripciones en una historia de terror.

Ellos eran los monstruos reales de la luz que mis ojos jamás llegarán a tener.

-Se a perdido otra niña- dije mirando al padre el hombre siguió comiendo.

-No importa mucho- respire profundo, era una mesa grande, yo al fondo y todas a su alrededor.

-Como usted ya tiene su dinero- la madre superior intentó levantarse cuando el la detuvo.

-yo no tengo nada que ver en eso- sonreír, dejo la cuchara de lado.

-si claro, su camioneta su reloj, ser amigo del municipal- el se levantó, con la mano preparada para pegarme.

-No tienes derecho a levantar falsos- me levante.

Mientras recibía su golpe, sonreí falsos pensé.

-¡Deja de hablar!- dije sin mirarlo a los ojos, le grite por primera vez, decía que dios nos daría el poder de ser mejores estaba cansada de escuchar sus límites, esa historias de amor que para nada me convencían.

No era cansancio, estaba harta de todo, no éramos piones éramos personas.

Ahora avía dejado de soñar para vivir y solo esconderme para hacerlo todos y cada uno de mis días, cuando me llamaba a su estudio solo para regañarme me miraba con la misma inseguridad que yo a los demás todos los días decía que dios nos salvaría no dijo como.

-deja de hacerlo todo lo que haces es hablar - Elena se levantó para detenerme, sabía que esto pasaría, respire profundo.

-y nunca haces nada es por qué te dan dinero por qué vives de ellos vives del pueblo, morirás sabiendo que acabaste con uno que se siente que te callen- le di un golpe a la mesa y una cachetada no deje de verlo.

-amo a esas niñas y estás dejando que las maten y no me importa quien seas me vas a conocer a mi ahora - las lágrimas pasaban por mis mejillas.

Elena me llevo a la puerta junto a la madre superior.

-Ella lo persigue, siempre lo hace- serraron la puerta y me quedé en serrada en mi habitación con un ojo morado y el labio abierto.

-Abre la puerta de su habitación todas las noches y grita su nombre lo hizo tantas veces que ya lo a olvidado, se que sueña con eso, terribles pesadillas- Elena abrió la puerta.

-Te dije que no dijeras nada - Elena me dio una cachetada yo me quedé callada.

-la virgen llora por su culpa - se cerró la puerta y el se quedó ahí.

-Todos hemos pecado y el infierno estará sobre nosotros - volví a ver a esa mujer sentada en mi cama, su ropa era negra, y se perdía entre las sombras con la luz de la luna el sonido de las aves no dejaban de gritar, esa mujer estaba ciega las mariposas y libélulas se le paraban en las manos en el cabello en la ropa, lo bastante sabía para decir que vivió de la vida y logro se su muerte.

-Un día mueres tenías lleno de hijas aquí y ahora nada- respire profundo.

-Aquí es el infierno no necesitamos esperar a que llegué- sonrió y saco la llave.

-Yo te puedo ayudar - repitió.

-Te dije que te ayudaría, cuando la virgen lloraba todos sufrimos con ella- respire profundo y tome la llave, avía un cristo de madera una vez que la mujer se perdió saliendo por la ventana, no la vi de nuevo la luna y su luz se la llevaron.

El cristo lloraba mirando su rostro mirando a su madre, su rebosó se atoraba entre las espinas y brotaron flores de esta con olor a ella.

El tiempo pasará y tal vez se vallan, o tal vez

-Solo deja de hablar...




Sugey: en lengua nahuatl, significa "luz del sol

Metztli, “Luna”: dios (¿o diosa?) de la Luna.

EL VIAJE DE LAS LIBELULASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora